BBVA ha implantado un modelo de trabajo híbrido y flexible por el que sus empleados de servicios centrales trabajan un 60% del tiempo en la oficina y un 40% en remoto.
Este modelo de teletrabajo parcial está en funcionamiento desde el 1 de septiembre de 2021. Los empleados ya no tienen una mesa fija en la oficina, sino que disponen de una aplicación móvil mediante la que reservan su puesto físico los días que trabajan presencialmente, lo que se conoce como el modelo de mesas calientes o hot desking.
La responsable Global de Inmuebles y Servicios en BBVA, Desirée Granda, ha explicado que la mitad de los puestos de las sedes del banco no podían utilizarse como consecuencia de las medidas de distanciamiento social, al ser necesario mantener una distancia de un metro y medio entre las personas.
Cambiar cajoneras por taquillas
La forma de permitir que los empleados retomasen el trabajo presencial era desasignar los puestos de trabajo, lo que hizo necesario contar con una herramienta que permitiese la gestión dinámica de los puestos.
De esta manera, se han eliminado las cajoneras y cada empleado tiene asignada una taquilla en la que guardar sus pertenencias. Entre los beneficios de este sistema, BBVA destaca el aprovechamiento y optimización de los espacios, pues "no resulta eficiente dejar vacío un puesto los días que no se va a ocupar".
Incluso antes de la pandemia, cada día se quedaban vacíos un 15% de los puestos asignados por viajes de trabajo, formación o vacaciones de los empleados, aseguran desde BBVA.
"Este sistema permite aprovechar esas ineficiencias y liberar ese espacio para crear más zonas colaborativas y espacios de interrelación tan necesarios y demandados en las nuevas formas de trabajo", ha resaltado Granda.
La nueva etapa que se ha iniciado en septiembre se irá adaptando en función de la evolución de la pandemia, aunque desde BBVA resaltan su "pleno convencimiento" en que los modelos de trabajo a futuro deben ser "híbridos y flexibles".