La Fiscalía Federal de Suiza ha abierto una investigación sobre la venta hace dos semanas de Credit Suisse a UBS, que fue respaldada por las autoridades financieras y gubernamentales del país y que se cerrará a lo largo de 2023.

En concreto, la Fiscalía Federal, basada en Berna, está estudiando posibles infracciones de la ley penal suiza por parte de los funcionarios del Gobierno, los reguladores y los ejecutivos de ambas entidades, que pusieron en marcha una operación de venta de emergencia para evitar la quiebra de Credit Suisse, según informa este domingo Financial Times.

"La Fiscalía Federal quiere cumplir de forma proactiva su misión y su responsabilidad de contribuir a crear un sistema financiero suizo limpio y ha establecido una vigilancia para tomar acciones inmediatas en cualquier situación que se encuentre dentro de su campo de acción", han apuntado desde la autoridad al diario británico.

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De acuerdo con estas fuentes, hay "numerosos aspectos de los acontecimientos que rodean a Credit Suisse" que respaldan una investigación y se necesita "identificar cualquier delito que pudiera estar bajo la competencia" de la Fiscalía. Según informa Financial Times, el fiscal, Stefan Blättler, ha estado en contacto con el Gobierno y es posible que entreviste a los funcionarios responsables de la operación.

Además, este diario señala que algunos partidos políticos han empujado para celebrar este mes una sesión en el Parlamento en la que es posible que se celebre una comisión de investigación sobre la transacción, que ha levantado también el rechazo de la ciudadanía.

Despidos

Este domingo se ha conocido, además, que UBS tiene previsto recortar unos 36.000 puestos de trabajo en todo el mundo, lo que supone en torno a un 20% y un 30% de su plantilla global, una vez integre Credit Suisse.

Del total, en torno a un tercio, unos 11.000 puestos de trabajo, corresponderían a Suiza, según informa este domingo el diario suizo Sonntagszeitung citando una fuente de la dirección de UBS y recoge Reuters.

La próxima semana ambas entidades tienen previsto celebrar por separado sus respectivas juntas de accionistas, según informa Efe, en las que podrían producirse tensiones debido a que la operación de venta de Credit Suisse se produjo sin necesitar la aprobación de ningún accionista.