José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, el pasado verano a su llegada a la Asamblea General de la CEV.

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, el pasado verano a su llegada a la Asamblea General de la CEV. Rober Solsona Europa Press

Banca

Goirigolzarri, el banquero filósofo que no pudo presidir BBVA pero salvó a Bankia y se hizo experto en fusiones

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José Ignacio Goirigolzarri afronta el fin de una era y el sector bancario, en cierta manera, también. El histórico banquero ha presentado este miércoles su renuncia a la presidencia de CaixaBank tras una dilatada carrera que le llevó hace veinte años a las puertas de liderar BBVA, uno de los bancos más grandes de Europa. El traspié que lo impidió, sin embargo, le vino bien a España, pues le permitió tomar las riendas de Bankia y salvarla del colapso en plena tormenta financiera.

El banquero, bilbaíno de cuna, apasionado del Athletic, educado en los jesuitas y estudiante de Filosofía, firma con esta salida la última -al menos de momento- línea de un dilatado currículum en el que el gran protagonista es BBVA, el banco de su vida. En él pasó más de tres décadas que le formaron como banquero comercial, primero, y corporativo después, lo que terminaría convirtiéndolo en un experto en fusiones.

Un banco que, aunque probablemente quiso, no pudo presidir, pese a lo cual pasará a la historia como el capitán que enderezó un banco a la deriva, Bankia, y se coronó como presidente de la entidad con el negocio más grande en España, CaixaBank.

El banco de su vida

La vida de Goirigolzarri está, inevitablemente, ligada a Bilbao, su ciudad natal y donde se formó en económicas por la Universidad Comercial de Deusto, en la que más tarde dio clases como profesor. También estudió Finanzas en Reino Unido.

En la ciudad vasca empezó también su carrera profesional, en el Banco de Bilbao, germen del actual BBVA. Fue en 1977, con apenas 23 años, cuando se incorporó al área de Planificación Estratégica.

Llegó a la alta dirección de BBV en 1994, cuando se integró en el comité de dirección de la entidad, en la que también fue responsable de Banca Comercial en España y de las operaciones en Latinoamérica.

Allí se mantuvo durante la integración en BBV de Argentaria, otrora entidad pública, en 1999, que sirvió al entonces presidente del banco, Francisco González, para reorganizar la cúpula de la entidad y sacar de la misma al histórico Emilio Ybarra por el escándalo de las cuentas opacas de Jersey.

Carlos Torres, presidente de BBVA; José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, y José Sevilla, presidente de Unicaja, conversan con el nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.

Carlos Torres, presidente de BBVA; José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, y José Sevilla, presidente de Unicaja, conversan con el nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá. Susana Vera Reuters Madrid

Goirigolzarri se mantuvo en la alta dirección del banco, del que se convirtió en número dos. Como consejero delegado del ya BBVA, trabajó mano a mano con González, otro histórico banquero que terminó dejando la entidad poco antes de verse salpicado por el caso Villarejo, en el que el juez pidió hace unos meses procesarle.

El entonces consejero delegado de BBVA tenía un brillante futuro por delante, que en el sector se asumía que continuaría con la presidencia del segundo banco del país, el cual entonces competía de forma directa con el Santander de Emilio Botín.

Salida de BBVA

Francisco González cumplía 65 años -límite temporal para ostentar la presidencia de BBVA- en 2009 y en los corrillos bancarios se daba por sentado que Goirigolzarri le sustituiría con José Sevilla como número dos.

El que después sería consejero delegado de Bankia y, más tarde, presidente de Unicaja también formó parte de la cantera de BBVA, por la que pasó, asimismo, Jaume Guardiola.

El ex consejero delegado de Sabadell y actual presidente del Cercle d'Economia trabajó con Goirigolzarri al ejercer funciones directivas en México durante la expansión de BBVA por Latinoamérica. Sevilla, por su parte, formó parte del comité de dirección.

Sin embargo, las fricciones con el presidente frustraron estos planes. González, que quería quedarse en la presidencia, decidió prorrogar la edad de jubilación de los consejeros de BBVA para poder quedarse unos años más.

El banquero de Chantada fue nombrado presidente de honor del banco a los 74 años, cargo al que renunció en marzo de 2019, siete meses antes de cumplir los 75.

En ese momento, Goirigolzarri ya pertenecía a la historia de Bankia. El banquero terminó dejando BBVA en 2009 en una salida de mutuo acuerdo que le dejó una millonaria pensión vitalicia.

Rescate de Bankia

Una jubilación anticipada tras la que se tomó un tiempo de descanso que interrumpió cuando le llegó una llamada de Luis de Guindos, entonces ministro de Economía.

En la primavera de 2012, Bankia, en ese momento bajo los mandos de Rodrigo Rato, estaba a punto de colapsar. Tras su polémica salida a bolsa, en la que miles de clientes perdieron sus inversiones, la entidad tuvo que sanearse y reestructurarse. Ahí apareció Goirigolzarri.

De Guindos, entonces a cargo de la salida a la crisis financiera, recabó el apoyo de los principales banqueros del país (Francisco González, Emilio Botín e Isidro Fainé) para sacar a Rato de Bankia y nombrar a Goirigolzarri. Pidió al bilbaíno que tomara las riendas de la entidad.

Así lo hizo el aún presidente de CaixaBank, que contó con el apoyo del millonario rescate a Bankia. Las ayudas públicas superaron los 20.000 millones de euros, un colchón que, junto a su dilatada experiencia, permitió al banquero recuperar la solvencia y la rentabilidad de Bankia. Para ello formó tándem con José Sevilla, quien fuera su hombre de confianza en BBVA.

Experto en fusiones

Goirigolzarri fue durante muchos años un gran banquero comercial, pero ser consejero delegado de BBVA le permitió pilotar, entre otros proyectos, el aterrizaje de BBVA en México, donde el grupo pudo hacerse con Bancomer y convertirlo en el primer banco del país.

Fue tras una lucha con Banamex, entonces primer banco de México, que contraofertó a los accionistas para lograr el control del banco. BBVA logró imponerse y a principios de los años 2000 se hizo con la que sería la joya de la corona del banco.

Su papel fue clave en la internacionalización del grupo, que en aquellos años también se expandió a Estados Unidos y a Asia, siendo el aterrizaje en México el más exitoso para BBVA.

Un episodio que llevó a Goirigolzarri a expandir sus capacidades como profesional. Aquel banquero comercial que se había curtido en el negocio de particulares de BBV -Goirigolzarri es el creador del conocido libretón- se convirtió entonces en un banquero con visión corporativa.

Esto le ayudó, años más tarde, a gestionar la fusión de Bankia con Banco Mare Nostrum (BMN).

Y, por supuesto, la de Bankia y CaixaBank, que se produjo en medio de la pandemia y entre intentos del sector más a la izquierda del Gobierno de Pedro Sánchez de convertirlo en un banco público.

Cercano y exigente

Goirigolzarri es cercano en el trato, pero muy exigente y muy atento al detalle, como relatan a este periódico quienes han trabajado con él. Un "hombre de Estado" que es, según algunas voces, tal y como se le ve y que lleva a la práctica en privado lo que promulga en público.

De hecho, "sólo el ejemplo legitima el liderazgo" es uno de los mantras que quienes han trabajado con él recuerdan escucharle. Y "¿cómo está la moral de la tropa?", la pregunta que siempre hace cuando llega a una dirección territorial. Entre sus objetivos, tanto en Bankia como en CaixaBank, están tener al personal motivado y al cliente contento.

Entre las miles de preguntas que la prensa le ha dirigido en su vida profesional, una ha tenido que escucharla varias veces: "¿Cuándo se va a jubilar?". La respuesta ha sido siempre la misma: ponerse a disposición de su consejo de administración.

Y este miércoles, tras 47 años en el sector financiero, este banquero filósofo que, según dicen, pocas veces se enfada en la oficina y del que nadie en el sector habla mal, ha puesto fecha a su salida: 31 de diciembre de 2024.