Sabadell y Santander, los bancos que mayor parte de su beneficio en España dedicarán a pagar el nuevo impuesto
El tributo se comería un 13% de las ganancias en España de las seis mayores entidades.
13 agosto, 2022 01:31El nuevo impuesto a la banca está diseñado para gravar los ingresos de las entidades con un 4,8%, si bien el porcentaje que se llevará de sus beneficios en España será superior. No en vano, para obtener sus ganancias los bancos han de restar varias partidas a los ingresos. En este sentido y tomando como referencia los datos del primer semestre del año, los más afectados serían Santander y Sabadell.
El diseño inicial de este nuevo impuesto -o, mejor dicho, "prestación no tributaria"-, que aún debe dar muchas vueltas en el Congreso hasta que se ponga en marcha, previsiblemente antes de final de año, contempla que se grave con un 4,8% los ingresos por intereses y comisiones netas de la banca durante 2023 y 2024. Se trata, por tanto, de una obligación temporal con la que se pretende recaudar unos 1.500 millones de euros al año.
El gravamen se impone sobre los ingresos y no sobre los beneficios, algo que no ha gustado en absoluto al sector, pues abre la puerta a que una entidad registre pérdidas (por algún extraordinario, por aumento de provisiones...) y, sin embargo, esté obligada a pagar este impuesto al haber obtenido ingresos.
Sobre todo porque no existe un mínimo a partir del cual se deba pagar en los ejercicios afectados. Lo único que existe es una exención a las entidades que en 2019 tuvieron unos ingresos por intereses y comisiones netas inferiores a 800 millones de euros, algo que obliga a toda la banca grande y mediana a pagarlo y deja fuera a entidades pequeñas y filiales de entidades extranjeras, que tienen unos ingresos más bajos.
Desde Scope Ratings estiman que esta medida podría llevarse más de la mitad del beneficio que los bancos van a lograr por la subida de los tipos de interés una vez que el Banco Central Europeo (BCE) incrementó el precio del dinero el pasado mes de julio. Calculan que puede afectar a entre el 35% y el 55% de esas ganancias que el Gobierno considera "extraordinarias", al contrario que el sector, que opina que son fruto de su actividad en un contexto que solo con tipos positivos es ordinario.
Santander, Sabadell y Unicaja
Tomando como referencia el beneficio obtenido por las entidades en el primer semestre y extrapolándolo a todo el año, serían Santander, Sabadell y Unicaja las entidades cuyas ganancias en España sufrirían más por el pago del impuesto.
Este gravamen del 4,8% de los ingresos por intereses y comisiones de la banca se llevaría un 19% del beneficio en España de Sabadell (el pago sería de unos 179,6 millones de euros), un 18,5% del de Santander (unos 335 millones) y un 16% del de Unicaja (unos 73,53 millones).
En cuanto al resto de la gran banca, este tributo costaría un 12% del beneficio de Bankinter (pagaría unos 92,93 millones), un 11% del de CaixaBank (más de 450 millones, como contaron desde el banco en los pasados resultados) y un 9,75% del de BBVA, del que se llevaría más de 250 millones, como informaron desde la propia entidad.
Tomando como referencia estas cifras de 2022, el impuesto se comería en torno a 1.450 millones solamente de los seis mayores bancos del país, lo que supone en torno a un 13% de sus ganancias en España. Eso sí, para conocer las cifras exactas habrá que esperar a ver los ingresos de los bancos en 2023 y 2024, que pueden ser mayores por el efecto de la subida de los tipos de interés, pero que también se ven amenazados por el posible empeoramiento de la situación macroeconómica.
1.530 millones de impuestos en 6 meses
Al margen de este tributo, la banca estará obligada a pagar el habitual impuesto sobre sus beneficios, por el cual estos bancos abonaron a las arcas del Estado 1.530 millones de euros solamente en el primer semestre. Esta cifra supone el 27,8% de sus beneficios en España.
Al margen de los impuestos que afectan a todas las empresas, como este, el sector debe asumir una serie de tasas y aportaciones obligatorias que elevan sus compromisos con las arcas públicas a todos los niveles administrativos.
Entre ellos, un tipo de Sociedades del 30% (más alto que el del resto de las empresas), un impuesto sobre los depósitos de sus clientes, una tasa por los cajeros, la aportación anual al Fondo de Garantía de Depósitos y al Fondo Único de Resolución y un IVA no repercutible.