Sindicatos y patronales de banca ya tienen fecha para empezar a negociar el nuevo convenio del sector, que aplicará a los ejercicios 2024, 2025 y 2026. A finales de septiembre será el momento en el que ambas partes se sienten a tratar la primera propuesta de los sindicatos, que pasa por que los trabajadores sean compensados por la pérdida de poder adquisitivo que han sufrido debido a la inflación y la subida de los tipos de interés, según informan fuentes sindicales a EL ESPAÑOL-Invertia.

Los sindicatos CCOO, UFT y FINE remitieron a finales de junio un escrito formal a las patronales del sector (AEB, CECA, UNACC y ASEMECC) para convocar las mesas de negociación correspondientes a los próximos convenios de cada subsector (banca, ahorro y cooperativas de crédito, respectivamente), pues los actuales caducan el próximo 31 de diciembre.

En estas cartas, los sindicatos dieron dos meses a las patronales para iniciar estas negociaciones, de forma que querían que septiembre fuera la fecha elegida. Finalmente, las conversaciones se iniciarán a finales del próximo mes, según ha podido confirmar este periódico.

Beneficios, inflación y tipos de interés

La principal reivindicación de los representantes de la plantilla son mejoras de sueldo que compensen su pérdida de poder adquisitivo de los últimos dos años. Una petición que se basa en los importantes beneficios -algunos de récord- cosechados por los bancos españoles en el primer semestre de este año.

"Seguimos teniendo la vista puesta en las mejoras salariales, tan justificadas en tiempos de beneficios y repartos de dividendos récord en las entidades y continuas subidas de sueldo de las cúpulas directivas", explican desde FINE a este periódico.

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Por su parte, CCOO exige en un comunicado que se aborden las negociaciones a nivel sectorial y en cada entidad "tras confirmarse en el primer semestre de 2023 unos beneficios récord de las entidades financieras del Ibex 35, con un 32% de incremento en España respecto al mismo periodo de 2022".

"Además, desde CCOO se exige a las cúpulas del sector financiero que reviertan sus beneficios en mejorar el clima laboral y la atención a la clientela, con una mejor dotación de plantilla en los centros de trabajo, volviendo a crear empleo en el sector, reduciendo la presión comercial y reenfocando su modelo de negocio al cumplimiento de su fin social: dotar de crédito a familias y empresas en condiciones razonables y equitativas", añade la formación.

Hipotecas de empleados

Los sindicatos quieren luchar no sólo por el impacto de la inflación en el poder adquisitivo de los trabajadores, sino también el de los tipos de interés. No en vano, los empleados disfrutan de condiciones ventajosas en productos financieros de sus bancos, como préstamos o hipotecas, que por lo general se conceden siempre a tipo variable y, por tanto, se han visto afectadas por la subida del Euríbor.

"La mejora de condiciones de los préstamos a empleados es otro de los puntos fuertes en nuestras reivindicaciones", explica FINE a este periódico.

Manifestación de empleados de CaixaBank contra el ERE.

Además, los sindicatos quieren que los convenios duren menos para que se renueven con mayor periodicidad a la vista de los acontecimientos de los últimos años. "Nuestro interés es el de conseguir negociar unos convenios más cortos en tiempo, debido a los bruscos cambios coyunturales que se vienen produciendo en los últimos años", añaden fuentes de FINE.

Y también quieren que el proceso de negociación sea ágil, algo que no ha ocurrido otras veces. "Apostamos, además, por un proceso de negociación directo y corto en el tiempo, sin eternizarse como en convenios anteriores: las plantillas del sector no pueden esperar y menos ante unos beneficios que van a seguir creciendo", apunta CCOO en un comunicado.

Acuerdo extraordinario

Estas peticiones llegan después de que hace unos meses los sindicatos del sector lograran arrancar de las patronales un acuerdo para elevar los salarios por encima de lo pactado en el convenio como medida extraordinaria por el contexto de elevada inflación que se estaba viviendo.

En concreto, el pasado noviembre la Asociación Española de Banca (AEB) -representante de Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter e ING, entre otros- pactó con CCOO y UGT incrementar un 4,5% los salarios en 2023, frente al 1,25% que estaba establecido en el convenio.

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Por su parte, la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) -a la que están asociadas CaixaBank, Unicaja, Ibercaja o Kutxabank, entre otras- hizo lo propio dos meses después y acordó con los sindicatos que los sueldos de los trabajadores de las entidades subieran un 5,25% en 2023, resultado de sumar el 1% que estaba pactado en el convenio en vigor más un suplemento del 4,25%.

Sin embargo, para los representantes de los trabajadores, estos acuerdos tan sólo fueron una primera fase y ahora quieren abordar la segunda para seguir obteniendo compensaciones por la elevada inflación, pero también por el impacto que la subida de los tipos de interés está teniendo en el poder adquisitivo de las plantillas. En ello se centrarán a partir de finales de septiembre.