El 'vacío legal' deja vía libre a la banca para cobrar a sus clientes por los depósitos
- La regulación no establece límites que protejan al cliente ante esta posibilidad
- La nueva Ley Hipotecaria sí blinda a la banca frente al impacto de los tipos negativos
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Junio de 2014. El Banco Central Europeo (BCE) comienza a penalizar el exceso de liquidez de la banca para intentar que el sector traslade ese dinero ‘sobrante’ a la economía real. Dos años después, en marzo de 2016, el organismo comandado por Mario Draghi apretaba aún más las tuercas y establecía el interés de la facilidad de depósito en el -0,40%.
Este escenario, que el BCE mantiene vigente y que incluso podría intensificarse con más rebajas de los tipos, ha provocado situaciones inéditas. Entre otras, que España se financie a tipos negativos, que la remuneración de los depósitos apenas sea del 0,04% o que el euríbor se mantenga en negativo desde febrero de 2016.
El entorno ha complicado, y mucho, el objetivo de los bancos de mejorar su rentabilidad. Y la posibilidad de cobrar al cliente por sus depósitos para contrarrestar el impacto de los tipos negativos está de nuevo sobre la mesa. “Nuestra materia prima vale cero y eso acabará pasando”, aseguraban esta semana los analistas de Bankinter.
"A falta de una legislación que proteja a los clientes contra los tipos negativos, como ya existe en el caso de las hipotecas, todo dependerá de la política comercial de las entidades"
La entidad ha sido la primera en hablar alto y claro sobre esta posibilidad. Sobre todo, porque el sector no encontraría trabas legales para hacerlo. “Abrir una cuenta o un depósito es parte de un contrato privado y libre entre entidad y cliente”, explican fuentes del Banco de España.
Desde Zunzunegui Abogados coinciden, en este sentido, en que la decisión de cobrar al cliente por el dinero ‘aparcado’ en el banco dependería de la política comercial de cada entidad. “No existe ningún apartado en la regulación bancaria que impida o limite lo que una entidad puede cobrar a sus clientes por los depósitos”, insisten desde otro bufete de abogados.
De hecho, ya hay bancos que, como depositarios, cobran por la liquidez que los fondos de inversión, planes de pensiones o seguros mantienen en sus carteras. “También hay entidades que ya cobran por el dinero depositado en cuenta para grandes empresas”, explica Sergi Torrens, responsable del centro de planificación financiera Quiero Asesorarme. De hecho, este asesor financiero reconoce que “ya han amenazado con hacer lo mismo a varios clientes particulares de importes elevados”.
La primera pregunta ante esta situación parece evidente: si me cobran por mi depósito, ¿me pagarán por los préstamos o por mi hipoteca? Y la respuesta desde el ámbito jurídico es firme: no. Mientras que el ‘vacío legal’ permitiría el cobro de depósitos, la nueva Ley Hipotecaria ha blindado al sector ante los tipos negativos.
En concreto, hasta la entrada en vigor de la norma el pasado 16 de junio, el sector había rechazado de pleno esta posibilidad argumentando que es contradictorio tener que pagar por pedir prestado. Ahora, la nueva Ley confirma en su artículo 21.4 que “el interés remuneratorio no podrá ser negativo”. Es decir, el hipotecado nunca cobrará intereses ‘por ley’, con lo que consagra que el límite es el 0%.
HABLAN LOS CLIENTES
Esta asimetría, en la que la regulación ‘protege’ al banco frente a los tipos negativos, pero no establece límites con los depósitos, ha puesto en alerta a las asociaciones de consumidores, que ya empiezan a reclamar una norma que regule esta operativa más allá de los artículos 1758-1789 del Código Civil que regulan el contrato de depósito.
Los expertos coinciden en que cobrar por los depósitos será muy difícil para el sector. No solo por su coste reputacional, sino también por la posible salida de depósitos a la que estarían expuestos. Actualmente, y pese a la baja remuneración, los hogares españoles tienen más dinero que nunca en depósitos. En concreto, 800.000 millones de euros. “La competencia entre bancos es brutal para captar clientes y, si no van todos a una, el dinero se moverá hacia las entidades que menos cobren por sus servicios, como ya ocurre con la banca digital”, indican desde Adicae.
Desde Facua, Rubén Sánchez considera que, en este entorno, lo más probable es que la banca se plantee incrementar las comisiones de los servicios en sucursal, sin descartar que lleguen a “cobrar por los depósitos que se realizan en la oficina”, con el fin de desviar a los clientes hacia la operativa online o hacia otro tipo de productos que generan mayores ingresos por comisiones, como los fondos de inversión.
A su juicio, “la legislación bancaria tiene que avanzar para regular la situación de los depósitos, además de establecer más límites a determinado tipo de comisiones, como las que se establecen por las transferencias, el uso de cajeros, etc”. Además, advierten de que la medida no tendría gran recorrido. “Sería como cuando las aerolíneas cobraban al cliente por el uso de la tarjeta al comprar un vuelo: te cobraban por pagar y, en ese caso, la justicia acabó interviniendo declarando ilícitas esas comisiones”, recuerdan.