Bruselas baraja generalizar la 'excepción ibérica' y reformar después el mercado energético
Alemania y Austria presionan para debatir una propuesta en 10 días después de que dos de sus energéticas lleguen a situación de rescate.
30 agosto, 2022 02:59La Comisión Europea se dispone a cruzar una de sus líneas rojas. Bruselas se ha puesto a trabajar en una propuesta para intervenir de emergencia el mercado eléctrico y poner sobre la mesa cambios estructurales en su diseño.
Ya no es una reclamación de España, Italia y Bélgica. Alemania y otros países del norte han cambiado de opinión por dos motivos. El primero es la constatación de que Rusia va a redoblar su órdago con el gas. El segundo, la alarma empresarial lanzada desde varias empresas de energía en el norte de Europa, donde la crisis del gas ya está provocando problemas de solvencia.
La alemana Uniper, el principal importador de gas ruso del país, solicitó este lunes extender en 4.000 millones de euros sus líneas de crédito concedidas por el banco público KfW (equivalente al ICO español) por el impacto en su balance de los precios del combustible.
El anuncio se produjo tras haber agotado ya otros 9.000 millones de euros que tenía disponibles. Y coincidió con la difusión de una noticia en el diario económico alemán Handelsblatt que afirmaba que el Gobierno germano se estaba planteando desvincular el precio del gas y de la electricidad para evitar que, en caso de un repunte de precios, se contagien entre sí.
Otra noticia similar encendió las alarmas en Austria. El principal proveedor de energía del país, Wien Energie, se declaró en insolvencia, según recogieron varios medios de comunicación europeos.
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Dos millones de consumidores austriacos tienen firmados sus contratos con esta compañía sobre la que ya se estudia un rescate gubernamental, de acuerdo con Reuters.
Precisamente este domingo, el canciller federal de Austria, Karl Nehammer, calificó de "locura" la situación que se está viviendo en el mercado europeo de electricidad. Por ello, exigió a la Comisión Europea desvincular el precio de la electricidad del precio del gas, sumándose al bloque de países que ha exigido esta medida y que inicialmente lideró, casi en solitario, el presidente español, Pedro Sánchez.
A estas alertas sobre la solvencia de grandes empresas energéticas europeas se sumaron otras con un matiz diferente, pero que levantaron una polvareda en las redes sociales y la opinión pública europea.
Racionamiento en invierno
El consejero delegado de Shell, Ben van Beurden, advirtió este lunes de que Europa debe prepararse para una crisis que podría extenderse durante varios inviernos. Y fue más allá al afirmar que es posible que este invierno se llegue a una situación de racionamiento.
Mientras los medios de comunicación empezaban a hacerse eco de esta advertencia, el mercado de futuros de la luz a un año en Alemania superaba los 1.000 euros MWh por primera vez en la historia.
Una situación que explica los movimientos diplomáticos que se han ido sucediendo hasta que finalmente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la intervención de emergencia en el mercado eléctrico.
Como país que desempeña la presidencia de turno de la Unión Europea, República Checa ha convocado a una reunión extraordinaria de ministros de Energía para el próximo 9 de septiembre.
Así, a los gobiernos europeos les gustaría tener una propuesta sobre la mesa con medidas para afrontar esta crisis en 10 días.
Sin embargo, fuentes de la Comisión Europea no confirman ese calendario, aunque afirman que ya se está trabajando en ello.
De ahí que la reunión de ministros de Energía convocada por República Checa tras mantener contactos con varios Estados añada presión a Bruselas para acelerar con su propuesta.
El próximo 14 de septiembre es el Soteu, en el que la presidenta de la Comisión pronunciará en Estrasburgo su discurso sobre el estado de la Unión Europea con el que se abre el curso político. Sí parece muy posible que para entonces haya propuestas concretas para esta situación de emergencia.
El modelo ibérico
Expertos consultados por este periódico sobre cuál puede ser la hoja de ruta de esa intervención reconocen que el modelo del 'tope al gas' ibérico podría extenderse a otros países. En este caso, apuntan a que cada país por separado pagaría la factura de su mercado.
Sin embargo, esta iniciativa no está exenta de polémica. Hay muchas voces críticas con esta estrategia porque consideran que lo que debe hacer la Comisión Europea es reducir el consumo de gas ruso en lugar de subvencionar su uso.
Otros expertos consideran dañino intervenir el mercado. Es el caso de Daniel Lacalle, que recuerda que el mercado eléctrico europeo "ya es el más intervenido del mundo y ha fracasado de manera estrepitosa".
Además, advierte que el problema está pasando de ser de "precio" a serlo de "abastecimiento".
[Plan energético de la UE: combatir fuego con gasolina. Por Daniel Lacalle]
La crisis del gas por la guerra en Ucrania está golpeando de forma directa a millones de hogares europeos y la pobreza energética se está convirtiendo en uno de los grandes problemas que afrontan los gobiernos de los Veintisiete.
Bélgica es uno de los países que de manera más activa está reclamando que se actúe para solventar esta situación.
Órdago ruso
Por su parte, Rusia no va a detener su órdago a la Unión Europea. El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, publicó en su canal de Telegram este domingo que, debido al aumento de los precios del gas, se revisará el precio previsto para cada mil metros cúbicos de gas hasta los 5.000 euros. Es una cifra con la que se encarecerá un 40% el gas de aquí a final de año.
Mientras, Gazprom se dispone esta semana a interrumpir durante tres días el bombeo de gas a Alemania por "labores de mantenimiento".
En estas circunstancias, nadie descarta en la UE un corte de suministro en los próximos meses.
Los datos recopilados por Gas Infrastructure Europe señalan que las reservas de gas son próximas al 80%, como pidió la Comisión Europea. Es un dato que incluso se supera en países como España, Alemania, Francia o Italia.
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En paralelo, Bruselas está intentando impulsar la construcción del gasoducto del Midcat para que España pueda enviar gas a sus vecinos del norte en el medio plazo, lo que muestra que la preocupación de los líderes europeos va más allá de este invierno.
De hecho, el canciller alemán, Olaf Scholz, se reunirá este martes con Pedro Sánchez en Alemania para hablar de esta infraestructura a la que -por el momento- se opone Francia.
[Más allá del gasoducto, el tema pendiente de Sánchez con Scholz]
Al temor a un corte de suministro, se suma la preocupación de los Gobiernos por la situación económica de alta inflación y amenaza de recesión técnica por el efecto de la subida de los tipos de interés. El Banco Central Europeo tiene previsto su próximo Consejo de Gobierno el próximo 8 de septiembre, un día antes de la reunión en Praga.
Como se esperaba, el final del verano va a estar acompañado de malas noticias económicas y con la crisis energética lejos de solventarse, las medidas de ahorro energético que están sobre la mesa de todos los gobiernos europeos no son suficientes para hacer frente al desafío.
De ahí que Von der Leyen anunciara este lunes un cambio estructural de un mercado que fue diseñado hace 20 años con unas características que podrían no ser las más adecuadas para hacer frente a la realidad energética que ha traído la guerra.