Los hogares españoles tendrán que acostumbrarse a un nuevo recibo de la luz a partir del próximo mes de junio. El Gobierno ha aprobado un cambio en las tarifas eléctricas para potencias inferiores a 15 kW, lo que significa que, además de los hogares, también afectará a las pymes. ¿Cuál es el objetivo? Marcar una señal de precio y si no se toma buena nota, dependiendo de cuándo se consuma electricidad, les llegará una factura más cara o más barata que las anteriores.
Pero ¿cuál es la clave de este nuevo sistema de tarificación? "Es un cambalache de tarifas, que hasta que no salgan en el BOE las cifras definitivas no puedo asegurar si nos ahorraremos dinero o no", explica Francisco Valverde, consultor y experto en el sector eléctrico.
"A partir del 1 de junio los consumidores de menos de 15 kW de potencia contratada, que son todos los domésticos y las pymes, se les aplicará un precio de la electricidad diferente en función de tres zonas horarias diferentes". También habrá cambios en la parte regulada, en los costes fijos de la factura. "El 20% de esos costes supuestamente se sacarán de la factura porque se aprobará el FNSSE (Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico), además de un porcentaje de los pagos por capacidad".
Una fórmula que se parece a la ya existente tarifa por discriminación horaria (2.0DHA). Esta tarifa se caracteriza por tener dos precios diferentes para el consumo de electricidad en función de la hora del día, con una zona valle (entre las 22 y las 12 horas en invierno) y una zona punta (de 12 a 22 horas). La más extendida, la tarifa 2.0A tiene el mismo precio para todas las horas del día.
Cambiar el consumo
"Lo que pretende el Gobierno es que los consumidores domésticos estemos atentos a la señal de precios", continúa Valverde. "Por ejemplo, esta nueva tarifa evitará que cuando haya en España un número importante de vehículos eléctricos, no se nos ocurra enchufar su batería a las ocho de la tarde, cuando llegamos de trabajar, porque precisamente es en esa hora cuando se produce el pico de consumo, encendemos el horno para la cena, ponemos la tele para ver las noticias, el agua caliente para el baño de los niños, etc.".
Por eso, se ha propuesto que a partir de junio haya tres tramos: un horario valle muy barato, por las noches (de medianoche a 8 de la mañana) y durante todo el fin de semana, y dos diurnos con un precio más caro. Uno de ellos de lunes a viernes de 10 a 14 y de 18 a 22 horas, y otro de 8 a 10 de la mañana, de 14 a 18 de la tarde y de 10 a 12 de la noche, que tendrá un precio intermedio.
"Hay que fomentar que la gente conozca estos nuevos cambios para que no haya un susto de última hora", concluye el experto. "Es importante porque el objetivo es dar una señal de precios, si concentramos el consumo eléctrico en unas pocas horas, sobredimensionaríamos la capacidad instalada, lo que es una ineficiencia, y nos saldría mucho más caro a todos, a los consumidores, al Estado y al sistema eléctrico".
Las distribuidoras, la clave
Para que esta nueva tarifa se lleve a cabo, el reto está en las distribuidoras. "Solo la empresa de distribución eléctrica del grupo Iberdrola, i-DE, distribuye electricidad a más de 11 millones de clientes, y Endesa incluso más", explican fuentes del sector de la distribución eléctrica a Invertia.
"Sumándolas todas, supone que antes del 1 de junio se deben haber reprogramado 29 millones de contadores inteligentes que se han ido instalando estos años de atrás en todos los hogares españoles".
Y según estas mismas fuentes, "es posible pero no se puede hacer de un día para otro, es un proceso que lleva su tiempo, aunque todo estará listo para esa fecha". Además, añaden, "las distribuidoras tienen que cambiar todos los modelos para la facturación a las comercializadoras".
Costes del sistema
Transición Ecológica aprobó la semana pasada el Real Decreto por el que se establece la metodología de cálculo de los cargos del sistema eléctrico que, junto a los peajes del sistema componen la parte regulada de la factura de electricidad, cambiará también el coste final.
La estructura de cargos también será con discriminación horaria, empleando para ello el mismo diseño de periodos que el propuesto por la Comisión para los peajes.
Para el Gobierno, esta nueva factura eléctrica tendrá un mayor componente variable –dependiente de la energía consumida-, "lo que fomentará el ahorro y la eficiencia energética y permitirá que las medidas en este sentido tengan un mayor impacto en el recibo del usuario", dice en un comunicado.
Así, el 75% de los cargos se calculará en base a su consumo energético –parte variable-, y el 25% restante será de término fijo, en función de su potencia contratada. Con ello se promueve el autoconsumo, que reduce la demanda de energía procedente de la red, o el despliegue de infraestructuras de recarga rápida de vehículos eléctricos. Además, beneficiará a los consumos que tengan un componente estacional, como los destinados al riego o los del sector turístico.