España tendrá que recortar un 7% el consumo de gas a partir del 1 de agosto -la mitad de lo que reclamaba inicialmente Bruselas- gracias a las derogaciones y a las excepciones que incluye el reglamento de la UE sobre reducción de la demanda que se ha aprobado este martes.
Esta rebaja inicialmente será voluntaria, pero la Unión Europea podría convertirla en obligatoria en caso de alerta energética, por ejemplo si Moscú corta totalmente el suministro de gas.
En todo caso, la vicepresidenta tercera y responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que España no tendrá ningún problema de suministro ni aplicará medidas de racionamiento obligatorias. El ahorro de gas, tanto en hogares como en empresas, debe lograrse con medidas voluntarias.
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España podrá beneficiarse de varias de las derogaciones que se han incluido a última hora en el reglamento que obliga a recortar el consumo de gas. Sobre todo, la excepción que se aplica a los países con un nivel insuficiente de interconexiones con el resto de Europa. Pero también la derogación para los Estados miembros con alta dependencia del gas para la generación eléctrica, aunque ésta sólo se activará en caso de crisis eléctrica.
El resultado de estas excepciones es que España tendrá que aplicar un recorte del 7%, en lugar del 15% que prevé el reglamento con carácter general, según los cálculos de Ribera. Una cifra con la que se ha declarado satisfecha, pese a que inicialmente reclamaba una disminución cero para nuestro país.
"Es algo que nos beneficia al conjunto de la economía española y que no limita de manera relevante ninguno de los aspectos en los que pensamos cuando hablamos de consumo energético", ha alegado la vicepresidenta tercera.
"Debemos activar todos los resortes para que, de manera voluntaria, podamos lograr ese objetivo. Y estar preparados para que, en el supuesto de que se produzca una interrupción y que debamos activar resortes adicionales, hayamos orientado las medidas adecuadas para poder facilitar esa reducción en el plazo de tiempo que nos hemos marcado", afirma Ribera.
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El Gobierno de Sánchez reclama en primer lugar la colaboración de las comunidades autónomas con el fin de acelerar el despliegue de fondos Next Generation destinados a rehabilitación de edificios y al ahorro energético. En cuanto a la industria, Ribera apuesta por fórmulas de ahorro flexibles y voluntarias.
No al racionamiento obligatorio
"El objetivo más importante es no tener que introducir ningún tipo de medida de limitación o racionamiento obligatorio. Por eso, es fundamental un uso responsable y prudente de la energía. Por eso, las medidas de ahorro y eficiencia son ganadoras en todo caso", sostiene la vicepesidenta tercera.
A cambio de estas derogaciones, España se ha comprometido a maximizar el uso de las dos tuberías de interconexión con Francia y de sus terminales de gas natural licuado (GNL), con el fin de enviar gas a aquellos Estados miembros más dependientes de Rusia.
"Somos el puerto de entrada más importante de gas natural licuado para el conjunto de la UE. Tenemos la posibilidad de reforzar esa capacidad en beneficio de todos, poniendo a disposición de todos unas infraestructuras costosas, complejas, sofisticadas, que no se pueden construir en pocos meses", ha explicado Ribera.
España contribuirá a la seguridad de aprovisionamiento del resto de países europeos "fortaleciendo nuestra capacidad de almacenamiento, de bombeo de gas a través de los dos gaseoductos hoy existentes, reforzando su potencial". "Pero también, como ya venimos haciendo entre Barcelona y Livorno, facilitando el gas natural licuado almacenado en España para poder ser remitido a otras plantas de GNL en barcos de menor tamaño", ha señalado la vicepresidenta.
A su juicio, lo más importante del acuerdo de este martes es que la UE ha conseguido una "respuesta unida y solidaria" frente al chantaje del Kremlin, preservando al mismo tiempo la "flexibilidad" requerida por los diferentes modelos energéticos en cada Estado miembro.
"Cuando un vecino pide ayuda, la respuesta debe ser positiva. Nos jugamos mucho en este contexto. El chantaje energético no puede ser utilizado para dividir a Europa", sostiene Ribera. Un tono muy diferente al que utilizó la semana pasada, cuando acusó a Alemania de no haber hecho sus deberes por su excesiva dependencia de Rusia.
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