A principios de abril, el presidente de Bodegas Emilio Moro, José Moro, veía con cierta preocupación el avance de la crisis del coronavirus. Por aquel entonces, estábamos en el primer estado de alarma. Seis meses después y con el segundo estado de alarma, vuelve a recibir a Invertia (de nuevo por teléfono) para contarnos el plan que le llevará a salvar su negocio este año tras la crisis de la hostelería y prepararse para un futuro con mucha incertidumbre en el mundo del vino.
Desde el punto de vista de las ventas, “estamos reestructurando toda la estrategia y cambiando las formas de vender para llegar al consumidor”, indica. ¿Qué quiere decir eso? “Que si el consumidor no puede ir a la hostelería o canal horeca y quiere seguir consumiendo vinos, nosotros tenemos que acercarnos a la gran superficie o llevárselo a casa a través del ecommerce”, señala.
Así, la nueva estrategia de Bodegas Emilio Moro se centra en tres patas: aumentar su presencia en las grandes superficies (como El Corte Inglés o Carrefour) y vender a través de su tienda online para llegar de las dos formas a las casas. Y, el tercer pilar, tirar de la internacionalización y tener presencia -también a través de la gran superficie- en Europa, Asia y América.
De todas ellas, el ecommerce es su apuesta más novedosa y arriesgada. “Es un sistema nuevo de comercio que tenemos que armar, hay que invertir en marketing digital e ir haciendo el camino poco a poco”, comenta. Por ello la bodega se ha hecho con un grupo de especialistas en este campo para potenciar unas ventas que solo este año crecerán un 300% comparado con el año anterior. Aunque también con la vista puesta en un futuro cada vez más digital.
Y es que Emilio Moro sabe que hay un filón en este canal. En plena pandemia lanzaron una oferta de vinos con descuentos que fue un éxito. “Fue desproporcionado, con crecidas del 1.173% de ventas por la campaña”, afirma.
Empresario responsable
El plan de Bodegas Emilio Moro implica responsabilidad con los 120 empleados de su plantilla y sus familias. Su CEO reitera, como ya hizo en la anterior entrevista, que no pondrá en marcha ningún despido temporal. “Queremos mantener a toda la plantilla y no queremos asfixiar ni hacer un ERTE para contribuir en la manera de lo posible a que esto se mantenga”, asegura, quien añade que “como empresarios tenemos que pensar en ese mañana”.
Y lo dice sabiendo que aún queda para la recuperación. “Llegará en función de la vacuna y la cura del virus”, pero calcula que como mínimo pasarán dos años para que empiece una recuperación económica.
Mientras tanto pide al Gobierno “no asfixiar a la hostelería ni al turismo” con tantas restricciones y cierres. “Desde el punto de vista del sentido común no me parece lógico ir apelotonados en el metro y que la hostelería, que está poniendo en marcha medidas de seguridad, tenga que cerrar. Además, los casos de contagio en hostelería son del 3% y en las reuniones familiares es mucho mayor”, denuncia.
130 años de historia
El origen de la bodega se remonta a 1891, año de nacimiento de su fundador, Emilio Moro, en Pesquera de Duero (Valladolid), enclave privilegiado de la Ribera de Duero. Emilio Moro, abuelo de los actuales propietarios, enseñó a su hijo el amor por el vino, y éste, a su vez, lo transmitió a sus hijos.
Tras tres generaciones, José y Javier Moro se hacen cargo de la bodega que actualmente posee unas 200 hectáreas de viñedo propio, plantadas e injertadas con un clon de tinta fina. Algunos de sus pagos más conocidos son Resalso, plantado el año en que nació Emilio Moro (1932) y Camino Viejo, donde nace su vino estrella, Malleolus.
La gama de vinos engloba también Emilio Moro, buque insignia de la bodega, y La Felisa, su vino ecológico. La familia Moro elabora además los godellos La Revelía, El Zarzal y La Polvoreta, fruto de su desembarco en El Bierzo, y posee, también en la Ribera del Duero, Bodegas Cepa 21 que engloba las referencias Hito, Hito Rosado, Cepa 21, Horcajo y Malabrigo.
Con este portafolio, el ritmo de la bodega no para. Acaba de presentar la nueva imagen de sus vinos blancos en El Bierzo, diseñada por el reconocido artista Domingo Zapata bajo el lema ‘El Godello hecho arte’. De hecho, ya se puede adquirir en un pack de tres botellas diseñado para relanzar el consumo navideño.
No es la primera vez que el artista y la bodega se alían. El verano pasado, Zapata llevó al céntrico Times Square de Nueva York la tradición del vino español de la mano de las Bodegas Emilio Moro con una obra de casi 3.000 metros cuadrados (30.000 pies cuadrados) en vivos colores.