Santander, BBVA y Bankinter quieren ser el banco de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El organismo que preside Rodrigo Buenaventura deberá elegir entre las ofertas de estas tres entidades para poder utilizar sus servicios bancarios durante los próximos dos años.

El supervisor del mercado de valores lleva recibiendo servicios financieros por parte de la misma entidad desde su creación. Caja Postal, Argentaria, ambas integradas ahora en BBVA y, después, el propio banco se han encargado de suministrar este servicio a la CNMV en las últimas tres décadas.

Ahora el organismo quiere cambiar de entidad, para lo cual abrió el proceso de licitación a mediados de abril y la pasada semana vencía el plazo para poder presentar ofertas. De las tres aprobadas, la de Santander fue la primera en llegar, el pasado martes a mediodía, y tres horas después fue admitida la de Bankinter. La de BBVA fue aceptada el miércoles, apenas cuatro horas antes del fin del plazo.

Sede de Santander España. Europa Press

Este servicio tiene un presupuesto base de 221.900 euros, un importe que se calcula a partir del interés negativo máximo que acepta pagar la CNMV (-0,7%) por el saldo medio de sus cuentas en 2020, que era de 15,85 millones (16,5 millones un año antes), y multiplicado por dos, que son los años durante los que el banco seleccionado suministrará sus servicios a la CNMV.

Con todo, el contrato contemplará la posibilidad de que la licitación se prorrogue hasta en tres ocasiones, cada una de un año de duración.

Requisitos

Los servicios que requiere la CNMV son, principalmente, disponer de una cuenta para recaudar las tasas exclusivamente, de una cuenta corriente principal (en la que recibir los traspasos de la cuenta de tasas y desde la que pagar nóminas, impuestos, seguros, proveedores...), de tres cuentas corrientes auxiliares (para pagos de importe poco significativo, compra de divisa o retirada de efectivo de las sedes de la CNMV) y de una cuenta de valores.

A cambio de la licitación, el banco seleccionado debe ofrecer estas cuentas bancarias libres de gastos y comisiones y tampoco podrá cobrar por la gestión bancaria, las transferencias y la emisión de cheques y tarjetas de crédito de empresa, que deberán tener un seguro de cobertura en caso de fraude (actualmente solo hay operativa una tarjeta).

Entre los requisitos que deben cumplir las entidades que quieran optar a ofrecer este servicio, se encuentra tener una oficina física a menos de cuatro kilómetros de las sedes de la CNMV en Madrid (calle Edison, 4), Barcelona (Passeig de Gràcia, 19) y Bilbao (Calle Heros, 3). Una condición que, vista la transformación de la banca durante los últimos años, no todas las entidades financieras del país pueden cumplir.

Además, deben disponer de un servicio gratuito de banca por internet, que la CNMV quiere utilizar para realizar gestiones como pago de nóminas, a proveedores, de impuestos, órdenes de transferencias, consultas, envío de información o descarga de comprobantes, así como ofrecer un gestor para las cuentas y otra persona dedicada a resolver las incidencias de la gestión diaria.

La sede de la CNMV.

El banco, además, deberá ofrecer formación gratuita a los trabajadores de la CNMV para el uso de la banca online y prestar un servicio gratuito de entrega de efectivo y divisa en las oficinas de la CNMV cuando el organismo lo solicite.

Desde que realizó el informe en el que reflejaba la necesidad de este servicio, en octubre del año pasado, la CNMV ha modificado el presupuesto destinado a los servicios bancarios, en un contexto en el que las entidades han endurecido las condiciones de sus productos, como reconoce el propio organismo en la memoria en la que justifica este contrato.

"Es el caso de las condiciones aplicadas por nuestro propio banco, con aumento de las comisiones por actividad y del coste de mantenimiento de saldos en nuestras cuentas bancarias, tendencia que se mantendrá al menos a medio plazo", explica el supervisor en la memoria.

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