Tarjeta de crédito.

Tarjeta de crédito. Pixabay

Banca

La inflación aumenta la necesidad de las familias de agrupar sus créditos: las solicitudes crecen un 11%

La banca cada vez acepta más facilitar esta vía alternativa a los hogares.

4 julio, 2022 01:52

La incertidumbre sobre la situación macroeconómica y la desbocada inflación están llevando a las familias a recurrir cada vez más a la agrupación de créditos, una vía de escape al sobreendeudamiento, especialmente cuando viene originado por tarjetas revolving. Las solicitudes para estas operaciones han crecido un 11% en lo que va de 2022.

En este primer semestre del año, el importe medio de estas operaciones ascendió a 102.000 euros y el plazo medio de amortización a 250 meses, casi 21 años, de acuerdo con los datos proporcionados por Agencia Negociadora, que cuenta con una cuota de mercado superior al 70% en esta actividad en España.

La fintech de intermediación bancaria achaca el crecimiento de estas solicitudes durante el año a la elevada inflación, que en junio ya superó el 10% y que está deteriorando el poder adquisitivo de las familias.

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Los españoles no solamente están haciendo frente a un incremento desbocado de los precios de las necesidades más básicas, como la alimentación o la energía, sino que están viendo cómo las condiciones de financiación también se están endureciendo con el avance del Euríbor y la llegada de la normalización monetaria.

Aunque es cierto que el endeudamiento de las familias no llega a los preocupantes niveles de la pasada crisis -era un 23% más alto en 2008-, lo cierto es que el mayor número de solicitudes de agrupación de crédito refleja la necesidad de muchas familias de obtener una vía de salida a un endeudamiento excesivo, provocado en parte por créditos difíciles de amortizar, como los revolving.

La banca acepta más

El sobreendeudamiento es el que está llevando a las familias a solicitar cada vez más agrupaciones de crédito y, para ello, suelen recurrir a la intermediación de una firma. Esta negocia con el banco la concesión de una hipoteca sobre una vivienda que el cliente ya tiene en propiedad con el objetivo de utilizar el dinero que le da la entidad para cancelar todas las deudas de la familia (por ejemplo, un préstamo para comprar un coche, una tarjeta revolving, un crédito para las vacaciones...).

Así se consigue tener solamente un crédito para devolver, el de la hipoteca, pues se cancelan los demás, y se encuentra una salida a los créditos revolving. Antes de aprobar la operación, como es lógico, los bancos evalúan el riesgo y el perfil del cliente, que responde a deudores al corriente de sus pagos, con una vivienda en propiedad y un trabajo o ingresos fijos.

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Lo cierto es que las entidades cada vez están aceptando más estas solicitudes, de acuerdo con los datos proporcionados por Agencia Negociadora. Los mismos reflejan que la ratio de conversión de operaciones -la relación entre operaciones presentadas y aprobadas por los bancos- ha crecido un 32% en el primer semestre.

Lo hacen porque, como explican desde la firma, "esta vía contribuye a contener la tasa de morosidad del sistema" mientras logran "ganar cuota de mercado a costa de la competencia y captar clientes solventes en un momento de incertidumbre y de subida de tipos de interés".

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Desde la firma, además, esperan que este crecimiento se amplíe en los próximos meses mientras siga presente la incertidumbre sobre la situación macroeconómica. Y eso que las solicitudes de agrupaciones de créditos ya venían incrementándose desde 2019 por el aumento del crédito al consumo.