Acción. El Banco Central Europeo (BCE) anunció el 12 de septiembre que desde este miércoles, 18 de septiembre, los bancos europeos iban a afrontar una penalización mayor, del -0,50%, por su exceso de liquidez y que desde el 30 de octubre esta sanción será atenuada en parte por la entrada en vigor de un nuevo sistema de niveles ('tiering') mediante el que parte de ese dinero sobrante dejará de ser castigado. Reacción. Los bancos le han dicho al BCE que muy bien, que si esas son las novedades y ese es el calendario, nada de acumular más dinero, sino todo lo contrario, hasta finales de octubre.
Las dos operaciones de financiación que la entidad presidida por Mario Draghi ha llevado a cabo esta semana confirman esta respuesta. Primero, y como aviso, la operación principal de financiación (MRO, por sus siglas en inglés), con la que presta al sector todo el dinero que le pide a un plazo de 7 días. La de esta semana se saldó con un montante de 2.000 millones de euros, la suma más baja desde mediados de 2018, solicitados por 34 entidades.
Y segundo, y ya como gran constatación, la operación con la que ha estrenado la tercera edición de su financiación bancaria a largo plazo con objetivo específico, conocida por sus siglas TLTRO III, y cuyo resultado se conoció este miércoles. Solo acudieron 28 entidades, que le pidieron 3.400 millones. Entre ellas no figuraron ni las españolas ni las italianas.
Los precedentes del TLTRO I y el TLTRO II muestran unas siempre odiosas comparaciones: a la primera ronda del TLTRO I, en septiembre de 2014, fueron 255 bancos y pidieron 82.600 millones y a la inaugural del TLTRO II, en junio de 2016, se personaron 514 bancos y demandaron 399.000 millones de euros.
ESPERANDO AL 25 DE SEPTIEMBRE
Si el volumen del MRO ya fue bajo, el del TLTRO III resultó muy sorprendente. Porque se esperaba más. Más bancos y más demanda. Pero ni lo uno ni lo otro. Y en gran medida se esperaba más porque la semana pasada los bancos anunciaron al BCE que iban a pagar de manera anticipada 31.827 millones de euros procedentes del TLTRO II. Ese pago se efectuará el 25 de septiembre, el mismo día en que el BCE abonará a las entidades el dinero que le han pedido en la primera operación del TLTRO III. Esta pretendida coincidencia buscaba, precisamente, evitar distorsiones o tensiones en el mercado de financiación a corto plazo y dar oportunidad al sector de pedir tanto dinero -o una suma similar- como el que estaba dispuesto a devolver por adelantado.
Pero no. La banca se ha quedado muy lejos de ese volumen, con lo que el próximo miércoles, de manera neta, su liquidez se restringirá en 28.400 millones de euros. "Los bancos no han querido más liquidez. Las novedades del pasado jueves son relevantes como para que no tengan impacto, el sector ha hecho cálculos y el TLTRO III tendrá que esperar", manifiestan fuentes del mercado.
Esa espera se prolongará hasta diciembre, que será cuando tendrá lugar la segunda ronda del TLTRO III, cuyo resultado se conocerá el 12 de diciembre. Y para este reenganche sí se espera más actividad, porque para entonces ya estarán en vigor todas las medidas anunciadas la semana pasa por el BCE. En especial, el 'tiering', que, con los datos de liquidez actuales, rebajará el exceso de liquidez expuesto a la penalización del -0,50% en más de 650.000 millones de euros.
Por ahora, eso sí, los bancos siguen pagando este interés de penalización por todo el dinero que les sobra. Y no es poco, precisamente: 1,73 billones de euros, que desembocan en un pago diario próximo ya a los 24 millones de euros. Será así hasts el 30 de octubre.
Desde entonces, y con ese mismo dato de 1,73 billones, el peaje diario se reduciría en casi 10 millones, hasta los 14,6 millones. Esta es, precisamente, una de las razones del pinchazo del estreno del TLTRO III: aligerar esta 'factura' en la medida de lo posible cargando con menos liquidez.
Con el añadido de que por el camino, y antes de la ronda de diciembre, el BCE bombeará dinero nuevo con la puesta en marcha en noviembre del segundo programa de compras netas de activos en el mercado (QE2), que engordará tanto el balance de la entidad como el exceso de liquidez. Ante la llegada de este dinero, los bancos prefieren llegar al 'tiering' y al QE2 con el 'dinero justo' para limitar al máximo la penalización que sufren al estar los tipos de depósito en negativo. Sobre todo, aquellas entidades que ya tienen ajustado su exceso de reservas a las condiciones del 'tiering' y que no quieren nutrirlas más porque entonces sí se verán castigadas por esas reservas adicionales. Es el caso de los bancos españoles, de ahí que dejaran pasar la ronda inicial del TLTRO III.
MAYOR VIGILANCIA
Para el BCE, el resultado de la operación de este jueves le obligará a estar más pendiente de los posibles efectos en el mercado monetario. Es decir, la próxima semana, cuando se haga efectivo ese drenaje de 28.400 millones, tendrá que vigilar si se produce algún tipo de distorsión en forma de mayor escasez de financiación disponible a corto plazo y, por tanto, unos mayores intereses para conseguirla.
Si la entidad detecta tensiones, intervendrá con operaciones especiales para reforzar la liquidez en segmentos como el mercado de repos -préstamos a muy corto plazo respaldados por garantías, fundamentalmente deuda pública-, claves para lubricar la financiación de bancos y empresas a corto plazo y para la correcta transmisión de la política monetaria. Precisamente, la Reserva Federal (Fed) estadounidense se ha encontrado en los últimos días con tensiones en los mercados monetarios y las ha aliviado con tres operaciones especiales, las primeras de este calibre que lleva a cabo desde 2008, por un importe de 203.150 millones de dólares.