Los afectados por los bonos del Popular podrán reclamar hasta noviembre
- La Audiencia Nacional confirmó una multa de un millón por malas prácticas
- El mes que viene se cumplen cuatro años de su conversión obligatoria
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Los clientes que suscribieron bonos del Banco Popular podrán reclamar el reintegro de su inversión hasta mediados de noviembre, mes en el que se cumplen cuatro años de la conversión obligatoria de este producto en acciones y en el que expira, por tanto, el plazo para solicitar la nulidad del contrato.
En 2009, la entidad colocó unos 700 millones de euros en bonos subordinados a un precio que quedó establecido en 3,64 euros por título y que más tarde fueron canjeados por otros de nueva emisión, cuyo vencimiento se produjo en noviembre de 2015, dos años después de lo inicialmente previsto.
Según explicó el Popular en su hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), dicho cambio permitiría a las acciones del banco acercarse al importe de conversión fijado -de 17,69 euros, muy por encima de los 2,50 euros que marcaban en 2012-, lo que beneficiaría a sus titulares.
Además, la nueva emisión establecía la posibilidad de canjear los bonos convertibles una vez al trimestre, mientras que los de 2009 sólo ofrecían estas ventanas de liquidez una vez al año. Sin embargo, en 2015, apenas meses antes de su vencimiento, se sucedieron las primeras demandas contra el Popular por la comercialización de un "producto financiero de inversión complejo y arriesgado" que algunos clientes calificaron de "tóxico".
Un año más tarde, en junio de 2016, el Tribunal Supremo dio por probado que la entidad "no informó de los riesgos del producto contratado", en aquel caso en concreto a la compañía demandante que acudió a la oferta "de buena fe e inducida por la confianza".
Argumentos similares a los que empleó la CNMV, que sancionó al Popular con un millón de euros por una infracción "muy grave" del deber de información al cliente.
Para el socio de Lean Abogados Ignacio Para, esta carencia sometió al inversor a un "fraude" en tanto que "la pérdida era evidente desde el mismo momento de la comercialización, pero a la entidad no le interesó hablar de esta circunstancia para captar el dinero".
Y es que, insiste, "pensar en que el valor de la acción fuera a superar los 17 euros era absolutamente inverosímil" en noviembre de 2015, cuando estaba oscilando entre 3,5 y 5 euros.