La fábrica eólica de LM Wind (GE) en León se salva: reduce los despidos y da continuidad
La decisión del presidente de EEUU, Joe Biden, de asegurar el futuro de la industria eólica ha provocado un parón que afecta a la planta de Ponferrada.
16 agosto, 2021 03:00Noticias relacionadas
Mientras la industria renovable se presenta como un sector con gran futuro, en España se vive una crisis de supervivencia. Es lo que ha ocurrido con la fábrica de palas eólicas de LM Wind Power, filial de General Electric Renewable Energy, en Ponferrada (León). Sin embargo, finalmente, se ha podido arañar un compromiso por parte de la compañía para dar continuidad más allá de tres meses porque no estaban garantizando proyectos.
También se ha conseguido reducir el objetivo de despidos de la planta. LM Wind presentó un plan con un ERE del 40% de la plantilla. De los 1.068 empleados quería prescindir de casi 400 pero tras arduas conversaciones con los representantes de los trabajadores, reduce en 43 los despidos inicialmente planteados hasta 351 los empleos a rescindir.
Se desbloquea así el tenso conflicto laboral que ha mantenido en vilo a la comarca del Bierzo las últimas semanas, con el acuerdo entre las partes.
Parón en EEUU
"Entre el 60% y el 90% de la producción de Ponferrada lo hacemos para Estados Unidos", explican a Invertia responsables sindicales. "Pero con la llegada de Joe Biden a la presidencia de EEUU ha cambiado la política en materia de renovables y ha provocado la crisis en nuestra fábrica al no garantizarnos la viabilidad de la planta".
Pese a que todos los indicadores señalan un crecimiento continuado del sector, el cambio de rumbo ha cambiado el pie a los desarrolladores eólicos. "Mientras que Donald Trump había puesto punto final a la construcción de nuevos parques, Joe Biden les ha dado margen de demora de hasta 10 años, y se han relajado", añaden las mismas fuentes.
La fábrica de palas eólicas de LM Wind en León ha sido un caso de éxito en los últimos años. Aunque lleva funcionando desde el año 2000 debido a la crisis financiera mundial y el colapso del mercado eólico español, la planta tuvo que disminuir considerablemente su producción, llegando a unos 150 trabajadores en 2012. Desde entonces ha ido creciendo y se ha convertido en el empleador más grande de la comarca y en uno de los mayores de la región.
Compromiso de continuidad
Pese a todo, la compañía se ha comprometido a dar continuidad a la fábrica. Aún con el descenso de la demanda, garantiza la permanencia a largo plazo en Ponferrada.
De hecho, la compañía declaró el miércoles que “en ninguno de los procesos abiertos por la compañía se está barajando el cierre de la planta de Ponferrada ni la deslocalización de la producción”.
La única finalidad que tienen es la "de adecuar el tamaño de la planta a la demanda actual y esperada para la misma".
"El Bierzo es un territorio de 150.000 habitantes que se ha visto dañado por el cierre de la minería y de las centrales térmicas, que teníamos dos, y ahora esto", concluyen las mismas fuentes sindicales.
"Esto pasa en Madrid y es un arañazo pero aquí es la destrucción de la economía, dependemos de la fábrica de LM Wind".
La entidad baraja la posibilidad de recolocar a sus empleados en las plantas de Castellón y Francia una vez que se lleve a efecto la extinción de los puestos de trabajo el 31 de agosto.