“Todas las previsiones, todos los proyectos y algunas de las cosas de las que siempre nos hemos enorgullecido como la regularidad de resultados han quedado paralizados”. Con estas palabras María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, ha comenzado la presentación de cuentas de la entidad, que cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 130 millones de euros, un 10% menos que en el mismo periodo de 2019, tras provisionar 107,3 millones de euros para enfrentarse a la crisis del coronavirus, un 94,5% más que un año antes.
Durante la conferencia telemática que Dancausa ha desarrollado desde su propio domicilio, la directiva ha explicado que las cuentas hasta marzo “recogen el impacto de las últimas semanas del mes, con los pésimos augurios sobre la economía, incluidas las vertiginosas caídas de los mercados”.
Pero a su juicio, lo peor está por llegar. Por eso, y aunque no lo han comunicado de forma oficial, la directiva ha confirmado que la alta dirección del banco no cobrará su retribución variable este año, en línea con lo que han hecho otras entidades como BBVA. "No lo hemos comunicado, pero no lo vamos a cobrar porque no vamos a cumplir con los objetivos de negocio debido a la crisis", ha insistido la directiva.
Del mismo modo, la entidad no descarta cierto retraso en la salida a bolsa de Línea Directa, por la demora en su aprobación por parte de los reguladores. En esta línea de contención, Bankinter también ha decidido poner en cuarentena el reparto de dividendos "al menos hasta octubre", en línea con las recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE).
La entidad sí que distribuyó el pasado 26 de marzo su dividendo complementario a cuenta de 2019. Tradicionalmente, desembolsa un pago trimestral, con lo que los accionistas tendrán que esperar para percibir los pagos correspondientes a junio y septiembre hasta que la política de retribución vuelva a la normalidad.
Impacto de medidas del Gobierno
En los últimos trimestres, Dancausa había sido especialmente crítica con las medidas adoptadas por el Gobierno de coalición, demostrando en varias ocasiones su "inquietud" hacia algunas medidas impulsadas desde la 'rama' de Unidas Podemos en el Ejecutivo.
Pues bien. Su discurso ha dado un giro de 180 grados para limitarse a desear que la hoja de ruta para luchar frente al coronavirus sea la adecuada. “Mi opinión sobre la gestión de la crisis por parte del Gobierno es irrelevante. Lo que pase será juzgado por los hechos y por los resultados en el futuro y no por la propaganda o las distintas opiniones", asegura.
La directiva ha querido dejar claro que “es ahora, en estos momentos excepcionales de incertidumbre, cuando debemos demostrar las capacidades del banco, incluida la adaptación a los nuevos tiempos, reconociendo humildemente que no siempre daremos resultados mejores que los del trimestre anterior”.
Dancausa, firme defensora de la imagen del sector bancario en los últimos años, ha sorprendido al asegurar que "si les soy sincera, en estos momentos tampoco me importa mucho la reputación”, recordando, eso sí, que "la banca es el último dique de contención de las empresas. Todo lo que se produce aguas arriba en las empresas nos llega al embalse de las bancos".
En este sentido, Bankinter deja claro que "el impacto de la crisis en toda su amplitud se va a empezar a ver a partir de ahora", sin descartar nuevas provisiones por parte de la entidad en los próximos trimestres. Tal y como ha explicado Jacobo Díaz, director financiero del Grupo, de los 107,3 millones de euros provisionados hasta marzo, 71 millones corresponden al coste de riesgo calculado en el trimestre, de los que 20 millones de euros estarían destinados a frenar el impacto del coronavirus.
"Estamos en modo defensa, de los clientes, de los empleados y del valor para nuestros accionistas", ha asegurado, dejando claro que, pese a la esperada caída de resultados en los próximos trimestres, "en Bankinter no sobra nadie", descartando posibles ajustes de plantilla en el futuro.
Avales y moratorias
La entidad ya ha agotado todos los avales de los préstamos del ICO para empresas y autónomos afectados por la crisis, y asegura que cuando llegue el segundo tramo también lo cerrarán de inmediato. Respecto a las moratorias establecidas por el Gobierno y la propia entidad en hipotecas, Bankinter ha recibido 2.500 solicitudes en las últimas semanas (1.000 acogiéndose a la moratoria del Gobierno y 1.500 a su iniciativa privada).
En créditos al consumo, aseguran que el número es más bajo todavía, aunque sí esperan un repunte en las próximas semanas. Aún así, Jacobo Díaz no cree que se vaya a producir un fuerte deterioro en el balance de la entidad. "No creo que vayamos a llegar a niveles de morosidad de la crisis anterior", asegura.
Apuesta por lo digital
Dancausa ha explicado que, desde el inicio del confinamiento,la prioridad del banco ha sido preservar la salud de los empleados y que ya trabaja en un proyecto de desescalada que se llevará a cabo de forma extremadamente gradual. El pasado 13 de marzo, toda la plantillla de servicios centrales de la entidad ya estaba trabajando en remoto y, a día de hoy, el cien por cien teletrabaja en todos los negocios, salvo las oficinas que mantienen abiertas (un 50% del total) a pie de calle.
"Los equipos como de mesa de trading o gestión de carteras trabajan con total normalidad y sin problemas. Creo que esta crisis será el catalizador de cambios profundos en la modalidad del trabajo", ha insistido la banquera en una firme defensa del teletrabajo.
Pese a los cierres de sucursales, Dancausa asegura que la actividad comercial del banco ha seguido adelante estas semanas, gracias precisamente a las herramientas digitales con las que han duplicado los contactos con clientes. Solo la semana pasada, Bankinter realizó cuatro millones de notificaciones y envió 800.000 mails a sus clientes.
Además de en la actividad comercial, desde la entidad aseguran que lo digital también ha calado en el comportamiento de sus clientes. De hecho, la captación digital del banco ha crecido un 92% desde el inicio del estado de alerta, sus usuarios de las aplicaciones también, sobre todo en segmentos como el bróker y productos como préstamos o pago de impuestos. Del mismo modo, la entidad ha considerado las líneas ICO como un producto digital, con la puesta en marcha de la firma electrónica para acceder a estos préstamos avalados.