Tras renunciar ayer al consejo de LetterOne, Mikhail Fridman y Petr Aven, también pierden sus derechos como accionistas dentro de la sociedad. Todo ello después de que el lunes la UE les añadiera en la lista negra de oligarcas sancionados por apoyar al régimen de Vladímir Putin. 

El presidente Mervyn Davies, exministro del gobierno laborista de Reino Unido que tomará el control del grupo, ha asegurado que las participaciones de Fridman y Aven serán "congeladas". Además, no tendrán derechos como accionistas ni cobrarán dividendos, según recoge el ‘Financial Times’. 

Tampoco podrán vender las participaciones mientras estén bajo sanciones, mientras que la junta no tendrá la obligación de devolver sus derechos de accionista una vez que se levanten las sanciones, según informa el periódico.

Además, al parecer se ha dado la orden al personal de LetterOne de no hablar con Fridman ni Aven, a los que no se les permite tampoco tener acceso a documentos de la sociedad.

Davies trabajará en nombre de los otros inversores del grupo, incluidos los socios de Fridman, German Khan y Alexei Kuzmichev, y buscará traer tres nuevos directores no ejecutivos a la junta para garantizar que pueda "continuar como un negocio a largo plazo". 

Sanciones de la UE

Fridman y Aven poseen algo menos del 50% del grupo, lo que significa que la empresa ha evitado las sanciones impuestas a ellos como individuos por apoyar el régimen de Putin. No obstante, los dos han anunciado que impugnarán las sanciones.

Consideran que son “injustas” y basadas en “falsedades malintencionadas y deliberadas”, al tiempo que afirman estar "profundamente decepcionados" con la decisión de Bruselas y rechazar vínculos con el presidente de Rusia, Vladímir Putin.

Cabe recordar que LetterOne posee el 77,7% de la cadena de supermercados Dia. En el Reino Unido, es propietaria del minorista de atención médica de primera línea Holland&Barrett y acordó financiar una red de banda ancha regional de 1.000 millones de dólares, entre otros negocios.