Justo hace unos días, antes de hacer público este plan, la cadena alemana llevó a cabo una serie de movimientos en su filial Lidl Canarias, cuya actividad principal es la actividad inmobiliaria. Cambió su domicilio fiscal (aunque lo mantiene en Barcelona), su denominación a Schwarz it Barcelona SL y su objeto social.

Ahora es el siguiente: “la prestación de servicios informáticos generales, el asesoramiento, gestión y aplicación de soluciones de índole tecnológico en su más amplia acepción, así como todos los negocios y servicios vinculados al objeto social de la compañía”, según quedó registrado el 6 de septiembre de este año en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme). 

Muy distinto a lo que dicen sus últimas cuentas (correspondientes al periodo entre marzo de 2019 y febrero de 2020) depositadas en el Registro Mercantil. Ahí se detallaba que "su actividad principal consiste en la actividad inmobiliaria en general entendida en su más amplia acepción, así como también la construcción de todo tipo de inmuebles, y en particular, la prestación de servicios y consultoría inmobiliaria". 

En ese año fiscal permaneció inactiva. Eso quiere decir que desde hace años no registraba actividades. Sin embargo, no estaba disuelta. Este tipo de situaciones producen “una especie de letargo a la espera de ser reactivadas o liquidadas completamente”, según los expertos consultados por Invertia.

Y es precisamente la primera opción la que ha elegido la cadena alemana, la de reactivar. Aunque por curioso que parezca, no se ha hecho para liderar el plan inmobiliario de Lidl. Cierto es que en los últimos años tampoco ha usado esta filial para sus operaciones de crecimiento. 

De hecho, la sociedad incurrió en pérdidas durante los últimos ejercicios que han derivado en un patrimonio neto de 1.471,50 euros al cierre de 2018, importe que es inferior a la mitad del capital social, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.

“En estas circunstancias, la normativa mercantil obliga a que se convoque junta general en el plazo de dos meses para que se adopte el acuerdo de disolver la sociedad, a no ser que se incremente o reduzca el capital social en la medida suficiente”, según rezaba la auditoría de sus cuentas.

No obstante, su socio único, Lidl Supermercados, realizó una aportación dineraria de 4.000 euros con el objetivo de sanear la situación patrimonial.

Plan estratégico

De vuelta al plan estratégico de la cadena de supermercados, esta abrirá 150 establecimientos y pondrá en marcha cuatro nuevos almacenes en estos cuatro años que estarán ubicados en Nanclares de la Oca (Vitoria), que se inaugura en octubre, Escúzar (Granada), Martorell (Barcelona) y Parla (Madrid).

Además, Lidl prevé la apertura de 40 nuevos supermercados con una inversión récord de 400 millones de euros y crear en lo que queda de año 1.000 nuevos empleos en el mercado nacional.

De esta forma, la cadena de supermercados ultima la apertura de nuevos supermercados en mercados españoles y no descarta ir de la mano de promotores para acelerar su crecimiento en el mercado nacional o de ampliar su negocio más allá del retail como con desarrollos de viviendas como ha hecho la firma en otros países.

En su hoja de ruta para los próximos cuatro años, pondrán el foco en crecer en la Comunidad de Madrid, ya que consideran que tienen margen de crecimiento.