“El debate no es si pagar o no (por el uso de las carreteras), sino cómo, quién y cuándo”. La frase es del secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Sergio Vázquez, y la pronunció en la inauguración de la cuarta jornada del I Simposio del Observatorio de la Movilidad organizado por EL ESPAÑOL e Invertia hace poco más de un mes.
Unos días antes, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda, José Luis Ábalos, abrió a la puerta a que la financiación del mantenimiento de las vías de alta capacidad provenga del pago por su utilización. “En todas las infraestructuras de transporte -aeropuertos o ferrocarriles- se paga por el uso y no hay debate; creo que estamos en un escenario de asumir retos”, afirmó.
Mientras el Gobierno debate cómo implantar el pago por uso en las carreteras de gran capacidad de nuestro país (encima de la mesa desde el año pasado), las grandes concesionarias españolas tienen sobrada experiencia a lo largo de medio mundo. De hecho, cuentan con un reconocido prestigio internacional y están a la última en el uso de tecnología para estos procesos. En Invertia hemos querido que nos cuenten los modelos que aplican en otros países y hacia dónde van gracias a la tecnología.
Peaje con barrera
Este sistema es el que todos hemos visto en las carreteras españolas. Varios carriles con caseta (atendida por una persona o solo una máquina de pago) y una barrera que se abre después de pagar o recoger el ticket.
Desde Ferrovial insisten en que el sistema actual de peaje con barreras vigente en España “no sería práctico en caso de plantearse un pago en los cerca de 14.000 kilómetros que componen la red de alta capacidad en nuestro país”.
En esa misma línea, fuentes de Abertis indican que “el peaje tradicional de barreras físicas y pago en efectivo o tarjeta está llamado a desaparecer en el futuro, dando paso a múltiples alternativas en el marco del peaje electrónico”.
Dentro del peaje con barrera desatendido, destacan sistemas como Vía-T o el ATPM (Automatic Toll Payment Machine), proyecto propio de innovación de Sacyr. Consta de un hardware tipo tótem de doble altura para atención de vehículos de diferente altura con capacidad para aceptar todos los medios de pago disponibles (tarjeta financiera y no financiera, móvil NFC, metálico, tarjetas de fidelidad), y un software de control con capacidad para atención remota de los usuarios mediante cámara de vía e intercomunicador de usuario.
Este sistema ya está implantado en la autopista del Guadalmedina AP-46 (Málaga-Las Pedrizas) y entre las ventajas que aporta al usuario destaca la versatilidad de contar con todos los medios de pago de una forma ágil. Además, a Sacyr le permite total flexibilidad a la hora de modificar componentes hardware y software sin depender de proveedores externos.
Peaje sin barrera
El presente y futuro de las autopistas de peaje. En España ya tuvimos algún ejemplo de este sistema también conocido como “free-flow”. Abertis puso el primero en una gran autopista en España, la AP-7, en 2017.
Consiste en el despliegue de pórticos metálicos sobre la calzada donde se ubican antenas de lectura de dispositivos Via-T y videocámaras de lectura de matrículas que controlan el paso de usuarios por ciertos puntos de la red y así asignan una cierta longitud de cobro según los pórticos atravesados.
En este caso, Ferrovial utiliza la tecnología más puntera para identificar los vehículos. Para ello está llevando a cabo un proyecto piloto que, mediante la utilización de inteligencia artificial, identifica los vehículos sin tener una lectura completa de la placa. Las autopistas texanas LBJ y NTE, o la canadiense 407 ETR, son algunos de los ejemplos de los activos de Ferrovial que utilizan este tipo de tecnología. También está implantado en la red de autopistas de Portugal.
El peaje electrónico sin barreras y la tecnología actual, además, abren muchas opciones. Abertis anunció recientemente un proyecto en Puerto Rico que permite cambiar la tarifa en tiempo real en función de la congestión y dinamizar así el tráfico, reducir atascos, accidentes, contaminación, etc. En este campo no somos nuevos porque ya hace años que estamos operando infraestructuras así.
La filial de Abertis Emovis está especializada en peajes electrónicos y también tiene otros ejemplos: en Estados Unidos, por ejemplo, el sistema RUC (Road User Charge) cobra una tasa a los vehículos eléctricos que no pagan impuesto sobre la gasolina.
En infraestructuras más “pequeñas” (tramos concretos, puentes, etc.) existen otros sistemas, como por ejemplo las etiquetas inteligentes que se adhieren al parabrisas y mediante cámaras cobran el peaje (Mersey bridge), o lo descuentan (como en el caso de la circunvalación de Girona); reconocimiento de matrículas mediante cámaras (fácilmente aplicable para peajes urbanos), etc.
El sistema más novedoso de pago desatendido “free-flow” de Sacyr se emplea en las autopistas urbanas de Santiago de Chile. Consiste en un pórtico equipado con cámaras de clasificación, OCR (optical carácter recognition) y antenas de telepeaje, que reconoce los vehículos que pasan sin necesidad de parar ni reducir la velocidad, ya que el sistema reconoce al vehículo y gestiona el pago del peaje a través de la concesionaria.
Los usuarios/vehículos que usan estas vías tienen que registrarse previamente en el RNUT (Registro Nacional de Usuarios de Telepeaje) aportando datos de identificación del usuario, matrícula y modo de pago.
Ir más allá
Sacyr Concesiones está trabajando en el desarrollo de una app para el pago con móvil en peaje, un sistema mediante el cual un usuario registrado (datos personales, medio de pago y matrícula) podrá hacer uso de los peajes sin necesidad de usar dispositivos de identificación ni parar en vía.
Abertis ha iniciado este año un proyecto a nivel Grupo (Garage) de tres años de duración junto a IBM para avanzar en el desarrollo tecnológico. En este caso, una de las patas de este proyecto es el diseño de una solución de peaje por satélite. Esto ya se está aplicando en vehículos pesados, pero la idea de este proyecto es diseñar una solución que funcione para todo tipo de vehículo.
Actualmente, Ferrovial está llevando a cabo un proyecto piloto con una aplicación para smartphones que recibe el nombre de Satelise en las autopistas portuguesas Norte Litoral y Algarve. Se trata de un sistema “free flow” con tecnología satelital que aplica métodos de geolocalización satelital (tecnología GNSS) y que incluye pórticos de control, pero mucho más espaciados ya que el posicionamiento por GPS permite identificar los kilómetros recorridos sin necesidad de controlar entradas y salidas.
Tiene dos vertientes. La tradicional en el ámbito europeo implica la instalación de un dispositivo GPS “on board” en cada vehículo, que almacena la información para el cobro. La segunda opción satelital es a través de una App en el teléfono (smartphone) de cada usuario.
Opciones, como leen, hay. Además, las empresas españolas son punteras en su implantación y están dando muestras de ello en muchos países. Solo falta que el Gobierno muestre qué quiere hacer, cómo y se lo explique a los ciudadanos.