Repsol avanza en la senda de la transición energética. La energética ha presentado este lunes dos nuevos proyectos industriales centrados en la descarbonización y que supondrán una inversión total de 80 millones de euros.
Ambos proyectos garantizarán el futuro industrial de Petronor, una de las filiales del grupo y se ubicarán en el Puerto de Bilbao. El primero de ellos es la construcción de una planta de producción de combustibles sintéticos combustibles sintéticos cero emisiones netas del mundo a partir de hidrógeno verde, generado con energía renovable.
Según han explicado los responsables de Petronor, la principal característica es que estos combustibles se producen con agua y CO2 como materias primas y se podrán emplear en motores de combustión como los que emplean actualmente los coches, las motos o los aviones.
Un sistema que permitirá la búsqueda de combustibles que puedan emplear, por ejemplo, el 95% de los vehículos que circulan en este momento por las carreteras españolas.
La inversión en este proyecto será de 60 millones de euros y junto a Repsol y Petronor estará también el Ente Vasco de la Energía (EVE). El objetivo es que esté lista en un plazo de cuatro años. También cuenta con el respaldo de la compañía saudí Aramco.
El segundo proyecto tendrá una inversión de 20 millones de euros y será una planta de generación de gas a partir de residuos urbanos. Se empleará para sustituir parte del consumo de combustibles tradicionales que la refinería vasca, una de las de mayor capacidad de España, utiliza en su proceso productivo.
Se trata de unos proyectos que ha presentado el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, quien ha explicado que "España debe basar su estrategia de descarbonización en sus capacidades tecnológicas e industriales".
A su juicio, "la producción de hidrógeno verde y su combinación con la captura y uso de CO2 para producir combustibles con cero emisiones netas forma parte de la estrategia industrial de descarbonización de Repsol. Con este proyecto, la industria española se convierte en un actor relevante en la reducción de emisiones en Europa”, ha añadido.
Para Imaz lo importante ahora es centrarse en preparar la que será la compañía del año 2050, donde el 100% de las emisiones deben ser cero netas. Para ello, el objetivo es el 10% en 2020, otro 10% en 2030 y entre los 20 años siguientes todo lo que falte.
Una vez más el CEO de Repsol ha insistido en la importancia que tiene la "neutralidad tecnológica" para conseguir que la Ley de transición del cambio climático pueda tener éxito. Por tanto, ha instado a los Diputados del Congreso a que se pronuncien en este sentido, porque es la única fórmula que hay para "salir de la crisis" y para conseguir que el peso industrial sea cada vez mayor.