Los empleados de banca van a intentar en las próximas semanas arrancar por parte de las patronales algún compromiso que compense la pérdida de poder adquisitivo que les genera la elevada inflación. Este miércoles se reúnen por primera vez para negociar una revisión de los convenios, que no terminan hasta 2023 y que incluyen subidas salariales muy por debajo de la inflación estimada para este año y el próximo.
El desbocado crecimiento de los precios lleva meses revolucionando a las plantillas de la banca, que ya pidieron a las entidades una compensación por el mayor gasto en gasolina. En el sector, de hecho, existe "mucho cabreo" por el hecho de que las subidas salariales pactadas en los convenios se hayan quedado muy por debajo de la evolución de los precios, como explican a este periódico fuentes de los representantes de la plantilla.
Y no solo por eso. También por el hecho de que, tras la puesta en marcha de los ERE masivos el pasado año, la carga de trabajo de cada empleado ha aumentado. Solamente en 2021 se vieron afectados por estos procesos 16.563 trabajadores, lo que supone en torno a un 10% de la plantilla que tenía la banca al empezar el año. Contando con esta pérdida de masa laboral, el recorte de empleo se amplía a un 40% desde la crisis financiera.
Reuniones con CECA, UNACC y AEB
Estos dos puntos protagonizarán las reuniones que desde este miércoles los sindicatos firmantes de los convenios colectivos de la banca van a mantener con las patronales del sector. Hoy será el turno de la CECA, la de las antiguas cajas de ahorro, mientras que mañana se verán las caras con UNACC (cooperativas de crédito) y el 8 de junio con AEB (bancos).
Lo harán en el marco del observatorio sectorial que los sindicatos habían pedido convocar para revisar ciertas cuestiones que han quedado desactualizadas desde las firmas de los respectivos convenios sectoriales (el de ahorro, el de cooperativas y el de banca), principalmente la revisión salarial anual.
Lo cierto es que este año los sueldos de los empleados de banca han subido muy por debajo de la inflación y ocurrirá lo mismo el próximo ejercicio, debido a que están indexados a unas referencias pactadas anteriormente. Mientras que los empleados de las antiguas cajas de ahorros han visto su salario ascender un 0,75% (será un 1% en 2023), los de banca tenían pactado un incremento del 1% para 2022 y un 1,25% para el año que viene.
Cifras que están muy por debajo del avance de la inflación. Para este año, el Banco de España prevé que la inflación se sitúe en el 7,5% este año y, en el caso de la subyacente, en el 2,8%.
Clima laboral
Ante estas perspectivas, las plantillas de los bancos quieren poner sobre la mesa "cuál es la situación de las plantillas a día de hoy, no solo en lo relativo al tema salarial, sino también por el clima laboral que hay por la carga de trabajo que queda después de los procesos de reestructuración", como explican a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes de CCOO.
Esta primera reunión será de acercamiento a las patronales y no se plantearán medidas concretas, aunque más adelante sí podrán ponerse encima de la mesa propuestas detalladas, como que exista una tasa de reposición en la plantilla o algún tipo de contratación tras los ERE masivos, así como algún tipo de cláusula de revisión salarial.
Por el momento, el feedback que tienen por parte de las entidades no es muy alentador, habida cuenta de que ya desde CaixaBank han manifestado que el convenio no va a cambiarse hasta 2023, cuando finaliza la vigencia del actual.
Los sindicatos, sin embargo, defienden que "es un poco contradictorio" que les transmitan "un no rotundo" mientras se ven "los incrementos de beneficios que está teniendo el sector y cómo la actividad financiera se está normalizando después de estos dos años de pandemia". Y creen que esta mejora de las ganancias solamente se está trasladando a los accionistas y a la alta dirección.
"Pedimos equilibrio, que la plantilla vea algún tipo de gesto, de detalle, de esfuerzo por parte de las entidades para reconocer el trabajo que se está haciendo. No puede ser que cuando las cosas van mal haya que socializar en la plantilla las pérdidas y apretarnos el cinturón y, en cambio, cuando la cosa va bien esos buenos beneficios quedan solo en dos colectivos: los accionistas y la alta dirección", añaden desde CCOO.
Este sindicato también denuncia que en este sector está muy extendida la retribución variable, pero que "los objetivos se han elevado sobremanera". "Son inasumibles y si no los cumples no puedes tener esa retribución variable", lamenta.
Críticas de otros sindicatos
Su objetivo es lograr un acuerdo sectorial que se pueda ratificar después en la mesa de negociación, en la que estarán presentes también los sindicatos que no quisieron firmar los convenios (en el observatorio que se abre mañana solo lo estarán CCOO, UGT y FINE).
Entre esas otras organizaciones se encuentra CIC, desde donde consideran que este observatorio será una "pérdida de tiempo", dado que no tendrá "ningún tipo de eficacia jurídica". "Para que tenga eficacia tienen que convocar a la mesa del convenio", añaden fuentes del sindicato.
Las mismas recuerdan que ellos mismos pelearon durante la negociación del convenio por que los salarios se indexaran al IPC en lugar de pactar subidas fijas. Esta propuesta finalmente no salió adelante, como tampoco lo hizo la idea de CIC de eliminar las categorías salariales más bajas para evitar la "precaridad de los nuevos empleados".