Liberbank registró en los tres primeros trimestres de 2020 un beneficio neto de 59 millones de euros, un 38,9% inferior al mismo periodo del año anterior, tras destinar 177 millones a saneamientos.
Pese al impacto de los rebrotes de la pandemia en este periodo trimestral, Liberbank logró incrementar su ritmo de actividad bancaria, cuyo impulso comercial, unido el efecto positivo de la evolución de los canales digitales y remotos, y al desarrollo del modelo de banca abierta, ha permitido, junto a la continuidad en la contención de gastos, la mejora en todos los márgenes de la cuenta de resultados en doble dígito y que la aportación al beneficio del tercer trimestre fuera positiva, de 18 millones, una cifra similar a la registrada en los dos trimestres previos a la Covid.
La entidad aumentó hasta septiembre el volumen de negocio, tanto en recursos de clientes (con un crecimiento del 7,3%) como en inversión crediticia, que continuó su senda de fuerte incremento, elevándose el saldo vivo un 8,4%.
Destaca la actividad hipotecaria, cuyo saldo aumentó un 7% y las nuevas formalizaciones de préstamos alcanzaron una cuota de mercado del 6,5%, el triple del tamaño de Liberbank en el sector bancario.
Pese al nuevo y complejo escenario económico, Liberbank mantuvo el proceso de reducción de activos improductivos, rebajando la tasa de mora por debajo del 3% (frente al 3,9% de doce meses antes), y reducir la ratio de activos improductivos al 7,5%, más de dos puntos menor que el 9,8% del tercer trimestre de 2019, al tiempo que aumentó la ratio de cobertura de dudosos en cuatro puntos, hasta superar el 54%.
Saneamientos adicionales
Ante el impacto de la pandemia y los rebrotes durante el tercer trimestre en el escenario económico, Liberbank ha destinado 177 millones de euros a saneamientos, de los cuales 108 fueron para saneamiento del crédito, en un ejercicio de máxima prudencia y de anticipación a un mayor deterioro del escenario macroeconómico.
Tras este ejercicio de prudencia y de anticipación, el beneficio antes de impuestos fue de 80 millones de euros, un 34,3% inferior al de septiembre del año anterior. El beneficio neto ha sido de 59 millones, un 38,9% inferior al mismo periodo del año anterior. La aportación del tercer trimestre del año al beneficio fue de 18 millones, similar a los resultados de los dos trimestres preCovid (15 millones en el último trimestre de 2019 y 19 millones en el primero de 2020).
Mejora en los márgenes
Liberbank registró una mejora en todos sus márgenes de dos dígitos hasta septiembre fruto del mantenimiento del impulso y de la mejora del negocio típicamente bancario. El margen de intereses alcanzó los 384 millones de euros, con un aumento del 10,8 por ciento.
La mejora del margen de intereses recurrente, excluyendo el impacto en el primer trimestre de 14 millones de intereses moratorios de un litigio, registró una mejora del 6,8 por ciento. En el trimestre, el margen de intereses de 125 millones supone la cifra más elevada trimestral de los últimos años, desde que los tipos oficiales están en negativo. En tal sentido, el margen de intereses del negocio minorista registró un alza de un 3,9 por ciento interanual, debido al continuo crecimiento del saldo vivo del crédito performing y a la gestión de precios.
El margen comercial se ha situado en 1,54 puntos porcentuales, manteniéndose estable, en el entorno del 1,6%, desde 2015, a pesar del actual entorno negativo de los tipos de interés, muestra de la capacidad del negocio típico bancario de Liberbank en el escenario de tipos cero de los últimos años.
Por su parte, los ingresos por comisiones han mantenido su senda de creciente mejora, hasta situarse al final de septiembre en 184 millones, con un aumento del 35,6%. En términos recurrentes, el incremento de los ingresos por comisiones fue del 7,4 por ciento respecto al año anterior, destacando las vinculadas a los fondos de inversión.
Por su parte, los gastos han continuado la tendencia ya desarrollada anteriormente de contención, con una disminución del 1,0% en el conjunto de los tres trimestres. El margen de explotación alcanzó los 277 millones, lo que supuso un incremento del 36 por ciento. El coste del riesgo se situó en los 54 puntos básicos, siendo el coste recurrente de 16 puntos básicos.