Stradivarius pasó a formar parte de Inditex en 1999. Veintidós años después es uno de los buques insignias del gigante textil y figura entre las 20 marcas españolas más valiosas en el ranking Kantar BrandZ. Cuenta con 934 tiendas repartidas por los más de 60 países en los que está presente, además de su tienda online.

En estos últimos diez años Stradivarius ha experimentado un fuerte crecimiento. En 2010 obtuvo unas ventas netas de 780 millones de euros, que equivalen al 6,22% de las ventas totales del gigante textil. En 2015 la cifra fue de 1.289 millones de euros y aportaba al grupo un 6,16%. Cinco años después, la proporción y, por tanto, la importancia de la misma se ha mantenido, ya que en 2020 registró 1.283 millones de euros en ventas netas, un aporte del 6,28% de los 20.402 millones que registró Inditex ese año.

Ahora bien, si comparamos la aportación de la marca con el resto de las que integran el Grupo Inditex, las cifras no son muy favorecedoras, ya que ocuparía el cuarto puesto. La marca líder es Zara, que registró en 2020 unas ventas netas de 14.129 millones de euros, que equivalen al 69,20% de las ventas totales. Sin duda, una cifra infinitamente mayor que el resto.

En segundo lugar estaría Bershka, con 1.772 millones de euros, un 8,68%. Le sigue Pull&Bear, con unas ventas netas de 1.425 millones de euros, un 6,98%. Después de Stradivarius y en quito lugar estaría Massimo Dutti, con 1.197 millones, un 5,86%. Cierran el ranking de aportación Oysho, con un 2,55%, y Uterqüe, que ahora estará integrada a Massimo Dutti, con un 0,36%.

Viene bien recordar que el grupo Inditex -que pronto será presidida por Marta Ortega-, registró en los nueves primeros meses de 2021 un beneficio neto de 2.500 millones de euros, cifra muy por encima de los 671 millones registrados en el mismo periodo del año anterior. Sus ventas netas fueron de 19.325 millones de euros.

Origen catalán

Pero, por curioso que parezca, Stradivarius no es una marca creada en Arteixo. El origen de la marca se remonta a 1994, cuando fue fundada por la familia catalana Triquell. Inditex compró el 90% Stradivarius en 1999 por 18.000 millones de pesetas (unos 110 millones de euros), pero manteniendo la función esencial con la que nació: producir moda femenina.

Posteriormente, operó en tres nuevos mercados internacionales y, una década después, contaba ya con 500 tiendas en 34 países del mundo. En 2002, Stradivarius facturó 124 millones de euros. En 2013 rompió la barrera de los 1.000 millones. 

En 2005, Inditex completó la adquisición del 100% del grupo. Al frente de la cadena se mantiene desde el principio Jordi Triquell, hijo del fundador de Stradivarius, Paco Triquell.

Un dato curioso es que la marca sigue manteniendo sus oficinas en Cataluña a pesar de pertenecer al grupo fundado por Amancio Ortega, estas no están ubicadas en Arteixo. De hecho, en 2017 inauguró sus nuevas oficinas para los equipos de diseño y servicios centrales en Cerdanyola del Vallés (Barcelona). 

En 2017 también lanzó su primera línea para hombre, Stradivarius Man. Sin duda, la gran apuesta de la marca que terminó siendo un absoluto fracaso: apenas un año después de su lanzamiento, la empresa dio marcha atrás y echó el cierre a esta línea de negocio.

De la evolución de la marca destaca que el número de tiendas ha ido variado en estos últimos diez años, pues pasó de tener 593 en 2010 a 1017 en 2017, siendo este el año cuando más tiendas llegó a tener desde su creación. Sin embargo, la cifra ha ido cayendo desde entonces y en el 2021 registró 934 tiendas. 

¿El motivo? Inditex puso en marcha su estrategia 2020-2022, activando el cambio de su modelo de negocio, integrando venta presencial y online. Un plan que cuenta con una inversión de 1.000 millones de euros para reforzar la apuesta por lo digital y 1.700 millones de euros para las tiendas tecnológicamente integradas. Estrategia que también supuso el cierre de tiendas.

Respecto a la presencia internacional, las cifras reflejan una evolución positiva, ya que en 2010 estaba presente en 43 mercados, mientras que en 2020 la compañía pasó a estar presente en 215 mercados en el mundo, registrando 399 millones de visitas web.

Además, con motivo de adaptar el logo de la marca a una estética más contemporánea, renovó su identidad visual la semana pasada. Cabe recordar que la marca recibió su nombre por un famoso fabricante de violines, Antonio Stradivarius. 

Y es que uno de los símbolos más característicos de la empresa es su logotipo. Como todos recordarán, el anterior contaba con letra 'S' que se sustituye por una clave de Sol. Este cambio de imagen no ha sido el único que ha experimentado la marca en su historia, ya que han sido varios a lo largo del tiempo. 

Nuevo logo de Stradivarius Inditex

De esta forma, el nuevo logo y tipografía de la firma representan esa feminidad renovada por la que tanto aboga la marca, esta vez apareciendo en mayúsculas para denotar cambio y fuerza, porque "la feminidad hoy se escribe también en mayúsculas", señala la marca.

Por lo que el recién lanzado imagotipo está compuesto por dos elementos: el símbolo, su icónica clave de sol, que dota de ritmo y dinamismo a la marca, y la tipografía, que forma la marca denominativa Stradivarius.

Polémicas

Por otra parte, al ser una marca muy reconocida y seguida especialmente por el público joven, no ha estado exenta de polémicas. La mayoría de estas han sido por el mensaje que transmitían algunas de sus camisetas. Por ejemplo, en una de las colecciones lanzó una camisa blanca con el mensaje No es no, uno de los lemas del feminismo en apoyo a las víctimas de violación.

Sin embargo, no es la única marca del grupo que lanza este tipo de lemas. Zara ha sacado camisetas con el lema Everybody should be feminist (Todo el mundo debería ser feminista) y otras prendas similares con mensajes como Girls do not dress for boys (Las chicas no se visten para los chicos) o My body, my mind, my choice (Mi cuerpo, mi mente, mi elección).

La iniciativa no gusta a todos y el movimiento feminista considera que se instrumentaliza su mensaje para hacer publicidad barata. Desde la red social Twitter se han leído críticas hacia la marca como "feminismo mercantil de postureo" o "entre las agendas, los bolis y ahora Stradivarius con las camisetas de No es No, menudo negocio están haciendo con el feminismo".

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