BBVA vende a KKR una cartera de activos tóxicos de Unnim valorada en 700 millones
La entidad avanza así en la reducción de su exposición a activos no productivos antes de que llegue el esperado repunte de la morosidad.
20 enero, 2021 19:35Noticias relacionadas
BBVA avanza en la reducción de activos no productivos en cartera con la venta al fondo de inversión y capital riesgo KKR de una cartera de préstamos y activos inmobiliarios (conocida como ‘Dakar’), con un valor bruto aproximado de 700 millones de euros.
La cartera se compone de dos tipos de préstamos (con garantía hipotecaria y sin garantía hipotecaria) y activos inmobiliarios adjudicados (REOs, por las siglas en inglés de ‘Real Estate Owned’) y la operación se realizará principalmente a través del fondo KKR Private Credit Opportunities Partners III.
En los últimos tres años, BBVA ha cerrado varias operaciones de venta de carteras de préstamos, en su mayoría de crédito promotor e hipotecario.
En diciembre de 2019, BBVA cerró sus dos mayores ventas de préstamos fallidos: la venta de una cartera con un valor bruto de 2.500 millones de euros (cartera ‘Juno’) y el traspaso de una cartera compuesta por créditos fallidos a pequeñas y medianas empresas, con un valor bruto aproximado de 2.100 millones de euros (cartera ‘Hera’).
Anteriormente, destaca la venta anunciada en diciembre de 2018 de una cartera de créditos (conocida como ‘Ánfora’), por un valor bruto aproximado de 1.200 millones de euros, compuesta principalmente por créditos hipotecarios (dudosos y fallidos).
En junio de 2018 firmó la venta de una cartera de crédito promotor por valor bruto de 1.000 millones de euros, llamada ‘Sintra’; y en julio de 2017, otra cartera de préstamos al sector promotor, con un valor bruto cercano a los 600 millones de euros, bajo el nombre de ‘Jaipur’.
Asimismo, en octubre de 2018, BBVA cerró la operación, anunciada en noviembre de 2017, de traspaso de su negocio inmobiliario en España a Cerberus Capital Management. El cierre de la operación supuso la venta a Cerberus de un 80% del capital social de Divarian, la sociedad a la que se aportó el negocio inmobiliario, y BBVA se quedó con el 20% restante.