Los reguladores chinos se han reunido de emergencia con bancos nacionales y extranjeros para discutir cómo se podrían proteger los activos del país en el extranjero de las sanciones lideradas por Estados Unidos similares a las impuestas a Rusia por su invasión de Ucrania, según ha informado este domingo Financial Times.
Este movimiento se produce en un contexto de preocupación para los funcionarios, puesto que a estos les preocupa que se puedan tomar las mismas medidas contra Beijing en caso de un conflicto militar regional u otra crisis.
Por su parte, a pesar de que la administración del presidente Xi Jinping ha manifestado su firme apoyo a Vladimir Putin durante la crisis, los bancos y las empresas chinas todavía desconfían de realizar transacciones comerciales con entidades rusas por evitar sanciones estadounidenses.
Según apunta el mencionado periódico, hace tan solo una semana, en una reunión interna un alto funcionario del Ministerio de Finanzas afirmó que la administración de Xi había sido puesta en alerta por la capacidad de Estados Unidos y sus aliados para congelar los activos en dólares del banco central ruso.