La banca de inversión saca la calculadora para estimar el ajuste de plantilla que BBVA anunció por sorpresa en su última presentación de resultados. Los analistas de Barclays estiman que, con un recorte del 5% de su plantilla en España, la entidad podría ahorrar 87 millones de euros al año a partir del tercer trimestre de 2021, asumiendo unos costes de reestructuración de unos 156 millones de euros después de impuestos.
La cifra estimada por Barclays implicaría la salida de unos 1.500 empleados en España, frente a los 29.330 trabajadores con los que actualmente cuenta la entidad.
Echando un vistazo a sus cuentas anuales, se puede observar cómo, siguiendo la tendencia que el banco ha llevado para la mayoría de los países en los que opera, el mercado nacional también lleva un par de años de ajustes que se habrán producido a través de programas de bajas y prejubilaciones. Hay que recordar que BBVA es de las pocas entidades que ha aguantado los últimos años sin anunciar un Expediente de Regulacion de Empleo (ERE).
En concreto, en 2019 contaba con una plantilla de 30.283 empleados en España. Es decir, que el nuevo ajuste que la entidad prevé llevar a cabo a lo largo de este primer semestre del año llegará tras haber recortado en 953 el número de empleados en el país.
La cifra cobra más relevancia si se tiene en cuenta que a cierre de 2018 la plantilla en España superaba los 30.338 trabajadores. Así, en los últimos dos años el ajuste habría sumado 1.008 empleados. Un ritmo que ha ido acompasado al calor del cierre de oficinas, ante la necesidad del sector por ganar en eficiencia y rentabilidad para hacer frente al entorno de tipos de interés en mínimos y también a la firme apuesta por la digitalización de determinados servicios.
En concreto, y según sus últimas cuentas anuales, BBVA cerró 2020 con 2.482 oficinas en España, desde las 2.642 de 2019 y las 2.840 de 2018. Una reducción de 2.198 sucursales en dos años.
Según explicó el consejero delegado de la entidad, Onur Genç, durante la presentación de cuentas, el ajuste se desarrollará primero en España y en el centro corporativo, sin descartar que pueda ampliarse a otras áreas si así lo consideran necesario. El Centro Corporativo incorpora, fundamentalmente, los costes de las unidades centrales que tienen una función corporativa, la gestión de las posiciones de tipo de cambio, emisiones, carteras de participaciones industriales, activos y pasivos por impuestos, fondos de comercio y otros intangibles.
Desde los sindicatos ya han manifestado su malestar con el equipo directivo por haber comunicado antes a la prensa que a los representantes de los trabajadores su decisión de un nuevo ajuste, por lo que es previsible que los primeros encuentros para definir los recortes se inicien este mismo mes de febrero.