Santander ha decidido retomar su política de remuneración al accionista a escasos días de que el Banco Central Europeo (BCE) retire las restricciones al pago de dividendos. El banco repartirá 1.700 millones a los titulares de sus acciones a través de dos vías: un dividendo en efectivo y una recompra de acciones.
El dividendo tendrá un importe de 0,0485 euros por acción y se pagará a partir del 2 de noviembre de este año.
La recompra de acciones, la primera de su historia, para la que ya tiene aprobación del BCE, tendrá un valor de unos 841 millones. Sobre sus detalles informará el banco más adelante.
Este importe, 1.700 millones de euros, equivale a un payout del 40% en relación con el beneficio del primer semestre.
En el primer trimestre del año que viene la entidad anunciará una remuneración adicional con cargo al beneficio de este ejercicio, aunque ya ha adelantado que, si la tendencia de beneficios del primer semestre se mantiene, prevé repartir un dividendo total similar al de 2019 y ejecutar una recompra del 3% de su capital en circulación.
De ser así, la remuneración final con cargo a los resultados de 2021 ascendería a 3.500 millones de euros, equivalente a una rentabilidad de en torno al 6%, de los que aproximadamente el 50% sería en efectivo y el otro 50%, en recompra de acciones.