La petrolera angloholandesa Royal Dutch Shell ha avanzado que en sus cuentas del cuarto trimestre del año incorporará un impacto negativo después de impuestos por amortizaciones de entre 3.500 y 4.500 millones de dólares (2.880 y 3.700 millones de euros), según ha informado este lunes en un comunicado.
En los nueve primeros meses de 2020, el impacto de las amortizaciones de activos después de impuestos fue de 18.521 millones de dólares (15.242 millones de euros). De esta forma, Shell podría cerrar 2020 con un impacto en el conjunto del año de hasta 23.021 millones de dólares (18.945 millones de euros).
La amortización adelantada por Shell para el cuarto trimestre se corresponde con la amortización de activos en la división de exploración y perforación ('upstream'), en la de productos derivados del petróleo y en de gas integrado.
Mayores gastos operativos
Además, la compañía ha indicado que el beneficio neto ajustado se reducirá en el cuarto trimestre debido a que se han registrado unos mayores gastos operativos subyacentes como resultado del incremento de la actividad.
La petrolera presentará sus resultados el 4 de febrero de 2021 y una semana después, el 11 de febrero, presentará una actualización para su estrategia corporativa.
En paralelo, Shell también ha decidido este lunes comunicar que ha llegado a un acuerdo para vender una participación minoritaria en QGC Common Facilities a Global Infraestructure Partners Australia por 2.500 millones de dólares (2.057 millones de euros).
"Esta decisión es consistente con la estrategia de Shell de vender activos no esenciales para potenciar y simplificar la cartera de Shell. La venta contribuirá a los ingresos esperados por Shell procedentes de desinversiones, sin impacto en la plantilla o en las operaciones", ha asegurado la empresa.
Los títulos de la petrolera han llegado a caer un 6,73% este lunes en la Bolsa de Ámsterdam, al situarse en los 14,35 euros pasadas las primeras horas de cotización. El viernes, las acciones cerraron la jornada situadas en 15,39 euros.