Lo llaman el 'coste de oportunidad' y los datos lo confirman. A falta de un día para finalizar 2021, la gran hidroeléctrica, como es gestionable, es decir, puede abrir o cerrar compuertas para soltar agua a conveniencia, ha marcado casi el 51% de las horas de todos los meses del año. 

Así lo confirma Francisco Valverde, experto en el sector eléctrico y responsable del área de renovables y de eficiencia energética del grupo Menta Energía. "A punto de terminar el año, este es el panorama de las fuentes marginales. La gran hidro, como siempre es la reina, dando igual el mes en que te fijes, supone casi un 51% de las horas. La siguiente que le sigue es renovables/cogeneraciones con el 21% y ciclos con el 15%".

Normalmente, siempre es el agua la que marca el precio la mayoría de las horas. A todos los efectos el precio del agua es el mismo que el del gas, porque lo referencia al precio al que está el gas. Si el gas está más caro, el agua está más cara. "Si el gas está barato, el agua está barata, pero espera a que el gas marque el precio para entrar ella después", añade Valverde.

"Diciembre tampoco es una excepción y el agua marca el precio en un 47% de las horas que llevamos de mes. Las fuentes marginales más caras, como siempre, son bombeos, hidroeléctricas y ciclos combinados (gas). Las más baratas, centrales térmicas (carbón) y centrales nucleares (solo en 7 horas han marcado precio, lo que no es representativo de nada) y cogeneraciones y renovables".

Agua a precio de gas

"Las grandes centrales hidroeléctricas están haciendo lo que haría cualquier sistema de almacenamiento. Aprovechar para vender al mejor postor", señalan fuentes expertas del sector eléctrico. 

Y añaden: "En el futuro, cuando el precio en el mercado mayorista se dispare, los sistemas de almacenamiento como baterías y otro tipo de tecnologías serán rentables para vender su energía, y nadie lo verá raro".

Aunque con el bombeo el sistema de utilizar agua almacenable es mayor, con los grandes embalses, este tipo de centrales tienen la posibilidad de ofertar la energía en el momento que quieran. De esta manera, se puede maximizar los ingresos teniendo en cuenta el agua embalsada, las previsiones de lluvias y las previsiones de precio de venta de electricidad a futuro.

Cómo funciona el pool

El precio de la electricidad se negocia a través del conocido como pool o mercado eléctrico. Funciona desde 1998 y en él se casa la oferta y la demanda. El precio más alto que se pague por la última tecnología es el que recibirán todas las que vendan su energía en las 24 horas siguientes. Por eso se llama mercado marginalista.

Primero, Red Eléctrica (REE) hace una estimación de la demanda eléctrica que va a haber en el conjunto de España. Y luego en el mercado es cuando los productores presentan sus ofertas de electricidad a un determinado precio, evaluado en €/MWh.

Pero ese precio no es el que se cobra en la factura final que llega a los consumidores. Es solo una parte, incluida en el término de energía, además de otros conceptos, y que supone alrededor del 35% del total del recibo.

Otra parte es el término de potencia que es fijo, y que depende de la potencia contratada de cada consumidor. Y, por último, se añade un 5,11% de Impuesto sobre la electricidad (IEE), el alquiler del contador y el 21% de IVA.

La eólica baja el precio

Harina de otro costal es la eólica. Su participación en el mix sirve para bajar el precio final. Es lo que ha ocurrido en los días de Navidad, incluso hundiéndolo hasta los 2,67 euros/MWh entre las tres y las siete de la mañana del 26 de diciembre. Cifras que, hasta hace un año, parecían normales pero que, en los últimos meses, la escalada del mercado del gas en Europa lo han hecho imposible. 

Pero no es suficiente. Porque, en lo que va de año, la eólica es la principal tecnología de generación del sistema eléctrico peninsular, al alcanzar una cuota del 24% del total, 1,7 puntos porcentuales más que en el mismo periodo del año anterior. Pero lo que marca el precio son las últimas en entrar, hidroeléctrica o gas.