Ana Botín, presidenta de Santander, ha afirmado este viernes que, al tiempo que es importante apoyar a las empresas y las familias, es también "esencial" que "se genere confianza para impulsar la inversión privada, motor clave del crecimiento y generación de empleo, con el impulso de los fondos europeos".
La banquera ha intervenido durante la junta general de accionistas del banco, que se celebra este viernes en Boadilla del Monte (Madrid) y en la que los propietarios de la entidad están llamados a dar su visto bueno al reparto de dividendo y a las cuentas del ejercicio 2021.
A lo largo de su discurso, Botín ha expuesto que Europa va a ser la economía más afectada por la invasión rusa de Ucrania y que, en este sentido, "las políticas públicas deben centrarse, además de en mitigar los efectos negativos en familias y empresas, en el crecimiento sostenible y la competitividad".
"Debemos aprovechar al máximo y lo antes posible los fondos europeos y promover la inversión y el crecimiento de las empresas a través de un mercado de capitales europeo más sólido y un sistema bancario europeo realmente integrado", ha añadido.
En este sentido, ha apuntado que para lograr reducir la dependencia al petróleo y gas rusos de la Unión Europea una de las vías es que las entidades puedan "financiar la transición energética y para ello se requiere que las autoridades definan cuanto antes qué préstamos son compatibles" con los objetivos de descarbonización de la banca.
Otras economías
Será la economía de Estados Unidos -uno de los países donde Santander está presente- una de las menos afectadas por este conflicto bélico, pues, como ha relatado la banquera, se espera que crezca por encima de su potencial en los próximos años pese a la normalización monetaria que la Reserva Federal ha comenzado ya a aplicar.
Algunas economías de Latinoamérica se verán incluso beneficiadas por esta crisis. Como ha explicado Botín, los principales mercados en los que está presente Santander en la región -entre ellos Brasil y México- "están muy bien posicionados para los ciclos alcistas en los precios de las materias primas, la energía y los alimentos".
"También han demostrado ser resistentes para afrontar los cambios en las políticas internacionales y sus cuentas y reservas externas están en mejor situación que en el pasado. En Brasil, menos del 2% de comercio internacional proviene de Rusia y Ucrania, además exporta energía y alimentos, lo que resultará en un superávit comercial", ha expuesto.
Santander espera que esta invasión genere "un crecimiento a un ritmo más lento de lo esperado a principios de año" en Europa, donde espera que impacte con entre 1 y 1,5 puntos porcentuales menos de crecimiento del PIB. Para Estados Unidos esperan un impacto de entre 0,25 y 0,5 puntos porcentuales y un efecto entre neutral y ligeramente positivo en las economías latinoamericanas.
En todo caso, Botín ha apuntado que Santander no dispone apenas de exposición directa crediticia (la única posible) en Rusia y Ucrania. El banco, como ha informado a primera hora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la estima en unos 80 millones de euros.
Una exposición baja que no pone en riesgo al negocio y, de hecho, el banco ha decidido mantener sus objetivos financieros para 2022, "manteniendo una alta rentabilidad en América y mejorando la de Europa".
Entre estos objetivos se encuentra obtener un crecimiento de los ingresos de alrededor del 5% en euros constantes, una ratio de eficiencia del 45%, una rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) ordinario por encima del 13% y una ratio de capital CET1 fully loaded del 12%.