Hay esperanza para el sector bancario. Banco Santander ha logrado reducir las pérdidas acumuladas hasta junio, que se acercaron a los 10.800 millones de euros por el ajuste contable de su fondo de comercio, tras ganar 1.750 millones de euros en el tercer trimestre. Así, en los nueve primeros meses del año, los números rojos se quedan en 9.048 millones de euros que, según recuerdan desde la entidad, no afectan a la posición de caja ni a la solvencia.
El mismo día en el que la entidad celebra su junta de accionistas para aprobar nuevos dividendos, Santander también ha lanzado un claro mensaje al Banco Central Europeo (BCE) con la evolución de su capital. La entidad ha sumado 14 puntos básicos de capital CET1 de manera orgánica, hasta situar la ratio en el 11,98%, es decir, en la parte alta del objetivo de entre el 11% y el 12% marcado.
En el año, Santander ha reservado 19 puntos básicos (pb) de capital, de los que 13 puntos básicos corresponden al tercer trimestre, para un pago en efectivo a sus accionistas en 2021, sujeto, entre otras condiciones, a las aprobaciones regulatorias y de la junta de accionistas.
Aunque la pandemia ha afectado a la actividad, el banco ha observado mejores tendencias en el tercer trimestre. No solo por el beneficio ordinario del tercer trimestre (1.750 millones de euros, un 18% más que de abril a junio). Detrás de esta mejora está una subida del 7% en los ingresos y las menores dotaciones por insolvencias, que caen un 14%.
Eso sí. Con respecto al tercer trimestre del año anterior, el beneficio ordinario del trimestre se redujo un 4%. En España, el beneficio ordinario fue de 497 millones de euros, un 58% menos que el año pasado, pero un 53% más frente al segundo trimestre gracias a los mayores ingresos de clientes.
Morosidad controlada
La calidad crediticia se mantuvo sólida, con una reducción en la tasa de mora de 32 puntos básicos en los últimos 12 meses, hasta el 3,15%. El 66% de las moratorias ya expiraron y solo el 2% está en fase 3 (es decir, dudosos).
La entidad logró un sólido crecimiento en los volúmenes de clientes, con un aumento del crédito y de los depósitos de un 5% y un 9%, respectivamente. Santander ha aumentado el negocio de préstamos hipotecarios, sobre todo en Reino Unido, mientras los préstamos al consumo volvieron a niveles previos a la crisis de la covid-19, desde los mínimos marcados en abril.
Aunque la financiación a pymes y empresas ha vuelto a sus niveles habituales tras el abrupto incremento que se produjo en las primeras etapas de la crisis, Santander sigue dando un importante apoyo financiero tanto a las pymes y empresas como a particulares, con más de 1.000 millones de euros diarios en créditos durante la pandemia.
A lo largo de estos meses, Santander ha concedido moratorias a hipotecas y otro tipo de préstamos por más de 114.000 millones de euros, alrededor de un 13% de su cartera crediticia. A 30 de septiembre 2020, el 66% de estas moratorias habían expirado, con sólo un 2% por ciento en fase 3 (es decir, dudosos), lo que da al banco una mayor visibilidad del impacto.
Solo en España, el banco ha concedido 72.000 millones de euros a autónomos y empresas, de los que 27.600 millones fueron a través de los préstamos garantizados por el ICO. "Pese a la recesión económica, la ratio de morosidad bajó 125 puntos básicos, al 5,98%" en el país.
Bajo este escenario, el Grupo ha mejorado su previsión sobre el coste del crédito, hasta el 1,3% para el conjunto de 2020, frente al 1,4-1,5% indicado anteriormente, debido a las tendencias positivas observadas en el comportamiento de los clientes y a las mejores previsiones macro. Estas mejores perspectivas, unidas al sólido control de costes, llevan al banco a prever un beneficio ordinario de alrededor de 5.000 millones de euros para el conjunto del año.
Reducción de costes en Europa
Los planes de eficiencia del banco avanzan más rápido de lo previsto, con una reducción de costes superior al 2% en euros constantes. En los nueve primeros meses del año, la región de Europa ha logrado unas sinergias de costes de 500 millones de euros, una cifra por encima del objetivo para todo 2020, que se suman a los 200 millones de 2019.
De este modo, Santander habrá cumplido a finales de año y antes de lo previsto el objetivo de ahorro de costes de 1.000 millones de euros en Europa que anunció en 2019. La entidad espera reducir los costes por valor de otros 1.000 millones de euros en los próximos dos años en Europa.
El margen de intereses y los ingresos de clientes se mantuvieron estables en 23.975 millones y 31.534 millones de euros, respectivamente, gracias al buen comportamiento trimestral en todas las regiones. Esto, unido al control de costes, permitió un crecimiento del margen neto del 3%, hasta 17.879 millones de euros.
Perspectivas
Desde la entidad explican que "aunque las perspectivas económicas siguen siendo inciertas, actualmente el FMI y la OCDE esperan que todos los países en los que el grupo tiene una presencia significativa experimenten una mejora gradual en su actividad económica durante 2021". Bajo esta premisa, el banco espera que su coste del crédito se mantenga estable o tienda a la baja en 2021, antes de normalizarse en 2022.
"Se espera un crecimiento del margen de intereses en euros constantes por los mayores volumenes de crédito (principalmente en América), una mejora de los precios de los activos y unos menores costes de financiación, que compensarán los bajos tipos de interés", insisten, defendiendo la diversificación que durante estos meses de crisis global ha sido un lastre para los resultados de algunas entidades.
"La diversificación que tiene el grupo en términos de negocio le permitirá mantener la calidad de los ingresos, con las actividades de banca de inversión (Santander CIB) y seguros como elementos clave para el crecimiento de los ingresos por comisiones", explican.
De cara a los próximos meses, la entidad seguirá con su nuevas estrategia comercial Santander One, lanzada hace unos meses con el objetivo de ganar clientes vinculados, y con el desarrollo conjunto entre Santander Consumer Finance y Openbank.
"Además, se ha diseñado la integración de los negocios más disruptivos del grupo en una compañía que se convertirá en una de las fintechs no cotizadas más grandes del mundo. Esta sociedad se construirá sobre la experiencia de Getnet, que ofrece pagos a comercios, OneTrade y Ebury, para ayudar a las compañías a internacionalizarse", indican.
El banco cántabro calcula que estos cambios estructurales mejorarán la experiencia de usuario y crearán potencial suficiente para un crecimiento rentable, al tiempo que apoyarán la consecución de la mencionada reducción de costes de 1.000 millones de euros en dos años (2021/22).
Teniendo en cuenta las perspectivas del FMI y de la OCDE, y medidas para generar ingresos y reducir costes, la entidad obtendría en 2021 un retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario en línea con el coste de capital.