La banca mueve ficha para frenar el impacto de los tipos de interés negativos
- Las entidades empiezan a cobrar intereses a los grandes clientes corporativos
- Los altos patrimonios, en el punto de mira del sector financiero en Europa
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Una imagen casi apocalíptica. Es la visión que los inversores tienen sobre el sector bancario español –y europeo- ante la evidencia de que los tipos de interés en mínimos nos acompañarán durante un largo, larguísimo, periodo de tiempo. Es más, el Banco Central Europeo (BCE) dejó claro en su última reunión de julio que está dispuesto a bajar al lodo para evitar el parón económico, recortando de nuevo los tipos de interés hasta dejarlos en negativo.
Según los analistas, el organismo ya ha preparado el camino para dejar el precio del dinero en el -0,10%... e incluso se plantea la posibilidad de reducir el tipo de facilidad de depósito al -0,50% desde el –0,40% actual.
Un paso, de nuevo, inédita que marcará la última decisión de Mario Draghi al frente de la institución antes de dejar su cargo el próximo 31 de octubre. Las previsiones no pueden ser peores para el sector bancario que desde hace años sufre el impacto de los tipos negativos en su rentabilidad. “Nuestra materia prima, el dinero, no vale nada, y tenemos que tomar medidas ya”, expresan desde una entidad financiera nacional.
ARDEN LOS CORRILLOS
El mensaje se ha repetido estas últimas semanas en los corrillos tras las presentaciones de resultados de la gran banca cotizada. Los directivos del sector tienen claro que si el BCE prolonga esta política monetaria, “lo lógico” es cobrar a los clientes por sus depósitos. Pero nadie se atreve a mencionar la palabra “minorista”… aunque la posibilidad de cobrar por las cuentas de particulares está en la mente de todos. Mucho más después de conocerse que UBS estudia cobrar un 0,75% anual a las cuentas de altos patrimonios (particulares, no minoristas). En concreto, a aquellas con más de dos millones de francos suizos, unos 1,8 millones de euros. Si finalmente lo lleva a cabo, nadie duda de que otras entidades seguirán sus pasos.
Ante este difícil entorno, el sector se ha puesto manos a la obra para limitar el impacto de los tipos negativos. Para empezar, Banco Sabadell, CaixaBank y Bankia se han visto obligados a recortar los objetivos de sus planes estratégicos. Unos en márgenes y otros en beneficios.
“Con este escenario, no vamos a alcanzar el objetivo de beneficio de 2020”, reconocía José Sevilla, consejero delegado de Bankia, en la presentación de cuentas trimestrales de la entidad. El banquero dejó claro que, a finales de año y con los presupuestos de 2020 sobre la mesa, “incorporaremos nuevas medidas para paliar el efecto de los tipos en negativo”. De hecho, la entidad confirmó que lleva “varios trimestres cobrando por los depósitos de institucionales y grandes empresas”, descartando la posibilidad de cobrar a los particulares.
NI HABLAR DEL MINORISTA
“No compensaremos la caída del precio del dinero ni cobrando a los particulares ni cobrando más a los institucionales”, sentenciaba María Dolores Dancausa desde Bankinter.
En el mismo sentido se han manifestado el resto de grandes banqueros del país. José Antonio Álvarez, consejero delegado del Santander, aseguró durante la presentación de cuentas semestrales del banco que si el giro 'dovish' del BCE se alarga en el tiempo, la entidad estudiaría el cobro de intereses a los "grandes saldos inactivos" de las empresas, descartando aplicar esta medida en las cuentas que sí tengan actividad.
De este modo, los grandes clientes corporativos con cuentas "que no sean no operativas" se sumarían a otros a los que el banco, como el resto del sector, lleva tiempo trasladando los tipos negativos. Es el caso de las liquidaciones de clientes institucionales, como bancos o aseguradoras, o de los depósitos de otros bancos, así como de las gestoras de fondos por la liquidez que depositan en sus cuentas.
CLIENTE A CLIENTE
Por su parte, el consejero delegado del BBVA, Onur Genç, explicó que la política del banco depende de la relación con cada cliente. “Distinguimos entre precios, clientes, la relación con ellos… y sí hay casos en los que estamos cobrando por los depósitos”, explica el directivo. Dependiendo de la evolución de la curva, seguiremos con la misma política”, añade de cara al futuro.
Sabadell también lleva meses cobrando por los depósitos de los institucionales, con la previsión de que el cobro a las empresas, que la entidad aún no aplica, termine por imponerse en todo el sector. “Es una lógica de la situación de tipos”, expresó Jaume Guardiola, consejero delegado del banco. El directivo tampoco descartó que el escenario acabe afectando en un futuro a los particulares: “creo que no va a llegar, pero el paradigma es de tal calibre que…”, matizó.
MENSAJE AL BCE
La gran pregunta es… ¿hasta cuándo puede sostener la banca esta situación sin que afecte a los minoristas? En este sentido, los banqueros también aprovecharon la reciente ronda de resultados para mandar un ‘mensaje’ al BCE, explicando los baches que para ellos supone la actual política monetaria del organismo. Banco Santander, por ejemplo, calcula que una caída de 100 puntos básicos en los tipos de interés supone un impacto de 1.000 millones de euros en los ingresos del Grupo en Europa.
Desde la entidad reconocen que los tipos bajos sí han tenido efectos positivos para la economía. Y el mismo mensaje lanzan desde Bankia. Sin embargo, su consejero delegado dejó claro que, además de para la banca, “la situación actual es negativa, sobre todo para los pequeños ahorradores”. Según recordó el directivo, "la única alternativa libre de riesgo para ellos es tener el dinero en depósitos o letras a corto plazo que, si se tiene en cuenta la inflación, al final dan una rentabilidad negativa”
BBVA también ha explicado que la caída en un punto porcentual en los tipos de interés penalizaría su margen en un 9%. Sin embargo, Onur Genç insistió en que, frente a sus competidores, la entidad puede verse favorecida por el actual escenario de tipos gracias a que buena parte de su negocio está expuesto a mercados emergentes “cuyas economías prosperan en este tipo de entornos”.
Es evidente que la banca española ha empezado a mover sus hilos para no caer en la espiral bajista de los tipos negativos. Y cada entidad decidirá su estrategia de cara a 2020. Tal y como expresaron los directivos de CaixaBank durante sus resultados semestrales, la relación con los clientes particulares “no será rentable solo con los depósitos”, por lo que habrá que buscar esa rentabilidad más allá de las cuentas corrientes.