Diego Mesa, ministro de Energía de Colombia: "La guerra en Ucrania es una gran oportunidad para nosotros"
Concede una entrevista a EL ESPAÑOL-Invertia previa a la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que suponen el inicio del fin de su mandato.
29 mayo, 2022 02:19Noticias relacionadas
La crisis energética no se nota al otro lado del Atlántico. Es más: la guerra en Ucrania, que está generando que los precios del petróleo y el gas se hayan disparado en Europa, supone una "gran oportunidad" para países productores de hidrocarburos como Colombia. Así lo ve Diego Mesa (Medellín, 1982), ministro de Minas y Energía del país.
Mesa ha estado de gira por España y Europa. ¿El objetivo? 'Mover' oportunidades de inversión para su país en el viejo continente y defender sus capacidades en el futuro mercado del hidrógeno. Así lo indica en la entrevista que ha concedido a EL ESPAÑOL-Invertia, a las puertas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia (y no habrá segunda si el candidato más votado logra más de la mitad de los votos).
Los comicios marcan el inicio del fin del mandato de Iván Duque como presidente de Colombia, y pueden dar el gobierno estatal por primera vez a la izquierda, liderada por Gustavo Petro. Pese a que Mesa prefiere eludir los asuntos políticos, algo se 'moja'.
Economista de formación, defiende los logros económicos y sociales del Ejecutivo del que todavía forma parte y lamenta que algunos candidatos apuesten por abolir la política actual de hidrocarburos, con el foco puesto en el polémico fracking.
¿Cuál es el objetivo de este viaje, de esta ruta que está haciendo por España?
El objetivo principal es consolidar el liderazgo que tiene Colombia en materia de transición energética y, en particular, en proyectos eólicos costa afuera y en hidrógeno. Tenemos empresas españolas interesadas y participando. Queremos que Colombia siga atrayendo inversiones en energía renovables, pero también en el siguiente paso que será el hidrógeno.
No menciona la principal exportación de Colombia, que es el petróleo. España compra el 7% del petróleo colombiano.
La principal es el petróleo y le añado que la segunda exportación más importante de Colombia es el carbón térmico, que también forma parte de la discusión energética a nivel mundial. Son nuestros principales productos de exportación, pero además también son muy importantes en las cuentas nacionales desde el punto de vista macroeconómico.
Como la transición energética es un proceso gradual que va a tardar varios años, es muy importante que nos preparemos para que eventualmente caiga la demanda de hidrocarburos y de carbón térmico, y que Colombia esté posicionado como un potencial exportador de hidrógeno para la descarbonización de industrias que son difíciles de abatir, como el caso de la metalurgia, de la fusión de cemento, de la producción de vidrio, entre otros.
La ministra Ribera ya le habrá comentado que el objetivo de España es el mismo que usted me acaba de expresar: ser una potencia de hidrógeno. ¿Quiere Colombia competir con España en el futuro?
El mercado de hidrógeno va a ser tan grande que vamos a necesitar muchos productores. Nuestra visión como América Latina es que tenemos que alinearnos muy bien para que la región sea uno de los grandes productores. Creo también que hay unas ventajas competitivas y comparativas que tiene Colombia respecto a España. Tenemos una matriz eléctrica muy limpia. Entre el 70% y el 75% de la producción de energía en Colombia hoy es con fuentes renovables, con hidroeléctricas, y estamos masificando la adopción de la energía eólica y solar. Además, somos el quinto país con el mayor recurso hídrico renovable del planeta.
Tenemos una ventaja desde el punto de vista de ubicación geográfica. Al tener salida al Atlántico y al Pacífico, tenemos una muy buena posición respecto a los mercados que estamos viendo en el mediano plazo para exportar hidrógeno, que son el europeo y el asiático. Pero creo que la demanda va a ser tan grande que el mundo va a requerir que haya muchos países que puedan producir hidrógeno en grandes cantidades.
Hablamos de futuro, pero hay que tener en cuenta el presente. Ahora mismo hay una guerra en Ucrania y la UE busca fórmulas para recortar su dependencia del petróleo y el gas rusos. ¿Puede convertirse Colombia en un aliado estratégico en energía para la UE? ¿Es una buena noticia en términos económicos para Colombia?
Es una gran oportunidad para Colombia. Obviamente condenamos enfáticamente la invasión de Rusia a Ucrania, pero desde el punto de vista económico Colombia se ha visto beneficiada en el plazo inmediato y en el mediano. Nuestros principales productos de exportación son el petróleo y el carbón térmico. No se ha disparado solamente el precio de estos productos, sino también su demanda. Hay un superávit importante en la exportación de petróleo y de carbón térmico. Incluso de países que, por ejemplo, habían dejado de consumir carbón térmico colombiano.
De hecho, he tenido una llamada con el viceministro de Exteriores de Alemania y hace dos semanas el presidente Duque tuvo una reunión con el canciller Olaf Scholz. Nos han expresado su interés en tener más carbón. Hemos tenido el mismo requerimiento de países como Turquía, como Polonia, etc.
En el plazo inmediato estamos aprovechando y capitalizando esta oportunidad. En el mediano y largo plazo, hemos visto también que Europa acelera para tener fuentes más limpias. Pensando en lo que se viene para Europa -dejar de depender de Rusia, dejar de depender de las fuentes fósiles y acelerar en transición energética-, Colombia va a ser uno de los grandes beneficiados de todo este cambio.
Alemania nos ha expresado su interés en tener más carbón térmico colombiano. Hemos tenido el mismo requerimiento de países como Turquía y Polonia
En el caso del petróleo. ¿Tiene alguna previsión de cuánto pueden aumentar las exportaciones de Colombia en el próximo año o dos años?
Antes de la pandemia, estábamos produciendo cerca de 865.000 barriles diarios con miras a llegar a 900.000 y volver a estar en un millón de barriles al día, que fue el máximo histórico y fue en 2011.
Llegó la pandemia y se cayó la demanda de petróleo a nivel mundial, cerca de un 10% aproximadamente. La demanda de petróleo en Colombia cayó igual, y eso afectó a la producción.
En el año 2021, cuando nos estábamos recuperando, tuvimos el problema de los bloqueos y el llamado paro nacional que ocurrió en mayo del año pasado. Eso tuvo una afectación muy fuerte en el sector petrolero, porque esos bloqueos criminales específicamente atacaron los sitios de producción petrolera de Colombia y los de distribución. Eso hizo que el año pasado tuviéramos la producción de petróleo más baja de los últimos 15 años.
Hoy estamos nuevamente en 750.000 barriles y el plan es incrementar la producción en los próximos 12 meses para llegar a los 850.000 barriles. Siempre estamos exportando el 60% de lo que producimos.
Cuando llegamos al Gobierno en 2018, mi gran preocupación era que el país llevaba casi cinco años sin nuevos contratos de petróleo. Lo veíamos reflejado en menor inversión en sísmica, menor inversión en pozos exploratorios y menor producción y menores de reservas.
¿Qué hemos hecho en casi cuatro años de Gobierno? Hemos firmado 69 nuevos contratos petroleros. Y es lo que nos va a garantizar que se sigan incrementando en el mediano plazo y poder generar mayor producción. La industria de hidrocarburos la logramos volver a dinamizar y reactivar.
¿Cómo marcha Colombia en cuanto a gas?
Es de producción interna. Somos autosuficientes y por eso no nos hemos visto tan impactados por lo que ha ocurrido en el mercado internacional de gas.
Europa busca nuevas fuentes de gas de manera apremiante. ¿Tienen ustedes capacidad de exportar gas natural licuado (GNL)?
No tenemos infraestructura para la exportación. Y no tenemos infraestructura porque no tenemos el excedente para exportar. Tenemos ocho años de reservas. Eso no es suficiente para pensar en exportación en este momento. La preocupación es seguir garantizando el abastecimiento doméstico.
No tenemos infraestructura para exportar gas por no tenemos excedente; nuestra preocupación es seguir garantizando el abastecimiento doméstico
Querría conocer también sobre los planes que hay para tierras raras en su país. Hay un proyecto para instalar una importante refinería por parte de la compañía canadiense Auxico Resources. ¿Cuál va a ser su impacto ambiental y económico?
Es una preocupación, pero tenemos un sistema de licenciamiento ambiental muy robusto y nuestra agencia es seria y rigurosa. El impacto económico será obviamente muy positivo.
Yo creo que parte de la transición energética pasa por diversificar la canasta minera en Colombia, que es un país minero. Tenemos que dejar de depender casi de manera exclusiva del carbón y en una segunda medida del oro. Debemos enfocarnos en los minerales de la transición energética, que son el cobre, el níquel y las tierras raras. Hay ahora exploración de tierras raras e indicaciones de que pueda haber yacimientos importantes, sobre todo en el oriente del país.
¿Cómo es la relación de su país con las empresas españolas?
Muy buena, muy buena, sobre todo en el sector de hidrocarburos y de energía. En el campo de los hidrocarburos tenemos presente en Colombia a Repsol y a Cepsa. Repsol tiene además alianzas con Ecopetrol.
En el caso de la energía, se ha abierto un mercado muy importante en renovables en Colombia por parte de las empresas españolas que han llegado recientemente. Tenemos el caso, por ejemplo, de Powertis y Soltec, que tienen ya amplia presencia. Más recientemente, ha llegado Grenergy. Hay mucho interés por parte de empresas españolas y también europeas: de Francia, de Reino Unido y de Portugal.
¿Cómo marcha la relación con Estados Unidos? Acaban de aumentar su suministro de petróleo.
Y tenemos además producción colombiana en suelo estadounidense. Ecopetrol tiene una alianza con Occidental en la cuenca Permian, que es de las más prolíficas en materia de yacimientos no convencionales. En cuestión de 18-20 meses, pasamos de no tener producción en Estados Unidos a estar produciendo cerca de 60.000 barriles de petróleo.
Tenemos muy buena relación con Estados Unidos, independiente de si el Ejecutivo es demócrata o republicano
Estamos celebrando 200 años de relaciones bilaterales con Estados Unidos. Son un gran socio nuestro en materia de energía, de hidrocarburos.
¿Mejoró la relación con la entrada de Joe Biden a la Casa Blanca?
Tenemos buena relación con el Ejecutivo, independientemente si es demócrata o republicano, y muy buena relación con el Congreso también, tanto en el Senado como en la Cámara.
Colombia se enfrenta a unas elecciones en las que se da por hecho, o así lo indican las encuestas, que ganará la izquierda por primera vez en la historia del país. ¿Esto significa cambios para las empresas españolas y extranjeras?
El tema electoral genera incertidumbre por las propuestas que se escuchan en algunas campañas, sobre todo para el sector de minas y energía. Hay una preocupación compartida. Pero al margen de ello, el gran activo que tiene Colombia en América Latina es la estabilidad jurídica y el respeto a las leyes, a la propiedad privada. Eso nos ha diferenciado y es un activo que valoran los inversionistas extranjeros, en particular los europeos.
Pienso que esa tradición se mantiene porque tenemos una sociedad muy fuerte. Pero hay preocupación, por supuesto. Porque si uno oye propuestas que dicen que van a prohibir la exploración de hidrocarburos de un día para otro, que van a prohibir el desarrollo de las cuencas costa afuera, que van a prohibir yacimientos no convencionales, que van a prohibir la minería a cielo abierto, que van a prohibir el desarrollo de nuevas hidroeléctricas... Se genera una preocupación muy grande, no solamente del lado de los inversionistas extranjeros, sino también desde el punto de vista de la población colombiana.
Este sector es el más importante desde el punto de vista macroeconómico en materia de producto interior bruto, de exportación, de inversión, en materia fiscal. Si se materializaran todas las prohibiciones, se generaría una crisis económica y financiera en Colombia sin precedentes.
Si se materializaran todas las prohibiciones que se proponen en la campaña electoral respecto a lo hidrocarburos, se generaría una crisis económica y financiera en Colombia sin precedentes
Hay gran polémica en Colombia, bueno, y en el mundo, respecto al uso del fracking como técnica para la explotación de hidrocarburos. ¿Qué cree que va a pasar con ella si prospera un gobierno de Gustavo Petros, el candidato de la izquierda colombiana?
Él ha dicho que lo prohibiría y ahí hay una preocupación también. En este Gobierno decidimos contratar una comisión de expertos reconocidos a nivel nacional e internacional en materia ambiental, en materia de salud pública, en materia fiscal, en materia petrolera. Esa comisión de expertos nos recomendó hacer un piloto de investigación para los yacimientos no convencionales.
Consideramos que había que tomar una decisión informada, que esté apegada a la ciencia. Se adjudicaron dos pilotos a Ecopetrol y a Exxonmobil, empresas que tienen ya una trayectoria reconocida en este tipo de extracción.
En este momento, tenemos un problema judicial porque un juez municipal ordenó hacer una consulta previa que no estaba prevista. Se ha hecho un trabajo muy científico y muy riguroso. La mejor decisión para el país es poder terminar los pilotos, evaluar cuál es el impacto en materia de agua, de aire, social. Y con esa información tomar una decisión. No simplemente un "prohíbo esto porque no me gusta".
Ministro, poniendo todas las cartas sobre la mesa... ¿Usted es pro fracking?
Yo soy pro industria. Esta técnica combina dos tecnologías que se han usado por décadas en Colombia. Entonces, si se puede desarrollar y se demuestra que en las cuencas colombianas esa técnica se puede emplear de manera responsable sin dañar medio ambiente y comunidades, no veo por qué la vamos a prohibir.
Sé que no quiere entrar en política, pero ha sido una legislatura muy polémica. Ha habido manifestaciones, disturbios por la reforma tributaria... ¿Qué cree que se recordará del mandato de Iván Duque?
¿Qué creo que se recordará? La transición energética, que es una de nuestras principales políticas públicas y es hoy un gran éxito.
En cuanto al tema político, es difícil hablar de candidatos. La transición energética y las políticas que hemos venido desarrollando no generan contenciosos en el debate colombiano. Todos los candidatos apoyan la transición energética, algunos tienen más conocimiento que otros, pero es uno de los temas que no genera división. Al contrario, genera unión en el país.
Ya todo lo que está hecho está en las leyes. Es muy difícil regresar al estado anterior, pero creo que nadie tiene interés en hacerlo. La transición energética se ve como uno de los grandes activos y grandes oportunidades para Colombia. Esperamos que se convierta en una política de Estado, más allá de una política de un gobierno.
¿Qué ha fallado en el mandato de Duque, ministro?
Ha sido un mandato difícil por varias razones. Uno: nos ha tocado, como a todos los mandatarios de esa época, lidiar con la pandemia. Nadie estaba preparado para la pandemia. Y esto tuvo una repercusión económica, generó un desempleo muy alto, sobre todo durante 2020. Eso ha exacerbado las insatisfacciones.
Dos: nos tocó el primer huracán categoría cinco que tocó suelo colombiano, en la isla de Providencia. Un tema muy complejo. Y tres: por la pandemia y por una molestia de la opinión pública a raíz de una propuesta de reforma tributaria, sufrimos unos bloqueos que viví muy de cerca porque tuve que estar yendo a todas las ciudades a tratar de desbloquear. Tuvieron un componente criminal muy complejo y se puso en riesgo el aparato productivo del país, el sector petrolero.
Nos tocó un entorno bastante, bastante complejo, pero hay éxitos que son reconocidos incluso por críticos del Gobierno. Además de la transición energética, el manejo de la pandemia fue de los más exitosos en América Latina. Tenemos más del 80% de la población vacunada, el 70% con dos dosis, todo gratis, porque tenemos un sistema muy fuerte en materia de infraestructura.
En materia de educación, logramos sacar matrícula gratuita para estudios universitarios, técnicos y tecnológicos para estratos [niveles económicos] uno, dos y tres. En materia de vivienda, se llegó a un récord de venta de vivienda social.
Las cifras económicas hablan por sí solas; el año pasado se dio el crecimiento más alto de la historia de Colombia, un 10,6%
Y las cifras económicas hablan por sí solas. No es que yo me las esté inventando. El año pasado se dio el crecimiento económico más alto de la historia de Colombia, un 10,6%. Los críticos dirán que veníamos de una recesión y que rebotamos, pero rebotamos más que el resto del mundo, salvo otros tres países.
En el campo social, el 56% de todas las transferencias monetarias que ha hecho el Gobierno de Colombia en toda su historia se han dado en el mandato de Iván Duque. Se creó el ingreso solidario -una renta básica-, se creó la devolución del IVA, se mejoraron programas como Adulto Mayor. Hay un portafolio de políticas públicas con resultados contundentes y tangibles, que son incontrovertibles. Pero estamos en la época de la posverdad y de la polarización y del populismo.
Pero ministro, muchas de las críticas que recibe su Ejecutivo tienen que ver con la inseguridad ciudadana y con el resurgimiento del narcotráfico, e incluso determinados incumplimientos de los acuerdos de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionadas de Colombia (FARC).
Bueno, hay mucho que discutir de todo eso. Pero hablemos específicamente del tema de los acuerdos de paz y los acuerdos de 2016. Cuando nosotros llegamos al Gobierno en agosto de 2018, llevaban 20 meses de implementación. Uno de los principales elementos de los acuerdos de paz son los denominados Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial, que abarcan a 170 municipios. Cuando llegamos en agosto, a pesar de que habían pasado 20 meses, había solo dos programas de desarrollo con enfoque territorial implementados. Dos de 16 en 20 meses y estando completamente financiado el tema de los acuerdos de paz.
¿Qué podemos decir hoy? Están los 16 programas totalmente implementados. Y desde el punto de financiación, se han invertido ya más de 11,5 billones de pesos en los acuerdos. Y el 56% viene del sector energético, a través de las regalías. Se hizo una reforma constitucional en el año 2019 al Sistema General de Regalías, en el que se introdujo una asignación para la paz. Esos recursos van únicamente para implementar acuerdos y lo dejamos además en la Constitución para los próximos 15 años. No es un tema de esta Administración, ni de la que viene, sino de las próximas tres Administraciones.
Si se mira qué hizo un gobierno anterior, que fue el gran promotor y el gestor de los acuerdos de paz, no logró en 20 meses implementar los acuerdos financiados. Llega este Gobierno, al que se le acusa de atacar los acuerdos, pero las cifras y los hechos indican que hemos avanzado en la financiación de los acuerdos, dejándolo para las próximas Administraciones.
Mis competencias también tienen que ver con la paz. Teníamos la meta de llevar energía eléctrica por primera vez a 40.000 familias que están en los 180 municipios más golpeados por la violencia. Hoy estamos en 50.000 familias, superamos en cerca del 25% la meta inicial. Hay que ver las cifras, informarse y no simplemente quedarse con lo que dicen algunos actores políticos.
¿Y por qué damos por hecho que habrá un vuelco ideológico en las próximas elecciones presidenciales? O más bien, ¿por qué lo dan por hecho las encuestas?
Creo que la encuesta más importante es la del 29 de mayo, que nos dará la imagen de lo que realmente piensa la población.
¿Y usted qué piensa?
Yo creo que la gente quiere calidad de vida, quiere cambio, pero construyendo sobre lo construido. Lo que no quiere la gente es que venga alguien a acabar con todo porque cree que todo está mal en Colombia. No creo que sea así. Las cifras de mejor calidad de vida, mejor cobertura de educación, de salud... así lo dicen. No de este Gobierno, sino de los últimos 30 años de Colombia, aunque aún haya muchas dificultades.
¿Qué candidato se le ocurre que represente estas ideas?
Me pone en aprietos. No debo comentar temas políticos, pero la gente conoce a los candidatos y creo que está claro quienes podrían darle continuidad a lo que está bien hecho y mejorar lo que hay que mejorar.