La cruzada de la banca para conseguir clientes más rentables ha pillado a muchos ‘con el pie cambiado’. Aunque las comunicaciones sobre la modificación de las condiciones en algunas cuentas llevan realizándose desde finales de 2019, desde las entidades señalan que es en estos primeros días de febrero cuando se ha acelerado la afluencia de ‘afectados’ a las oficinas solicitando información al respecto.  

CaixaBank ha sido la última en sumarse a esta tendencia y hace unos días comenzó a informar a sus clientes de los nuevos requisitos que habrá que cumplir para mantener las cuentas de forma gratuita. Para empezar, se librarán de las comisiones aquellos que mantengan una nómina de más de 600 euros domiciliada o si cuentan con más de 20.000 euros invertidos en determinados productos del banco (fondos, planes de pensiones y seguros de ahorro). La segunda condición será domiciliar tres recibos o realizar tres compras al trimestre con la tarjeta asociada a la cuenta. Es decir, el cliente con nómina y que suela realizar movimientos con su tarjeta, no tendría por qué preocuparse del nuevo coste de su cuenta.

Pero cuidado si no cumplen las condiciones. Por ejemplo, la cuota será de 60 euros trimestrales si no se domicilia la nómina. Es decir, 240 euros al año. Si el cliente sí domicilia sus ingresos (o invierte 20.000 euros en productos financieros), pero no cumple con el requisito de domiciliar recibos y los pagos con tarjeta, la comisión sería de 15 euros al trimestre (60 euros al año)

Para que la operativa con la entidad sea cien por cien gratuita, desde la entidad recomiendan utilizar los canales digitales o los cajeros automáticos, pues las operaciones en oficina tendrán un coste de 2 euros por operación (salvo para los mayores de 65 años, que podrán realizar hasta 4 operaciones de forma gratuita). 

OBJETIVO: PRODUCTOS MÁS RENTABLES

CaixaBank sigue así los pasos de otros bancos que desde finales de 2019 han ido modificando su estrategia para mover el dinero ‘parado’ de sus clientes hacia productos financieros más rentables, en un entorno de tipos negativos que ha mermado, y mucho, los  ingresos  del sectorBankia, por ejemplo, solo mantiene su política de ‘comisiones cero’ a los clientes que cumplan las condiciones del perfil digital, como tener la cuenta domiciliada y cumplir uno de los siguientes requisitos: dos compras al mes con tarjeta de crédito, contratar un seguro de hogar o tener al menos 30.000 euros en fondos o planes de pensiones. 

Si no se cumplen estas últimas condiciones, pero el cliente tiene los ingresos domiciliados, la comisión de la tarjeta será de 14 euros al año, más 72 euros  de mantenimiento (6 euros mensuales). Sin los ingresos domiciliados, la cifra sube a 28 euros anuales por la tarjeta de débito. 

Los clientes de la Cuenta Expansión de Banco Sabadell también han empezado a pagar una comisión de mantenimiento de 30 euros trimestrales (120 euros al año) para los ingresos periódicos superiores a 700 euros. Para evitar el pago, la entidad exige contratar un seguro o algún préstamo en el banco, además de domiciliar la nómina. Si no, el cliente puede optar por invertir al menos 10.000 euros en fondos de inversión comercializados por el banco.

BBVA también empezará a cobrar una comisión de 100 euros al año a sus clientes con nómina domiciliada si no cumplen ciertas condiciones, como tener un mínimo de cinco recibos domiciliados o una tarjeta con siete movimientos registrados en los cuatro meses anteriores a la liquidación. 

EL PLAN DE UNICAJA

Unicaja es otra de las entidades que ha establecido una política de vinculación para evitar las comisiones (el denominado 'Plan Cero'). En concreto, el cliente tiene que domiciliar una nómina de más de 600 euros y realizar un mínimo de dos operaciones mensuales con la tarjeta para mantener su cuenta gratuita. Además, tendrá que contratar un seguro comercializado por la entidad, o invertir en un fondo, plan de pensiones o seguro de ahorro del banco.

En caso de no cumplir los requisitos del 'Plan Cero', el coste anual de mantenimiento de la tarjeta de débito será de 28 euros al año. La de la cuenta dependerá del saldo total trimestral, oscilando entre los 6 euros trimestrales (24 euros anuales) para volúmenes de 35.000 euros, a los 21 euros trimestrales (84 euros al año) para un saldo medio de 800 euros sin vinculación.

Noticias relacionadas