La producción de electricidad renovable debe crecer ocho veces más rápido que la tasa actual para ayudar a limitar el calentamiento global, según un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
La organización mundial ha advertido de que se necesitaban acciones urgentes para seguir el ritmo de la creciente demanda de electricidad, que podría requerir una inversión total de 110 billones de energías en energías renovables para 2050.
Francesco La Camera, director general de Irena, ha dicho que la "ventana de oportunidad" para lograr los objetivos del acuerdo climático de París se está cerrando rápidamente.
"Las tendencias recientes muestran que la brecha entre dónde estamos y dónde deberíamos estar no disminuye, sino que se amplía. Nos dirigimos en la dirección equivocada", ha dicho La Camera. "Necesitamos una aceleración drástica de las transiciones energéticas para lograr un cambio significativo. El tiempo será la variable más importante para medir nuestros esfuerzos".
El informe de perspectivas de la agencia dice que mantener a raya el aumento de las temperaturas requerirá que la electricidad supere a los combustibles fósiles como la fuente de energía dominante antes de 2050, ya que más economías electrifican el transporte y la calefacción para ayudar a reducir las emisiones de carbono.
La electricidad limpia también tendrá una gran demanda para producir "hidrógeno verde" para quemarlo en la industria pesada y plantas de fabricación donde la electrificación directa no es posible.
El aumento en el uso de electricidad podría significar que la energía eléctrica constituirá algo más de la mitad de toda la energía consumida para 2050, en comparación con el 21% en 2018. Los combustibles fósiles han representado casi dos tercios del consumo de energía en los últimos años, pero pueden reducirse a 10% para 2050.
Pico del gas y petróleo
La agencia cree que el mundo ya había superado su pico de demanda de petróleo antes de la caída del mercado de combustibles para el transporte durante la pandemia de coronavirus, y el gas debería alcanzar su punto máximo en los próximos tres años.
El escenario de IRENA está en marcado contraste con el futuro modelado por el gigante del petróleo y el gas Shell, que predice que la demanda de gas continuará aumentando hasta mediados de la década de 2030 como muy pronto antes de comenzar a disminuir.
La agencia espera que el petróleo disminuya al 4% del uso de energía mundial para 2050, el gas alcance su punto máximo en 2025 antes de caer al 6% y el carbón caiga al 2% a mediados de siglo.
La Camera dijo que había "varios elementos favorables" que podrían acelerar la transición a un sistema de energía limpia. Las economías responsables de más de la mitad de las emisiones mundiales de carbono se han comprometido a convertirse en carbono neutral para 2050, los mercados financieros y los inversores se están volcando hacia inversiones sostenibles, y Covid-19 ha demostrado los riesgos de vincular las economías al destino financiero de los combustibles fósiles, él dijo.
"A medida que los gobiernos inyectan enormes sumas de dinero en rescates y recuperación , la inversión debe respaldar la transición energética. Es hora de actuar y los países pueden liderar el camino con políticas para un sistema energético seguro, próspero y justo para el clima adecuado para el siglo XXI", ha concluido La Camera.