Ferrovial quiere entrar en el mercado de las renovables. No para convertirse en una energética más y competir en el disputado negocio de la generación, sino para ofrecer sus servicios como constructora de infraestructuras asociadas.
No sería la única en buscar en el sector energético un nuevo nicho de mercado. Podría seguir los pasos de Acciona, cuya división de Energía tiene cada vez más relevancia que la convencional de infraestructuras. O los pasos de ACS (Florentino Pérez) que a pesar de vender su filial Cobra, centrada en el desarrollo de proyectos renovables y otras plantas de generación, se ha quedado solo con los activos verdes.
Además, la pandemia, el frenazo del turismo, el boom del teletrabajo y la inseguridad jurídica en el sector de la vivienda añaden leña al fuego en un año de frenazo de la construcción.
Eólica marina flotante
Hace casi dos años que Ferrovial comenzó a acariciar el sector. Entonces se mostró interesado en comprar activos renovables de Ferroglobe en España, una compañía de Grupo Villar Mir (posee el 53%). No pudo ser entonces.
También, según han confirmado a Invertia fuentes de la compañía, han estado mirando posibles negocios en eólica marina en el mar del Norte, pero finalmente no se avanzó en este campo.
Así que sus primeros pinitos en el sector finalmente se han materializado el pasado mes de octubre. Ferrovial entró en el proyecto Demosath de Saitec, un prototipo de eólica marina flotante.
"Lo hizo por varios motivos", explican las fuentes, "el primero es porque está alineado con el compromiso de la empresa con la sostenibilidad. No en vano este prototipo será el primer aerogenerador marino flotante multimegavatio conectado a la red española y se espera que genere energía suficiente para 2.000 hogares, evitando así la emisión de 5.100 toneladas de CO2 a la atmósfera".
Por otro lado, apuntan, "por el creciente interés del grupo en el negocio de construcción de infraestructuras de la energía, donde ya tiene presencia en transmisión".
Y por último, "porque parece que la eólica flotante es el futuro del sector eólico, sobre todo en España donde predominan las aguas profundas".
El prototipo flotante de la vasca Demosath es un diseño en hormigón pretensado y "esto provoca claras sinergias con las capacidades de Ferrovial, que tiene una amplia experiencia en esta actividad y tecnología propia para su desarrollo como la empresa Tecpresa, aportando así valor al proyecto".
Redes eléctricas
Otro de los negocios en los que está interesada Ferrovial son las redes de alta tensión. La compañía ya opera en las redes de transmisión eléctrica de Chile, con una ya en funcionamiento y otra en construcción.
También tiene una participación en una instalación de transmisión eléctrica en Polonia, al igual que ofrece sus servicios en la construcción del proyecto de fusión nuclear ITER.
Por todo ello y por darle el impulso definitivo, dentro de Ferrovial Construcciones la compañía ha creado un departamento específico, Ferrovial Construcciones y Energía, con el nombramiento de María José Esteruelas, proveniente de Abengoa.
"Hace unos años Ferrovial compró Siemsa, que realiza servicios técnicos para los sectores de energía, petroquímico e industrial", explican las mismas fuentes. "También contamos con Power Infrastructure, nuestra marca con la que operamos las redes eléctricas en Chile".
Su unificación les permite focalizar el negocio en este nuevo sector verde, pese a que la compañía es líder mundial en sostenibilidad del sector construcción e ingeniería. Pero no estará en el desarrollo de energía, no va a competir con las energéticas, su objetivo es construir redes eléctricas y abrirse a las oportunidades buenas que se presenten.
"La banca tiene obligación de destinar un porcentaje de su financiación a proyectos verdes, y hay que tenerlo en cuenta", concluyen las mismas fuentes.