El tiempo apremia para que la oferta de Mijail Fridman por el control de Dia logre los apoyos necesarios. Sin embargo, sus hombres de confianza no parecen preocupados. “Todo suele resolverse en las últimas 24 horas”, han explicado Stephan DuCharme y Sergio Dias este jueves ante una decena de analistas que siguen la evolución de la cadena de supermercados.
Más que por el tiempo, que termina el próximo 23 de abril, los hombres de Fridman se han mostrado inquietos por hacer llegar su mensaje al mayor número posible de accionistas de Dia, según fuentes conocedoras del contenido del encuentro. En este sentido, en la reunión celebrada en los despachos de la sede madrileña del bufete Pérez-Llorca, han dejado claro que no tienen otra oferta que “los 0,67 euros por acción o la quiebra”.
Los dos representantes de LetterOne, el brazo inversor del empresario ruso, han dejado claro en varias ocasiones que no está sobre la mesa ninguna mejora de la oferta, tal y como exigen algunos accionistas minoritarios, ni tampoco ninguna aceptación sin condiciones de las que quieran fijar las entidades financieras para la refinanciación de la deuda del grupo. Una cuestión que también es de urgente solución, pues hay ciertos tramos que vencen tan pronto como este próximo mes de mayo.
La negociación a brazo partido con los acreedores se mantiene, pero la falta de anuncios oficiales hace pensar que el acuerdo que se había alcanzado con la gerencia de Dia ha quedado en barbecho, a pesar de que incluso el consejo de administración se ofreció a tender puentes entre LetterOne y las entidades financieras. Sin este pacto, la ampliación de capital por 500 millones de euros, un centenar menos de lo que proponía la gerencia, se queda en el aire.
Sin embargo, el éxito de la oferta pública de adquisición (opa) sigue siendo el primer paso para que Fridman vaya implementando su plan de rescate en una cadena de supermercados que sigue en causa patrimonial de disolución. Y ese es su principal escollo, pues en la junta de accionistas en la que se hizo con la victoria por pura aritmética solo consiguió una quinta parte del apoyo que necesita.
"UN ACCIONARIADO MUY FRAGMENTADO"
En opinión de los emisarios del empresario ruso, la escasa afluencia de capital a aquella asamblea fue síntoma de que se trata de “un accionariado muy fraccionado” que dificulta la comunicación. En este sentido, ayer miércoles, se comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que Gregoire Bontoux y su aliado español Pedro Gómez-Pablos habían roto la sindicatura de accionistas mediante la cual sumaban un 3,42% del capital del grupo español. Un bloque al que algunos llegaron a identificar como el germen de un movimiento mayor en oposición a LetterOne y que, por el momento, ha quedado en nada.
Mientras tanto, el tiempo corre. También para el consejo de administración de Dia, que debe pronunciarse sobre la opa antes del próximo miércoles 10 de abril, conforme a los plazos que marca la ley. Hasta el momento se habían mostrado duramente críticos con los planes de Fridman, tanto que habían anunciado una y otra vez la posibilidad de la quiebra con la que ahora busca sumar apoyos el ruso.