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CaixaBank rechaza la propuesta de los sindicatos sobre el ERE tras estimar que costaría 4.000 millones

Los representantes de los trabajadores creen que no alcanza esa cifra "ni mucho menos" y lamentan que de momento "no acuerdo en nada".

8 junio, 2021 01:13

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Una negociación rápida para acordar en diálogo social un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para casi 8.000 trabajadores parecía una utopía. Se está demostrando que lo es, como bien saben la dirección y los sindicatos de CaixaBank. "No hay puntos de acuerdo en nada", trasladan a Invertia fuentes sindicales tras nueve semanas de unas conversaciones que debían terminar este miércoles. Finalmente, se han ampliado hasta el próximo 29 de junio ante la perspectiva de no llegar a un acuerdo a tiempo.

Tras dos meses de conversaciones, en las que media el despacho Sagardoy Abogados, a día de hoy entre las ofertas de la entidad y las contrapropuestas de la representación laboral media un océano de distancia, razón por la cual CaixaBank ha pedido directamente a los sindicatos que se trabaje sobre una propuesta que sea "asumible" para el banco.

La presentada por los sindicatos no lo es, al menos en opinión de la dirección del CaixaBank, que cifra en casi 4.000 millones de euros el coste que supondría aplicar un ERE con las condiciones que consideran necesarias los representantes de los trabajadores. Esto es, prejubilaciones desde los 51 años con entre el 64% y el 69% del salario e indemnizaciones para el resto de trabajadores de 45 días por año trabajado con un mínimo de 36 mensualidades.

Un coste elevado

Los sindicatos, sin embargo, rechazan que este cálculo sea correcto. Según explican a este periódico fuentes de la representación de la plantilla, la estimación surge de asignar un coste de medio millón a la salida de cada trabajador, algo que los sindicatos creen que no es "ni mucho menos" realista, pues ese importe solamente se ajustaría al perfil de empleados con muchos años de trabajo en la entidad, mayores y "con sueldos de CaixaBank", es decir, con derecho a una gran indemnización, que no es el caso de los 7.605 que abandonarían el banco.

La entidad, también según fuentes sindicales presentes en la negociación, no ha querido concretar el detalle de cuánto costaría llevar a cabo su propuesta de condiciones económicas para que fuera posible una comparación, aunque sí ha aproximado que se encuentra entre los 1.000 y los 2.000 millones de euros.

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank.

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank.

Su última oferta contempla prejubilaciones para empleados desde los 52 años con hasta el 54% del salario e indemnizaciones de 20 días por año trabajado para mayores de 63 (hasta doce mensualidades) y de 35 días para el resto (hasta 24 mensualidades).

El escenario a día de hoy es muy parecido al que había al inicio de la negociación, cuando CaixaBank puso sobre la mesa la extinción de 8.291 contratos con la previsión de que muchos serían forzosos, dado que pretendía que al menos la mitad correspondiera a empleados menores de 50 años. La última oferta del banco implica 7.605 salidas, con 686 reubicaciones (empleados que cambiarán de puesto de trabajo), y del total el 40% tendrá que ser de trabajadores menores 52 años.

En la reunión del lunes, además, se abrió a rebajar el número de afectados y destinar parte del excedente de plantilla a la cobertura de bajas y vacaciones de otros trabajadores.

Aunque el volumen del ERE y las condiciones propuestas sean mejores que al inicio, los sindicatos no están nada convencidos de firmar un acuerdo, mientras que la empresa siempre ha manifestado su voluntad de contar con el respaldo de la plantilla para no tener que ejecutar el despido colectivo de forma unilateral, una opción que podría llevarle a los tribunales, como contó Invertia.

Ampliación

Con el objetivo de evitar algo así, la empresa ha accedido a ampliar el plazo de negociación en tres semanas, hasta el próximo 29 de junio, en vista de que el periodo legal terminaba este jueves y el acuerdo no iba a llegar a tiempo. Todo a pesar de que José Ignacio Goirigolzarri, presidente del banco, ha afirmado en varias ocasiones que es necesario llegar a un acuerdo "en el tiempo más breve posible".

Fuentes sindicales valoran que la entidad haya sido "realista" al darse tres semanas y no ir ampliando de una en una. Un tiempo que va a ser necesario si ambas partes quieren llegar a un acuerdo, pues es necesario no solamente lograr un consenso en el número de afectados y las condiciones económicas, sino también en relación con otros aspectos, como la previsión social, que son más complejos técnicamente.

Con todo, desde el lado sindical confían en que en estas tres semanas sea posible el acuerdo. Como muestra de buena voluntad, tras conocer la ampliación del plazo han decidido desconvocar la huelga que tenían prevista para este miércoles, 9 de junio, con el objetivo de replicar la presión que los trabajadores de BBVA ejercieron sobre su banco la semana pasada.

El parón en BBVA, secundado por el 30,77% de la plantilla según el banco y el 70% de acuerdo con los sindicatos, obligó, como contó Invertia, a cerrar el 42% de las oficinas durante toda la jornada, tras lo cual la dirección de la entidad que preside Carlos Torres presentó una nueva oferta y está muy cerca de firmar un acuerdo con los sindicatos este martes. No está claro aún si en CaixaBank los trabajadores terminarán recurriendo a la misma vía o estas tres semanas servirán para acercar las posturas.