Y a ese momento, según prevé el mercado, van a llegar los bancos en buena forma, cerrando un trimestre con buenas métricas a pesar de no contar aún con el apoyo de unos tipos de interés en positivo.

Es el caso de los dos bancos más grandes e internacionalizados del país, Santander y BBVA. Ambos cerrarán el primer trimestre del año con un aumento medio en sus ingresos del 9,4%, de acuerdo con las previsiones de Refinitiv.

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Como es habitual, los bancos españoles someterán sus cuentas al examen del mercado en la última semana de julio y, según las estimaciones de este portal, seguirán en la línea de la recuperación y la mejora de beneficios que ya mostraron en el primer trimestre del año.

Más concretamente, el banco que preside Ana Botín alcanzará unos ingresos de 12.647 millones de euros, lo que supone casi un 12% más que en el segundo trimestre del pasado año. Mientras, BBVA llegará a los 5.304 millones de euros, un 4% más.

A pesar de que los tipos negativos han sido el escenario base de los bancos durante el trimestre, lo cierto es que las entidades han logrado sobreponerse a los shocks de la pandemia, primero, y de la invasión rusa de Ucrania, después.

El hecho de que ni los precios de la vivienda ni el empleo se vieran finalmente tan afectados como se preveía por las medidas de contención del impacto de la pandemia permitió a los bancos cerrar con nota el ejercicio 2021 y van camino de hacer lo propio con 2022.

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Especialmente beneficiados se han visto los bancos con una alta exposición internacional, como es el caso, básicamente, de Santander y BBVA. Estas dos entidades han visto sus márgenes crecer gracias a las subidas de los tipos de interés registradas en geografías de fuera de la zona euro, en las que la política monetaria va un paso por delante, como Brasil o Reino Unido, como explican los expertos de Accuracy en un reciente informe.

Los bancos españoles ya vieron durante el pasado trimestre a sus márgenes crecer de forma sostenida, con rentabilidades de dos dígitos, estables métricas de solvencia, mejora de la eficiencia y un bajo impacto de la temida morosidad, que por el momento no se está manifestando. Sí es posible que en las cuentas del segundo trimestre lo haga.

Incertidumbre

Con estos resultados, la banca pone fin a una etapa que considera anómala, en la que ha tenido que dar muchas vueltas para llegar a ser rentable. Ahora la inminente subida de tipos hace que el horizonte esté más despejado que antes, pero los nubarrones no dejan de acechar al sector.

Y es que, pese a estos buenos resultados antes de las subidas de tipos y el favorable futuro que abre para la banca la normalización de la política monetaria, supervisores y analistas no dejan de advertir de que es necesario mantener la "prudencia" y no hacerse "ilusiones" con esta situación porque puede volverse en contra.

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Por sí mismas las subidas de tipos implican un encarecimiento de las condiciones de financiación para las familias y las empresas (ya está sucediendo con la subida libre del Euríbor y su traslado a las hipotecas y esta situación se agravará), lo que ya complica la capacidad de los agentes económicos para devolver sus préstamos a la banca.

A este riesgo se suma la posibilidad de que las subidas de los tipos se produzcan de forma acelerada y lleven a la economía de la zona euro a una recesión, un escenario que descuentan los mercados a pesar del rechazo que están emitiendo las autoridades.

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"El escenario es de moderado optimismo para la banca española durante los próximos trimestres. Las previsiones macro suponen un desafío para el sector, pero ciertos datos positivos, como el de la afiliación a la seguridad social y la normalización de los tipos de interés, tendrán un impacto positivo en los márgenes y la cuenta de resultados de las entidades españolas", apuntan desde Accuracy.

Desde Fitch Ratings esperan que las condiciones comerciales para los bancos se deterioren en comparación con el pasado año debido a la desaceleración del crecimiento económico en el contexto de una elevada inflación, si bien el incremento de los márgenes ayudará a compensarlo.

"Unos tipos más altos ayudarán a los márgenes y a la rentabilidad, pero hay riesgos a la banca también, concretamente para las economías de los mercados emergentes", advierte James Longsdon, Global Head of Banks de Fitch Ratings, en un reciente informe de la calificadora.