La última encuesta de préstamos al consumo del Banco de España deja una dura advertencia de la banca a empresas y familias: los criterios para conceder créditos serán más duros en los próximos meses tras percibir un repunte de la morosidad derivado de la crisis del coronavirus.
El mensaje coincide con el final de la línea de avales ICO de 100.000 millones de euros puesta en marcha por el Gobierno para facilitar la liquidez a las empresas y autónomos afectados por la crisis, que el Gobierno ha decidido no ampliar pese a las peticiones del propio Banco de España. Aunque el Ejecutivo sí ha puesto en marcha otro paquete de 40.000 millones del ICO, más otros 10.000 millones en un fondo de 'rescate' empresarial, esta nueva línea solo estará disponible para empresas que estén dispuestas a realizar inversiones.
El Banco de España certifica en su encuesta que, en cuanto al impacto de la ratio de dudosos sobre la política crediticia, las entidades tanto de la zona euro como las españolas señala que “la evolución del nivel de morosidad en el primer semestre de 2020 favoreció un endurecimiento generalizado de la oferta crediticia, algo más acusado en el segmento de financiación a hogares para consumo, especialmente en España. En ambas áreas se anticipaba una posible prolongación de estos efectos durante el segundo semestre del año”.
Bajo este escenario, las entidades financieras españolas y europeas esperan un endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos en todas las modalidades durante el tercer trimestre de 2020 que, en términos de morosidad, sería de mayor intensidad en los segmentos de los préstamos a las empresas a los hogares para consumo y otros fines distintos de la adquisición de vivienda.
Respecto a los factores a través de los cuales influiría la ratio de morosidad, los bancos señalan que el endurecimiento previsto en los criterios se produciría por los mayores riesgos percibidos y por la menor tolerancia al riesgo por parte de las entidades, y, en menor medida, por factores relacionados con los costes de financiación y la disponibilidad de fondos.
Evolución del crédito
La evolución de la actividad crediticia en el segundo trimestre estuvo muy influenciada por la crisis del coronavirus, que motivó una relajación de los criterios y condiciones en la concesión de préstamos a empresas y un endurecimiento en la oferta a los hogares, así como un fuerte incremento de la demanda de crédito por parte de las sociedades y una intensa caída de la procedente de los hogares.
En el segmento de empresas, las solicitudes de crédito registraron su mayor incremento desde el inicio de la encuesta en 2003 por el aumento de sus necesidades de liquidez, principalmente para financiar circulante, y las entidades financieras relajaron los criterios de aprobación de préstamos y las condiciones aplicadas, influidas por la introducción de la línea de crédito ICO Covid-19, avalada por el Estado.
En el crédito a hogares, la demanda sufrió un fuerte descenso en un contexto de creciente incertidumbre económica y reducción de la actividad, al tiempo que se ya se endurecieron los criterios y las condiciones aplicadas por los bancos tanto en el crédito para la adquisición de vivienda como en el destinado a consumo y otros fines, debido al aumento de los riesgos percibidos y al deterioro del panorama económico general.
En una pregunta ad hoc sobre los mercados de financiación, tanto las entidades españolas como las del conjunto de la UE percibieron durante el segundo trimestre un deterioro en las condiciones de acceso a casi todos los mercados mayoristas, especialmente en los de valores de renta fija y en la capacidad para transferir riesgo fuera de balance, y, en el caso de la eurozona, también en los mercados monetarios a plazo más largo. Sin embargo, en los mercados minoristas las condiciones de acceso mejoraron tanto en España como en la UE.