Estas fueron las palabras de Nadia Calviño tras conocerse que, después de intensos meses de diplomacia por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, la actual vicepresidenta primera y ministra de Economía, Comercio y Empresa de España será presidenta del BEI a partir del próximo 1 de enero de 2024.

Aún no ha tomado posesión y Calviño ya tiene una primera prueba de fuego por delante al frente de la institución, todavía hoy gobernada por el alemán Werner Hoyer. Y es que la pasada semana la UE acordó abrir negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia y concedió el estatus de candidato a Georgia en su expansión hacia la Europa del Este.

La UE también iniciará negociaciones con Bosnia y Herzegovina “una vez que se alcance el grado necesario de cumplimiento de los criterios de membresía”, tal y como informó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michael.

Precisamente, el primer organismo en tender puentes con estos tres países de la Europa emergente ha sido el BEI que presidirá Calviño. “El Banco está apoyando activamente a estos tres países, habiendo proporcionado más de 10.000 millones de euros de financiación hasta la fecha y espera continuar su apoyo en el proceso de adhesión y convergencia con la UE”, resume el BEI en un comunicado.

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Buena parte de ese montante se concentra en Ucrania, invadida por Rusia en febrero de 2022 y en guerra con el país de Vladímir Putin desde entonces.

En Ucrania, la presencia del BEI data de 2007. Ha invertido en infraestructura municipal, energía, transporte y pymes, habiendo comprometido hasta un total de 7.300 millones en financiación. Desde el inicio de la invasión rusa, el BEI ofreció alivio inmediato a Ucrania, desembolsando 1.700 millones de euros de financiación en 2022 y ayudando a financiar reparaciones de emergencia de la infraestructura devastada del país.

Moldavia y Georgia

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo tras conocerse el anuncio del Consejo Europeo que la decisión es “una victoria para Ucrania” y para “toda Europa”, que “motiva, inspira y fortalece”.

El BEI también está presente en Moldavia desde 2007. El banco de la UE ha canalizado más de 1.190 millones en 33 proyectos de múltiples sectores como el transporte, la energía, las pymes, la agricultura y las infraestructuras municipales, con datos de la propia institución.

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El 2022 fue un año récord para el BEI en Moldavia, con 250 millones en nuevos préstamos firmados con el sector público.

En 2023, el Banco ha extendido su primer préstamo corporativo en el país: un proyecto de 27,5 millones de euros con Premier Energy Distribution, el operador privado del sistema de distribución de electricidad de Moldavia, destinado a mejorar la calidad y confiabilidad de la red de energía eléctrica.

En los últimos días, el Banco ha firmado un acuerdo de préstamo de 42 millones de euros para mejorar la infraestructura ferroviaria de Moldavia, mejorar la conexión ferroviaria entre Moldavia y Ucrania e impulsar el comercio.

Por su parte, el BEI trabaja con Georgia desde 2007, si bien la primera firma fue en 2010. El compromiso del banco de la UE en Georgia, que supera los 2.000 millones de euros, cubre muchos sectores esenciales: la energía verde y la transmisión de energía, la conectividad, el agua y las aguas residuales, la inclusión digital, la agricultura sostenible y el acceso a la financiación de las micro, pequeñas y medianas empresas.

La revolución de Calviño

Cabe recordar que Nadia Calviño supone una revolución para el BEI. Desde su fundación en 1958, el banco de la UE ha contado con siete presidentes, todos hombres y ninguno español. El actual, Hoyer, lo preside desde 2012, en los peores momentos de la crisis del euro cuando Grecia estaba en el foco de los rescates.

A la española, sin embargo, le tocará lidiar con la expansión hacia el Este y los efectos del conflicto ruso en la frontera. Con todo, Calviño ya prepara una discusión monográfica sobre las prioridades del BEI que tendrá lugar en el próximo Ecofin de febrero.