Pedro Sánchez renuncia a encontrar un acuerdo a Veintisiete sobre los precios de la luz y se conforma con una solución específica para España y Portugal. El presidente del Gobierno ha pedido este jueves al resto de socios de la UE que autoricen una fórmula para rebajar la factura eléctrica que se aplicaría únicamente en la Península Ibérica.

Sánchez alega que la falta de interconexiones energéticas con el resto de Europa perjudica doblemente a España y Portugal, que no tienen acceso a la electricidad de otros Estados miembros y siguen pagando precios muy altos. Por eso mismo, un arreglo a medida para los dos países no pondría en riesgo el mercado eléctrico europeo.

Haya o no acuerdo en el Consejo Europeo, el presidente del Gobierno ha dejado claro que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes 29 de marzo un "plan nacional de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra", que cubrirá "todos los frentes".

"Vamos a dar una respuesta concreta y también global al problema de la energía en nuestro país. Pero evidentemente, lo haríamos de manera mucho más eficaz y mucho más contundente si diéramos una respuesta europea a este problema", admite Sánchez.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 tienen previsto debatir la crisis energética este viernes, durante la segunda jornada del Consejo Europeo. Pero las posiciones de los Estados miembros siguen estando muy alejadas. Mientras que España, Portugal, Italia, Francia y Grecia reclaman fijar topes para el precio del gas y la electricidad; Alemania, Holanda y los nórdicos se oponen a cualquier intervención en el mercado.

Sánchez ha admitido que "no hay una única solución mágica para resolver el problema de la energía", porque la cesta energética de los Estados miembros es muy diferente. De ahí que España defienda ahora una respuesta específica para España y Portugal, que pueda aplicarse con efecto inmediato.

"Ahora es importante encontrar una fórmula que se adecúe a la realidad geográfica y energética de la Península Ibérica. Que es una isla energética, porque sólo tiene un 3% de interconexiones con el norte de Europa. Somos una isla energética, estamos escasamente integrados en el mercado energético europeo, pero en cambio todas las reglas del mercado energético europeo se aplican sobre España. Y esto es algo que nos daña doblemente", sostiene el presidente del Gobierno.

España y Portugal -ha proseguido- han enviado a Bruselas una propuesta conjunta para rebajar el precio de la electricidad que es "muy razonable, muy sólida desde el punto de vista técnico, que no pone en cuestión para nada el funcionamiento del mercado energético europeo" y respeta los objetivos climáticos. Un plan que espera que reciba el visto bueno del resto de socios, incluso de los más reticentes.

Sánchez asegura que, más allá de estas "medidas urgentes" que se aplicarían únicamente a España y Portugal, no renuncia a "una solución para toda Europa". En una segunda fase, el presidente del Gobierno espera que se aprueben las compras conjuntas con el fin de reforzar el poder de negociación de la UE frente a los proveedores de gas natural licuado. Y que se acuerde un precio máximo para el gas en el mercado europeo. La tercera fase de su plan, más a largo plazo, pasaría por una reforma del mercado eléctrico europeo.