Llega un día clave para la industria del juguete en nuestro país. El paso de los Reyes Magos por las casas de los pequeños españoles supone un elevado número de ventas para el sector. Sin embargo, no todas las jugueterías han sido buenas en el manejo de sus finanzas y un 20% ha cerrado el año con alto riesgo de incurrir en impagos a sus proveedores.
La importancia del paso de Sus Majestades de Oriente -y hace unas semanas de Papá Noel con su séquito de elfos- radica en las dimensiones de la industria juguetera del país. Actualmente, en España hay operativas nada menos que 350 empresas fabricantes de juguetes (jugueteras) y 1.400 dedicadas a su venta y distribución (jugueterías), según datos de Insight View recopilados en un estudio de Iberinform.
Desde la rama de análisis de crédito empresarial del grupo Catalana Occidente apuntan que las jugueteras han dado carpetazo a 2018 con una facturación media cercana a los 4,9 millones de euros, mientras que las jugueterías apenas han logrado 3,1 millones en ventas. Una cifra esta última que se explica por los bruscos cambios que ha sufrido el sector en los últimos años.
Aunque muy poco ha cambiado en las tradiciones Navideñas del catálogo de juguetes, la carta de deseos y el irse pronto a dormir -más allá de la irrupción del caballero de Laponia vestido de rojo-, en la trastienda de la industria sí se ha producido un drástico vuelco. La creciente competencia asiática, la aparición de nuevos hábitos de consumo, la caída de la natalidad, la proliferación de plataformas de segunda mano y el auge de las compras online en grandes sitios como Amazon han sido los más importantes que explican que las jugueterías atraviesen ahora una situación financiera más asfixiante. Y también, pero en menor medida, las jugueteras.
La competencia de China, la caída de la natalidad, las plataformas de segunda mano, las compras online y el auge de los juguetes tecnológicos han provocado un profundo vuelco del sector.
Todos estos cambios se han traducido en “márgenes muy ajustados” para su actividad, según Iberinform. Así se desprende del hecho de que la facturación antes señalada se traduzca en beneficios que de media solo alcanzan 200.000 euros para las fabricantes y 35.000 euros para las empresas vendedoras. Las primeras se han manejado mejor gracias a que “han deslocalizado parte de su cadena, incrementado las exportaciones y reinventado sus catálogos con la incorporación de más tecnología”, apunta el estudio.
El resultado es que mientras que un 20% de las jugueterías se encuentran en un riesgo elevado o máximo de insolvencia, el porcentaje se reduce al 15% en las jugueteras. Mientras que un 61% de las fabricantes se encuentra en riesgo bajo o mínimo de incurrir en impagos en el próximo año, sólo un 59% de las vendedoras puede presumir de tal situación financiera.
UN SECTOR DE MICROEMPRESAS VALENCIANAS
La diferente capacidad de adaptación al mercado también se refleja en la edad media de las compañías de cada subsector. Solo un 9% de las firmas de juguetería que operan en España tiene más de 25 años, una marca que sobrepasa un 23% de la industria fabricante de juguetes del país. Siempre según los datos que manejan desde Catana Occidente, un 61% de las primeras no llega a cumplir la década en operaciones, mientras que únicamente un 49% de las segundas no alcanza esta edad.
El peor comportamiento de las jugueterías también se explica por el menor tamaño de sus empresas, menos preparadas por tanto para una competencia eficaz en un mercado global y digitalizado. Un 77% de las sociedades dedicadas a la venta de juguetes son microempresas, frente al 55% de las de fabricación que se engloban en esta categoría. Un 1% de las primeras logra colarse en la categoría de gran empresa frente a un 3% de las segundas que lo consiguen.
La radiografía del sector muestra también otra peculiaridad de la industria del juguete en España. Muchos recordarán que en aquellos años en los que escribían carta a los Reyes Magos estudiaban en el colegio (si eran buenos) que el mayor polo de fábricas especializadas estaba en la provincia de Alicante. Así sigue siendo, pues en la Comunidad Valenciana se encuentran un 42% de las empresas jugueteras, mientras que apenas se radican aquí un 13% de las jugueterías, que concentran su domicilio social en las regiones de Cataluña (20%) y Madrid (19%).