La junta de accionistas de Indra ha ratificado este miercoles por una amplia mayoría la nueva estructura de gobierno de la compañía, en la que los roles de presidente y de consejeros delegados se separan, y que ha resultado en el nombramiento de Marc Murtra como presidente no ejecutivo y de Cristina Ruiz e Ignacio Mataix como consejeros delegados con carácter solidario.
De la misma manera, la aprobación supone la ratificación y reelección de Marc Murtra como consejero y de Ana María de Pro como consejera independiente, así como la reelección de Enrique de Leyva e Ignacio Martín como consejeros independientes y de Ignacio Mataix y Cristina Ruiz como consejeros ejecutivos.
El ratificado presidente no ejecutivo, Marc Murtra, ha destacado en su intervención en la junta de accionistas que "hay muchas razones para mirar al futuro con confianza e ilusión".
"Indra dispone de un sólido posicionamiento estratégico, comercial y de negocio y de un equipo de profesionales extraordinario y queremos ser protagonistas de una industria global de alto dinamismo y potencial que puede generar mucho valor para España en un momento de recuperación en el que las ayudas europeas van a impulsar proyectos e inversiones en muchas de nuestras áreas de fortaleza y expertise tecnológica", ha subrayado.
"Mi objetivo como presidente es contribuir desde mi trayectoria, conocimiento y experiencia a potenciar las fortalezas de Indra y apoyar a los responsables ejecutivos desde el liderazgo del consejo y a través de las funciones que me han sido encomendadas", ha asegurado. Así mismo, Murtra ha trasladado su agradecimiento a Fernando Abril-Martorell por su etapa como presidente, valorando su gestión y la transformación operada en la sociedad desde que asumió sus funciones en 2015.
Objetivo cumplidos y a cumplir
Los consejeros delegados de la compañía han señalado durante sus intervenciones que el primer reto de Indra es cumplir con el guidance para 2021, anunciado a los inversores. En concreto, Indra espera superar los 3.000 millones de euros de ingresos en moneda constante, obtener un Ebit superior a 200 millones de euros y lograr un flujo de efectivo libre en 2021 de más de 120 millones de euros.
Al igual que han recordado el guidance para 2021, los nuevos miembros del consejo han sañalado que, a pesar del endurecimiento de la pandemia durante el segundo semestre, Indra cumplió en 2020 con los objetivos comprometidos para el ejercicio con los inversores y accionistas en el mes de julio de dicho año.
En concreto, han puesto en relieve que Indra consiguió que su cartera alcanzase un nivel histórico, creciendo un 15,9% hasta los 5.229 millones de euros, mientras que la contratación neta se elevó un 8,4%, ascendiendo a 3.850 millones.
En ese ejercicio, Indra logró que su flujo de caja libre se situase en 83 millones de euros (o 121 millones de euros excluyendo la salida de caja de 38 millones por el plan Covid de transformación de la plantilla), un dato que contrasta positivamente con los 8 millones de euros de Flujo de Caja Libre de 2019. Además, la deuda neta se redujo hasta 481 millones al final del ejercicio, frente a los 552 millones de 2019, situándose en su nivel más bajo desde 2010.