Enrique Riquelme, CEO de Grupo CoxAbengoa.

Enrique Riquelme, CEO de Grupo CoxAbengoa. Joaquín Corchero Europa Press

Empresas

Cox ultima el plan estratégico para la nueva CoxAbengoa, que prevé presentar antes de que acabe el mes

La compañía pule detalles de la presentación de las líneas maestras en Sevilla. Su CEO, Enrique Riquelme, mira especialmente a Latinoamérica.

18 septiembre, 2023 02:32
Cynthia de Benito Arturo Criado

La hoja de ruta de la nueva Abengoa, bautizada como CoxAbengoa, está por fin próxima a desvelarse. La compañía ultima los detalles para presentar el plan estratégico con el que se guiará en próximos años y que se conocerá en un acto que tiene previsto realizar antes de que acabe este mes, según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia.

El plan, salvo cambios de última hora, es realizar un acto con gran presencia de medios en Sevilla, donde la expectación es máxima desde que a finales de julio se formalizara la compra de las unidades productivas de la multinacional andaluza.

Se cerraba entonces un tortuoso proceso de salvación y nacía la pregunta: qué viene después para una compañía que fue referente en el sector antes de asomarse demasiadas veces al borde del abismo en la última década.

[Riquelme desembarca en la sede de Abengoa: "Venimos con la actitud de lograr que sea un referente mundial"]

A la espera de que se despeje la incógnita, lo previsible es que ese futuro vaya acorde con el expertise de la andaluza en renovables, todo ello salpimentado con las preferencias que el CEO de CoxAbengoa, el empresario alicantino Enrique Riquelme, ha ido apuntando en diferentes actos en las últimas semanas.

América Latina

Por ejemplo, su interés en América Latina. En un encuentro multilateral organizado por CAF (banco de desarrollo de América Latina y el Caribe) esta semana, Riquelme defendía "las alianzas multilaterales entre Europa y América Latina".

Puso entonces sobre la mesa las principales líneas de acción del grupo tras la adquisición de Abengoa, que ya cuenta con una plantilla de más de 11.200 personas -según el propio Riquelme, desde la fecha de adjudicación a favor del Grupo Cox, en abril, se ha ampliado su plantilla en unas 1.700 personas-.

Por ejemplo, explicó que los tres verticales en los que se divide el nuevo grupo CoxAbengoa permitirán "ser mucho más competitivos", con "especial foco en América Latina".

Desde energía, -"donde desarrollamos proyectos de energía solar y con una inversión a día de hoy de 4.000 millones de dólares de inversión en Latinoamérica"-, así como en agua, -"donde el grupo lidera el mercado global en tecnología de desalación"- y, por último, un vertical con negocio de transmisión y subestaciones con más de 40.000 kilómetros de alta tensión.

Subproductos verdes

Otro ámbito de interés es el de los subproductos verdes, que ve exportables a Europa a partir de tecnología propia.

Así lo contaba Riquelme en conversación con EL ESPAÑOL-Invertia tras el debut de Cox Energy en el BME Growth español, el pasado julio: "En el mercado español, el chip que pega es gestionar la energía que se va a exportar al resto de Europa y crear otro tipo de 'subproductos'".

"Y tenemos la suerte en España de tener la energía más barata de Europa con la solar fotovoltaica. Ahora hay que saber gestionarla. Ya no sólo vale generar, hay que estar integrado verticalmente, que es lo que ofrece Cox Energy", agregó.

Coincidencia o no, esta apuesta coincide en tiempo con la compra de Abengoa, que cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía y del Gobierno para rescatarla. Para nadie sería una sorpresa que se favoreciesen nuevos parques fotovoltaicos para el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, que lidera Cepsa.

Misión: ser un "referente mundial"

En todo caso, sí se sabe que el desembarco en Sevilla viene cargado de ambición. "Es una compañía a la que venimos no sólo a mantenerla, sino con actitud de hacerla crecer hasta ser un referente mundial", aseguraba Riquelme en su primera toma de contacto en la sede hispalense de Palmas Altas veinticuatro horas después de conocerse la decisión del juez.

Riquelme apuntó entonces que llegaría inversión "en el cortísimo plazo para desarrollar su potencial". Era parte de la hoja de ruta marcada por el plan industrial con el que aporta a la empresa 3.200 millones de euros de carga de trabajo en los próximos tres años, con rentabilidad garantizada.

Cómo será esa carga de trabajo en específico es uno de los detalles a desvelar próximamente. De momento queda otra cifra: la línea de avales por 150 millones que le prometió entonces el Gobierno.