Carlos Torres se ha enfrentado este viernes a su primera presentación de resultados como presidente de BBVA. Y no ha sido una jornada fácil ni para él ni para el nuevo consejero delegado del Grupo, Onur Gençque le ha acompañado en la presentación. Tal y como era de esperar, la trama por el ‘caso Villarejo’ ha enrarecido la sesión en la que el banco ha presentado un beneficio de 5.324 millones de euros, un 51% más que en 2017 gracias a la venta de su filial en Chile.

Más allá delos números, el riesgo reputacional al que se enfrenta la entidad ha copado las preguntas de los periodistas. Torres ha querido dejar claro que la investigación en curso se está llevando a cabo “con todo el rigor e independencia”, advirtiendo que “habrá tolerancia cero” si se demuestran las supuestas escuchas que el Grupo Cenyt, empresa del excomisario Villarejo, realizó para BBVA durante el intento de ‘asalto’ de Sacyr a la entidad. 

Aun así, el presidente del BBVA ha querido ‘echar un capote’ a su antecesor, Francisco González, que actualmente ocupa la presidencia de honor del banco. “He hablado con él y me ha transmitido una conciencia muy tranquila”, ha asegurado el directivo. “Dice que no sabía nada de las irregularidades de las que se habla en los medios y, respecto a su posible renuncia, no hay hechos constatados y no tenemos que precipitarnos", ha asegurado. “Yo creo a Francisco González, es una persona de principios”, ha sentenciado, asegurando que “yo no soy nadie para pedir la renuncia de nadie".

"He hablado con Francisco González y no sabía nada de las irregularidades"

Torres ha aprovechado para ofrecer una visión personal sobre la figura de Francisco González y, del mismo modo que estos días han hecho otros directivos del país, ha explicado que, tras 10 años trabajando con el banquero, “me ha demostrado un enorme liderazgo con una actitud íntegra y un espíritu incansable, para todos ha sido un ejemplo y un visionario”. Francisco González siempre ha puesto el interés de BBVA por encima de todo”, ha insistido Torres, indicando que la salida de la presidencia del banco un año antes de lo previsto "no tiene nada que ver con la investigación".

A pesar de todo, el presidente de BBVA asegura que su opinión personal no influirá en la investigación y ha reconocido que “a diario pienso qué haría él en mi lugar y creo que haría lo mismo, asegurarse de que la investigación es profunda e independiente para que no quede duda de que vamos a levantar todas las piedras”.

INVESTIGACIÓN EN CURSO

Carlos Torres, que asguera que "no he hablado mucho del tema" con otros banqueros, ha insistido en que si la investigación demuestra que las noticias de las últimas semanas son ciertas, “estaríamos hablando de cuestiones muy graves que son diametralmente opuestas a lo que el banco representa”. Sin embargo, el directivo asegura que “a día de hoy no se han constatado la veracidad de nada”. “Hay cosas que no son verdad y hay simples conjeturas que se dan por ciertas y están lejos de serlo”, ha criticado.

Torres ha querido dejar claro que la investigación interna que el banco había desarrollado desde junio ha pasado ya a manos de terceros. En concreto, de PwC bajo la dirección de Garrigues y con la asesoría del despacho Uría. Según ha explicado el banquero, se trata de una investigación muy extensa “que cubre un periodo muy largo, con volúmenes de información gigantescos, millones de documentos y de folios, por lo que no se sabe muy bien cuándo va a terminar”. Según indica, el horizonte temporal que manejan los expertos para terminar la investigación es de “meses”. Un plazo que se extendería si el proceso es judicializado “si no lo está ya”, ha indicado el presidente del banco.

El directivo ha reconocido que la entidad cuenta con servicios de inteligencia que considera normales ante las necesidades de seguridad del sector. “Si se demuestra que las noticias son ciertas, habrá tolerancia cero sin contemplaciones de ningún tipo”, ha insistido Torres que ha sentenciado que “BBVA ha sido, BBVA es y BBVA será un banco honesto”.

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