La venta de su participación en Aguas de Navarra y en el londinense Old War Office, y la salida de los hospitales de Montreal (Canadá) y Toledo. Cuatro operaciones que han servido a OHLA (la antigua OHL) para dar un paso al frente en su proceso de desinversión de activos no estratégicos.
Cuatro movimientos, junto a otros desarrollados por la compañía, que han reforzado su posición financiera, les ha servido para reducir deuda, y poner el foco en el negocio de construcción y concesiones.
Han pasado 500 días desde que los hermanos Luis y Mauricio Amodio comenzaron a manejar los hilos de la compañía. Primero, comprando un 16% del capital al Grupo Villar Mir. El desembolso fue de 1,1 euros por acción, es decir, 50,4 millones de euros. Eso fue a mediados de mayo de 2020.
Este año, y tras el plan de recapitalización, alcanzaron el 25,96%, siendo los accionistas de referencia. La inyección de capital fue de 37 millones de euros. El vencimiento de su estructura de bonos se alargaba hasta 2025 y 2026.
Fue el 15 de junio de 2020 cuando Luis Amodio fue nombrado presidente. Tomaba el cargo que hasta entonces había desempeñado Juan Villar-Mir. Un periodo en el que la rebautizada como OHLA ha logrado un cambio de aires, un soplo de aire fresco, en una compañía que encadenaba cuatro años consecutivos de números rojos.
Fortalezas
Si hubiera que definir tres fortalezas en la actual OHLA, estas serían su posición de caja neta, una cartera de construcción creciente y márgenes estables al alza. “La compañía acaba de salir de una importante reestructuración financiera que, junto a la venta de activos, le permitirá cerrar este año con caja neta”, señalan desde Intermoney.
“La llegada de los Amodio ha provocado la adquisición de mayores contratos de construcción, como la ampliación del metro de Estocolmo, o en la República Checa sobre obras ferroviarias”, añade Diego Morín, analista de IG. Sin olvidar la ampliación de una autopista en California, el mayor contrato en la era Amodio, de 320 millones de euros.
Pero si hubiera que destacar un hecho, en estos 500 días, es que OHLA anunció un beneficio de 75,4 millones en el primer semestre de 2021. “El objetivo de la constructora para este año es acercarse a los 3.000 millones en ventas y 80 millones de Ebitda. Ya acumula 30,4 millones en la primera mitad del año de resultado bruto de explotación”, indica Joaquín Robles, de XTB.
Otro aspecto positivo es que OHLA se encuentra en plena expansión. A ello ayuda el fuerte crecimiento a nivel global. Su cartera está muy diversificada: Europa (41%), EEUU (38%) y Latinoamérica (20%). Entre las oportunidades, su fuerte presencia en EEUU, la experiencia en concesiones y activos valiosos en venta.
Debilidades
Por lo que respecta a las debilidades de OHLA, el recuerdo de la reestructuración financiera, la presencia aún del Grupo Villar Mir (GVM) y el legacy a un coste desconocido. “Frente al recuerdo de su reestructuración financiera, creemos que el negocio de construcción, estabilizado desde 2019, continuará con su tendencia de incremento de márgenes, mientras que los costes por los proyectos legacy irán disminuyendo”, señalan desde Intermoney.
Por su parte, Joaquín Robles hace la siguiente valoración: “A pesar de que la reestructuración de sus deudas le ha permitido reforzar sus fondos propios, la deuda total de la compañía sigue superando la capitalización bursátil”.
Sobre las acciones de OHLA, estas se encuentran a un precio muy similar al que iniciaron el año. También cuando se anunció la adquisición del 26% por parte de los hermanos Amodio. “Nos seguimos enfrentando a un valor demasiado volátil sin poder romper la parte alta del rango. Veremos si con estos proyectos [Estados Unidos, República Checa…] las estimaciones para el último trimestre del año y los próximos meses le valen a los inversores para ‘apostar’ por la entidad”, manifiesta Diego Morín.
Entre las amenazas, desde XTB, apuntan las siguientes: una estabilización del crecimiento a nivel global; un endurecimiento monetario, que podría encarecer el precio de su deuda; y la subida de las materias primas, que también pueden contraer los márgenes de los proyectos en curso.
Sin olvidar pleitos como Catar, y la incógnita de la estabilidad accionarial. “Los riesgos del valor se concentran en los litigios”, remarcan desde Intermoney.
Y es que la lista de litigios es larga: Qatar Foundation, el Estado de Kuwait, Qatar Raylways Company, la compañía polaca PGB, Anesrif (Agencia Nacional Argelina de Inversiones Ferroviarias), Autopista Rio Magdalena... En total, la firma presidida por Luis Amodio reclama por valor de 1.282 millones de euros.
Se trata de una cifra muy similar a las ventas del primer trimestre de este año: 1.312 millones. Las partes anteriormente citadas, por su parte, han presentado reconvención por un montante de 1.480,2 millones de euros a OHLA.