Dia ha salvado una bola de partido decisiva, pero aún queda mucho en juego. Su principal accionista, Mijail Fridman, ha logrado un acuerdo de último minuto con los acreedores para evitar la quiebra, pero el salvamento efectivo está sujeto a un nuevo calendario de condiciones que tiene una de sus fechas clave el próximo 19 de julio.

El empresario ruso tiene desde ahora 60 días hasta la fecha que marca el pacto con los acreedores para sacar adelante su ampliación de capital por 500 millones de euros. La maquinaria está en marcha y a contrarreloj una vez más, ya que los bancos prestamistas han exigido que Dia “haya recibido un importe de al menos 490 millones en ejecución de un aumento de capital, de un préstamo participativo o de otro modo, en o antes del 19 de julio” de este año.

Así es como figura en el hecho relevante que Dia ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con el contenido de un acuerdo con acreedores que hora y media antes de su confirmación ya avanzaba Ana Botín, presidenta de Banco Santander. Lo hacía con el mercado aún abierto a negociación en un mensaje a través de su perfil en la red social Twitter.

Aunque el margen es más que holgado, puesto que la ampliación ya cuenta con el visto bueno de la junta de accionistas en la que el pasado marzo Fridman comenzó a hacerse con el control de Dia, no deja de ser determinante. Si se llega a esta fecha sin los deberes hechos, el acuerdo de bloqueo de los acreedores “se terminará automáticamente” y el grupo de supermercados podría probar entonces la entrada forzosa en concurso que este lunes ha logrado evitar, si bien la última palabra es cosa del consejo de administración.

Dia no podrá repartir dividendos mientras esté vigente este plan de salvamento financiero que tiene un horizonte inicial de cuatro años

Varios gestores presentes en el depreciado capital de Dia llevan meses mostrando su intención de acudir a la operación y el mismo empresario ruso se ha comprometido a suscribir su parte a través del fondo LetterOne, que ya controla virtualmente casi un 70% del capital de la cotizada española. Virtualmente porque aún no ha ejecutado las órdenes de compra sobre las acciones que han aceptado su opa a 0,67 euros por título, lo que se prevé que tenga lugar este miércoles 22 de mayo.

Los acreedores exigen en su lista de requerimientos para no hacer saltar por los aires la compañía que la operación esté cerrada a más tardar este próximo viernes 24 de mayo.

No obstante, hay un factor en juego que no depende de Fridman y que es determinante para que el calendario avance sin sobresaltos para Dia: que el ruso se haga con el control efectivo del consejo de administración de la compañía. Esta es una condición innegociable del ruso desde el comienzo de su asalto a la cadena de supermercados y que recuerda en el hecho relevante remitido a la CNMV. “LetterOne insta públicamente al consejo de administración que realice con carácter inmediato los nombramientos oportunos que le han sido comunicados”, recoge el documento.

VENCIMIENTOS Y FINANCIACIÓN EXTRA

Los detalles del pacto de financiación para Dia incluyen la “extensión de la fecha de vencimiento de toda la deuda bajo la financiación sindicada existente hasta el 31 de marzo de 2023”. Todo un alivio si se tiene en cuenta que a finales de este mismo mes de mayo ya debía afrontar las primeras amortizaciones.

Asimismo, la “autorización para obtener nuevas líneas de financiación super sénior garantizadas por un importe de hasta 380 millones de euros”. Este montante se desglosa en una línea de 200 millones de euros para un periodo de hasta tres años, una adicional de 100 millones por el mismo plazo accesible solo si se consume por completo la primera y una “complementaria” de 80 millones por un año para liquidez en pagos a proveedores que puede extenderse por dos años en caso de que sea necesario para este fin.

Mientras este cuadro esté vigente, “no se distribuirán dividendos” y se establecerán dos nuevas filiales del grupo de las que una, como se había adelantado, será la prestataria del acuerdo de financiación y deberá ser de nacionalidad española y aglutinar establecimientos comerciales del grupo que representen un mínimo del 60% del Ebitda restringido de la cotizada. Unos términos que ya contemplaba el fallido acuerdo de refinanciación del consejo de administración presidido por Borja de la Cierva.

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