Los minoritarios de Dia prometían dar batalla contra Fridman y no se han hecho esperar. Solo un día después de que el magnate ruso haya recibido el visto bueno para su oferta pública de adquisición (opa) por el grupo español de supermercados, la Asociación de Accionistas Defensores de Día (AADD) ha anunciado iniciativas para que “la CNMV obligue, cuanto menos, a una subida en el precio”.

El organismo supervisor ya informó ayer jueves de que los 0,67 euros por acción ofrecidos en la oferta no podían tener la consideración de “precio equitativo”. Sin embargo, puesto que la oferta de Fridman tiene carácter voluntario, no se puede exigir que la puja cumpla con este requisito, que sí es de obligado cumplimiento para las opas de carácter forzoso cuando un accionista rebasa un 30% en el capital de una cotizada. Una cota a la que Fridman se ha aproximado (29,001%), pero que se ha cuidado muy mucho de no alcanzar.

Los inversores minoritarios de Dia también han lamentado “profundamente” la celeridad con la que la CNMV ha resuelto la aprobación del folleto de la oferta, al punto de que ni siquiera se han llegado a agotar los plazos inicialmente establecidos para ello. Sin embargo, esta diligencia ha sido positiva para acelerar la posible aplicación del plan de rescate de Fridman, a través del fondo LetterOne. Así, de conseguir la aceptación que el ruso ha fijado como condición para seguir adelante con su hoja de ruta, será más fácil que la minorista logre esquivar el concurso de acreedores.

El proceso concursal es precisamente uno de los puntos clave en los que Fridman se apoya para intentar recabar el máximo número posible de apoyos. Y es que necesita quintuplicar el respaldo que cosechó en la junta de accionistas del pasado 20 de marzo, donde se hizo con la victoria por pura aritmética de mínimos. El mismo argumento que el consejo de administración de Dia usaba contra el empresario ruso lo toma ahora él.

Desde la asociación de minoritarios denuncian “las maniobras poco claras que se han realizado durante el último año por parte de fondos especulativos para atacar el valor y facilitar la toma de control por parte de Fridman” y recuerdan que el 6% del capital que aglutina no aceptará la opa. A la par que invitan al resto de pequeños inversores a seguir su “recomendación”.

Mientras tanto, el folleto de la oferta recoge más detalles de los que hasta ahora habían desvelado Fridman y sus socios en cuanto a sus planes financieros para la compañía española. En este sentido, se ha sabido que el empresario y su equipo fijan en un mínimo de 130 millones de euros la partida necesaria para que Dia pueda recuperar el equilibrio patrimonial y salir de la causa de disolución en la que está incursa.

El ruso reconoce que la compañía se encuentra en una “situación complicada”, ya que acumula una posición “insostenible” de deuda cercana a los 1.700 millones de euros. A esta cifra es a la que atribuye la relación “crispada” que, según él, mantiene la gerencia de la compañía con sus inversores y proveedores.

Más allá del capital necesario para el reequilibrio financiero, el folleto de la opa contempla la necesidad de más capital para cambiar “profundamente” su estructura. Así, se estima que durante los dos primeros años de aplicación del plan habrá pérdidas y se podrían consumir “entre 200 y 250 millones de euros en efectivo” entre inversiones y reestructuración, apunta LetterOne. Mientras tanto, se espera que las ventas de Clarel y Max Descuento puedan aportar 100 millones de euros en efectivo.

LA REFINANCIACIÓN Y NUEVOS OPOSITORES

Con todo, LetterOne espera que la deuda de Dia se pueda reducir en 305,7 millones de euros. Un objetivo para el que, con el visto bueno conseguido en la pasada junta, ya había empezado contactos con acreedores, para lo cual incluso el consejo de administración del grupo se ofreció como puente para intentar aportar y salvar el plan de refinanciación que había conseguido sellar solo un día antes de la asamblea de accionistas.

El plazo de aceptación para la opa se prevé desde el próximo lunes 1 de abril hasta el día 23 de ese mes. Sin embargo, Fridman se reserva la posibilidad de poder alargar tiempos hasta el máximo de 70 días que contempla la regulación española. Una precaución que se toma consciente del bajo apoyo que, de momento, tiene para su plan. Cualquier extensión debe hacerse pública tres días naturales antes de la fecha de terminación del plazo inicial, con justificación de las causas que la motivan.

En esta lucha por hacerse con, al menos, un 35,5% adicional del capital de Dia, parece ser que le ha salido un nuevo obstáculo. En este sentido, y en plena guerra por el control de la compañía, la firma de inversión Boussard & Gavaudan Partners ha aflorado un 3,03% en el capital del grupo español. Un paquete que se reparte entre un 2,31% de forma indirecta, equivalente a un total de 14,04 millones de acciones, y un 0,76% restante a través de instrumentos financieros, tal y como figura en los registros de la CNMV.

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