Arabia Saudí aumentará su producción de petróleo, pese a las restricciones de la OPEP
Saudi Aramco planea incrementar su producción a 13 millones de barriles al día, una decisión que anunció tras el desplome de 73% en sus ganancias.
13 agosto, 2020 11:54Noticias relacionadas
Las cuentas no le salen a Aramco. Por eso el gigante petrolero saudí está avanzando en sus planes para aumentar la capacidad de producción en un millón de barriles por día (bpd), para llegar a los 13 millones de bpd, a pesar de los recortes de gastos este año y del próximo.
No es de extrañar, la compañía registró un desplome del 73% en sus ganancias del segundo trimestre, ya que los bloqueos para contener la COVID-19 redujeron el consumo de petróleo y enviaron los precios a niveles no vistos en casi dos décadas.
Esta decisión podría romper la disciplina de control de producción que existe entre sus socios de la OPEP+ (Organización de Países Exportadores de Petróleo y diez Estados no miembros), que hace unos meses acordaron mantener un nivel bajo para evitar un desplome de los precios.
A finales de abril estos países alcanzaron un acuerdo para recortar 9,7 millones de barriles diarios (mbd). A ello se sumó el anuncio a mediados de mayo de una reducción "voluntaria" adicional de un millón de barriles a partir de junio en la producción de Aramco.
Recuperación parcial de la demanda
Ahora, para el presidente y director ejecutivo de Aramco, Amin Nasser, se está viendo "una recuperación parcial en los mercados energéticos según los países del mundo dan pasos para levantar las restricciones y reiniciar los mercados". De ahí su decisión.
"Al final lo que pasa es que el ajuste de la producción va a ser muy complicada" explican a Invertia fuentes de un conocido fondo de inversión, "en una situación de precios tan bajos, todos quieren producir más para que les salgan los números. Por eso, ahora la incógnita es si la disciplina de la OPEP+ se mantiene".
"El mensaje de Aramco es más bien a los mercados", continúan las mismas fuentes, "la producción de la OPEP tiene que ser un equilibrio entre la situación fiscal de esos países y evitar estimular la producción en EEUU. Allí es muy fácil poner en funcionamiento unos pozos o pararlos. De hecho, en el primer año de producción de los campos de producción de EEUU ya consiguen el 70% de su capacidad total, por lo que tienen un declino muy rápido".
Para el analista de mercado Adam Vettese de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, también ha que fijarse cómo el mercado está sorteando la renovada tensión entre China y EE UU.
"Los inversores esperan que las incómodas relaciones entre las dos naciones no afecten negativamente a nada relacionado con el comercio", señala Vettese.
Al mismo tiempo, las Bolsas tienen otro factor de estímulo: “Después del tweet del Presidente Trump que indica que se han reanudado las conversaciones con los demócratas sobre más ayuda gubernamental relacionada con el coronavirus, los precios del petróleo han vuelto a estar a punto de alcanzar el máximo de cinco meses visto intradía a principios de este mes. A esto se suma el impulso de los comentarios de Aramco sobre el resurgimiento de la demanda".
Royal Dutch Shell y BP siguen sumando ganancias en el mercado hasta 2,8% y 3,4% respectivamente.
"El mercado del petróleo aparentemente disfruta de un tranquilo receso de verano después de tiempos turbulentos", explica por su parte Norbert Rücker, Head Economics and Next Generation Research de Julius Baer, "la demanda se recupera y casi vuelve a la normalidad en muchas regiones, mientras que la producción se limita en partes durante más tiempo".
"El exceso de suministro desaparece lentamente. Nos ceñimos a nuestra visión constructiva y vemos que los precios se moverán más allá de los USD 45 por barril a finales de este año", añade.
Como reflejo de la recuperación económica general, la demanda de petróleo se ha recuperado en Asia y Europa, se acerca más a lo normal en América del Norte y sigue deprimida en varios mercados emergentes. Sin embargo, dados los recortes de producción de las naciones petroleras y el congelamiento de la actividad de la industria del esquisto, la oferta sigue a la demanda y el excedente ha comenzado a reducirse lentamente.
"La estrategia es buscar un precio alto pero no lo suficiente para EEUU", concluyen las fuentes consultadas por Invertia, "las expectativas están entre los 45-50 dólares para los próximos dos años, un entorno de precios bajos y lo más interesante es que las compañías petroleras han fijado un largo plazo a 60 dólares (y aún así me parece optimista)".
Un precio insuficiente para que Arabia Saudí pueda llevar a cabo su ambicioso plan de transición energética, "llevan demasiados años viviendo del petróleo", puntualizan.